martes, 27 de enero de 2015

Damián Pachter y la dignidad del Herald

Por: Sebastián Lacunza*
Pasada la medianoche del domingo 18 de enero, un colega me consultó si era "en serio lo del periodista del Herald". Así fue cómo llegué al ya célebre tweet de Damián Pachter: "Encontraron al fiscal Alberto Nisman en el baño de su casa de Puerto Madero sobre un charco de sangre. No respiraba". De inmediato, me puse en contacto con Pachter, redactor del sitio web BuenosAiresHerald.com, mientras su jefe directo, Pablo Jiménez, había hecho lo propio.
Le pedimos a Pachter que redactara la noticia mientras todos, junto a un editor de Ámbito.com y otro del Herald impreso, nos abocábamos a confirmar el hecho con otras fuentes. Ratificada la primicia tal cual la había tuiteado Damián, cerca de las 2:30 subimos la nota al portal del Herald. Por supuesto, con la firma de Damián Pachter.
Nadie durmió esa noche. Al día siguiente, felicité a Damián por haber confiado en la fuente adecuada que le había permitido difundir la noticia que, quizás, sería la más impactante de su carrera profesional. También le dije que este tipo de noticias deben ser compartidas con el medio en el que trabaja, tanto por el interés del mismo como por su propio prestigio profesional, que se hubiera visto aún más incrementado si la información surgía de una nota periodística con su firma. El redactor de la puntocom, que tenía franco el domingo, me dio sus explicaciones pero entendió mi punto de vista. Le enfaticé que en un día histórico como ese lunes, su lugar estaba en la redacción. Más tarde, aún cansado como estaba, me agradeció mi insistencia
Solicité a Damián que escribiera una nota sobre la experiencia vivida durante aquellas horas. Su nombre ya giraba por webs y diarios del mundo. El artículo salió al día siguiente en el Herald con mención en tapa bajo el título "Cuando una fuente confiable brinda una primicia inesperada".
Desde la madrugada del lunes, iniciamos una semana con un contacto mucho más fluido que hasta entonces. El BuenosAiresHerald.com trabaja bajo la órbita de la Dirección de Contenidos Digitales del Grupo Ámbito, mientras que yo dirijo el diario impreso Buenos Aires Herald. Trabajamos con un grado de coordinación pero son jefaturas separadas, por lo que mis encuentros con Damián eran mucho más ocasionales que con los periodistas de la edición impresa.
El periodista que informó primero sobre la muerte de Nisman demostró la tensión previsible para un joven que se encuentra ante un aluvión de interés inabarcable. A esta situación especial y con el foco puesto en el caso Nisman, una mención a una tapa del Buenos Aires Herald por parte de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner sumó atención hacia nuestra redacción, que es pequeña.
El jueves 22 de enero vi a Damián un poco más calmo. A las 19.30 debí retirarme unas horas y mantuvimos un breve diálogo sobre la puntocom. Un rato después, de acuerdo a lo conocido posteriormente, Damián dejaría la redacción al acceder a información que consideró creíble de que su vida corría peligro. Antes había mantenido un diálogo con el secretario de redacción Daniel Politi en el que manifestó su enfado por una cita errónea en un cable de la agencia TelAm ("no respiraba" fue cambiado por "sin vida").
Al día siguiente, al notar su ausencia, bajé a preguntar qué ocurría. El director de las webs del Grupo Ámbito, Pablo Jiménez, logró comunicarse en la tarde del viernes. El redactor le transmitió que estaba yendo al médico. Finalmente, cerca de las 14 del sábado, nos encontramos con la noticia en Infobae, firmada por nuestro colega Adrián Bono, de que el periodista del BuenosAiresHerald.com había dejado el país con temor por su vida. En ese momento comenzó la secuencia que todos conocemos.
Ciertas voces, incluso algunas respetables, consideraron que el diario había "dejado solo" a Damián Pachter. Quiero ser enfático en esto: Damián no expresó a sus editores y compañeros de redacción ningún indicio de que tuviera temor o de que se sintiera perseguido. Ni siquiera a los compañeros más cercanos de su puesto de trabajo. No cuestiono en nada su decisión de mantener reserva y de acudir a un colega de otro medio. Una persona con temor tiene derecho a elegir el camino que considere adecuado. Doy la información necesaria para comprender la situación.
El Herald es un diario comprometido con la lucha de los derechos humanos. Tenemos contacto con organismos de todas las tendencias, desde las más oficialistas hasta las más críticas. Sus voces aparecen en el diario casi todas las semanas, de manera que si hubiéramos tenido conocimiento de que Damián estaba siendo amedrentado por servicios de inteligencia, habríamos alertado a toda la red y hubiéramos encabezado el reclamo de protección.
Una vez que me enteré de su partida del país me comuniqué con el colega de Infobae Adrián Bono, quien lo había acompañado a Aeroparque. De su relato me quedó la tranquilidad de que Damián, si estaba amenazado tal como lo había percibido, ya no corría peligro alguno. Me alegra sinceramente que se sienta en paz y seguro en Israel.
Como un efecto colateral, algunas opiniones señalaron en estos días al Buenos Aires Herald como un diario "K". Estoy convencido de que ello sólo puede ser dicho desde la desinformación. Al respecto, no se me ocurre mejor respuesta que sugerir a cualquier interesado genuinamente en el tema que compre el diario una semana seguida, que acuda a una hemeroteca o apele a Google para rastrear tapas, notas y editoriales. Hallará elementos críticos hacia el Gobierno nacional y de todos los factores de poder con suma facilidad. Me animo a decir que la pluralidad de columnistas que exhibe el Herald es un exotismo en el periodismo argentino.
En cualquier caso, lo central es que Damián no fue dejado sólo por sus compañeros ni sus editores directos, ni por la redacción del diario que dirijo. En el Herald impreso somos un grupo reducido, diverso y digno.
*Director de la edición impresa de Buenos Aires Herald

Solidaridad con el periodista
Este diario elude ponerse a sí mismo por encima de las noticias pero en esta ocasión haremos una excepción y vamos a hablar de los días intensos que hemos vivido. Tras 48 horas de vértigo, Damián Pachter, el periodista del BuenosAiresHerald.com que dio la primicia de la muerte del fiscal Alberto Nisman el domingo 18 de enero, se siente seguro en Israel y ello es lo esencial. Damián salió el sábado pasado “con lo puesto” rumbo a Tel Aviv luego de que le fueran transmitidas informaciones que consideró creíbles de que su vida corría riesgo. En las últimas horas, comenzó a mantener comunicaciones más frecuentes desde Israel, un país que Pachter conoce y aprecia. Ante la angustia vivida por Pachter, el Buenos Aires Herald se solidariza enfáticamente con él y demanda a las autoridades que investiguen las situaciones que le despertaron temor.
Damián eligió contar lo que estaba viviendo a un colega del sitio Infobae, quien lo acompañó al aeropuerto. No transmitió indicio alguno de temor a ninguno de los integrantes de esta redacción o del sitio web en el que trabaja, que depende de la dirección de Contenidos Digitales del Grupo Ámbito, el multimedios que pertenece a Orlando Vignatti desde el año 2008.
Respetamos la decisión de Pachter, quien de ninguna manera tuvo problemas con su entorno de trabajo ni con los editores, tal como él mismo declaró y al contrario de alguna versión de prensa sin el más mínimo rigor. Si hubiera acudido a nosotros, habría tenido nuestro máximo respaldo y nos hubiéramos puesto en alerta con las organizaciones de derechos humanos, de todas las tendencias, con las que tenemos contacto fluido y respeto mutuo. Sobre la reacción oficial, nos parece un acto absurdo la difusión de los datos del pasaje del periodista del BuenosAiresHerald.com, sin consultar siquiera con su familia si ello tenía alguna utilidad.
Damián está ahora tranquilo y eso es lo importante. La integridad de los periodistas del Herald, la pluralidad de voces de estas páginas y el ejercicio del periodismo crítico seguirán siendo nuestro rumbo.
Fuente: Ámbito Financiero y Buenos Aires Herald
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