sábado, 27 de junio de 2020

Hermes Juan Binner 1943-2020

El ex gobernador de Santa Fe y uno de los principales referente del Socialismo en el país Hermes Binner falleció este viernes 26 de junio a los 77 años tras complicarse su estado de salud por una neumonía
El ex candidato presidencial estaba internado en la clínica privada Primoldial de la localidad santafesina de Casilda desde el domingo último y su estado había empeorado en las últimas horas.

“El Partido Socialista comunica con profundo dolor que falleció Hermes Binner. Gobernador de Santa Fe, Intendente de Rosario, Diputado Nacional, y un hombre comprometido con su pueblo y su tiempo. Nos deja su legado de solidaridad, honestidad y lucha por una sociedad mejor”, publicó el espacio en su cuenta de Twitter.

Al pésame se sumaron referentes del PS y de otros sectores políticos, como el diputado nacional y titular de la UCR, Alfredo Cornejo, entre otros.

En el último parte médico difundido por la clínica este jueves, los médicos explicaron que Binner padecía una “neumonía aguda” y había presentado “como complicación un neumotórax espontáneo primario, que requirió la colocación de tubo de avenamiento pleural”.

Binner, nacido en Casilda el 5 de junio de 1943, se tituló con dos especialidades: Anestesiología y Medicina del Trabajo y actualmente no ejercía ningún cargo electivo.

El santafesino fue una de las principales figuras del Partido Socialista de los últimos años y el primero en llevar al espacio a un segundo puesto nacional en la competencia presidencial que encabezó en 2011, cuando quedó detrás de Cristina Kirchner en las elecciones de ese año.
Hermes Binner: "Hoy vino a casa una periodista y cuando llegó me preguntó '¿Cómo, no tiene guardia?'. No, no tengo, no la necesito. Vivo en una casa común. Cuando lleguemos al Gobierno Nacional la vamos a llamar a la Chiqui González para que hagan un jardín para los niños en la Quinta de Olivos. Y nosotros vamos a vivir en una casa común".
Además, fue el primer intendente del Partido Socialista y también el primer gobernador de ese signo político en el país, abriéndole paso a otros dirigentes del sector que luego siguieron sus pasos en Santa Fe, donde el Frente Progresista Cívico y Social (FPCyS) -del que fue uno de los fundadores- gobernó desde 2007 hasta 2019.

Fue internado el domingo último en un sanatorio Primordial, de esa misma localidad, por un cuadro de "neumonía aguda". Se le realizaron los hisopados para detección de coronavirus y los resultados dieron negativo.

El pasado 5 de junio, Binner cumplió años y el Partido Socialista organizó en su homenaje un aplausazo digital. "No nos reconoce y me pone muy triste", había dicho en ese entonces a la prensa local el ex ministro de Salud de Santa Fe Miguel Ángel Cappiello.

Los hijos del ex gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, agradecieron "las demostraciones de afecto, respeto, admiración y cariño" para con el fallecido dirigente socialista, que fue velado en la localidad de Casilda y cuyos restos serán cremados.

"En estos momentos de pandemia consideramos que la mejor manera de honrar la vida y el legado de un abanderado de la salud pública como lo fue él, y reconocer su inmenso trabajo y su dedicación en la construcción de un sistema de salud que incluya a todos, es respetando el aislamiento social que nos impone esta coyuntura", dijeron en un comunicado. "Por eso les pedimos encarecidamente nos ayuden despidiéndolo desde su corazón y desde su lugar", agregaron.

"Era un tipo honesto, le gustaba hablar con la gente cuando caminaba por la calle sin nada que ocultar, y recuerdo en 2001 que me dijo ‘vamos a explicarle a la gente como están las cosas y por qué no se consiguen medicamentos’. Entonces hablamos y la gente entendía que estaba ante un dirigente que se preocupaba por ellos", dijo su ex secretario y ex ministro de Salud provincial, Miguel Ángel Cappiello.
La vivienda donde Binner residió durante varias décadas, en el macrocentro de Rosario, se convirtió en un pequeño "santuario" donde vecinos y allegados dejaron flores y carteles para recordar al dos veces intendente de esta ciudad. "Se iluminan miles de brazos que una flor empuñarán", dice uno de los textos pegados en la puerta de la vivienda, ornamentada con rosas rojas -símbolo del Partido Socialista- por vecinos y seguidores del ex gobernador. Otro reza: "Gracias, doctor, por tanto. Un vecino ejemplar", mezclado entre rosas y dos remeras rojas de la juventud del Partido Socialista (PS) que fueron atadas a los barrotes del portón negro de entrada.

Binner fue velado hasta ayer al mediodía en una sala de la localidad de Casilda a la que se permitió ingresar de a grupos de diez personas, en virtud de las restricciones por la pandemia de coronavirus. Además de los familiares más íntimos, pasaron por la sala velatoria varios dirigentes del PS santafesino para despedir a su líder. Según se informó, los restos del ex gobernador será cremados en el cementerio de la localidad de San Lorenzo.

El gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, decretó dos días de duelo por la muerte del ex mandatario (2007-2011), mientras que en Rosario su intendente, Pablo Javkin, estableció que la enseña nacional sea izada a media asta por tres días en el Monumento Nacional a la Bandera. "Hasta siempre, querido Hermes. Gracias por todo lo que me enseñaste y nos dejaste a cada uno. Rosario ya te extraña y honra, con tu amada celeste y blanca a media asta en señal de respeto", dijo Javkin a través de Twitter.
"Lo que brilla con luz propia, nadie lo puede apagar"
Por: Gastón D. Bozzano 
Habían pasado poco más de cien días de gobierno del Frente Progresista en Santa Fe, eran los primeros meses de 2008, y Hermes Binner pronunciaba su primer discurso como gobernador ante la Asamblea Legislativa. Lo que para otros era un enorme desafío, para él era una oportunidad de arengar, lo entusiasmaba tanto cargar de sentido lo realizado en apenas un puñado de jornadas de su gestión como poner proa hacia un futuro próspero: "Sacar las vallas y convocar a la participación ciudadana en asambleas; suministrar vacunas y anunciar la construcción de nuevos hospitales; llamar a pintar las escuelas y convocar a los docentes para opinar y transformar la educación; atender a las víctimas y reformar el Consejo de la Magistratura: son ejemplos de que nos preocupa lo cotidiano, pero también de que pensamos en una sociedad previsible, pensamos en el mediano y en el largo plazo, pensamos para el futuro".

Así se presentaba Hermes ante la Asamblea Santafesina: rendir cuentas de lo hecho, planificar el futuro. Hermes Binner, de puño y letra.

Hermes Binner falleció en Casilda, Santa Fe, a los 77 años, el 26 de junio de 2020. Sería un error advertir que con él partió un estilo de hacer política, una forma de construcción colectiva, un aliento constante a la participación ciudadana, un deseo irrefrenable de transformar el Estado cada vez que sea necesario para hacerlo más cercano a la gente, una pasión por concebir la cultura como herramienta de desarrollo. No es así. Todas esas premisas de acción política, entre muchas otras, que Hermes -nunca solo, siempre acompañado- pensó y desarrolló, laten fuertes, ya sea en los colectivos políticos y sociales que fueron cercanos a él, ya sea en el seno de diversas organizaciones sociales argentinas. Hermes Binner fue, como otros hombres pioneros, alguien que encendió una luz en la oscuridad para cambiar la Historia. Cambiarla para siempre.

El breve repaso de su vida personal narra, también, sus propósitos. Ese relato dice que nació un 5 de junio de 1943 en Rafaela y que a los 18 años se fue a estudiar Medicina a Rosario. Fue desde entonces cuando, de manera exponencial, su vida se transformó: en Rosario comenzó a ser él en tanto los otros, en tanto la sociedad que lo rodeaba, cada vez más lejos de los anhelos individuales. Es que Hermes abrazó en Rosario los sueños colectivos. Por eso a esa edad se afilió al Partido Socialista y comenzó a militar en el Movimiento Nacional Reformista en la Universidad; por eso participó junto a otros compañeros de la fundación del Partido Socialista Popular y fue junto a su guía, Guillermo Estévez Boero, un hacedor de esta organización hasta el fin de sus días, y muchos años después, también, de la unificación de todo el socialismo argentino.

Ya recibido de médico, desoyó el mandato de instalar un consultorio céntrico y se fue a trabajar al popular barrio de La Tablada, en el sur de Rosario, donde atendió durante años a los obreros que provenían fundamentalmente de las industrias frigorífica y portuaria. También allí estaba el sello político de su trabajo: tempranamente, el consultorio de Hermes estaba donde era más necesario. En los primeros años de la democracia fue director y vicedirector de hospitales públicos municipales y provinciales. Inherentes a su profesión de médico, sus convicciones por tejer una red de salud pública para todas y todos fueron su quimera, que jamás abandonó. Precisamente en 1989, ya como secretario de Salud de la gestión municipal de Héctor Cavallero en Rosario, puso la piedra basal de esa construcción, que después tendría un desarrollo inimaginable y merecería el reconocimiento unánime, aun de sus adversarios políticos.

En 1991 acompañó a Ricardo Molinas en la fórmula para la Gobernación de Santa Fe, como candidato a vicegobernador. Dos años más tarde, en 1993, fue electo concejal de Rosario.

En 1995, a la hora señalada por la Historia, la sociedad rosarina lo reconoció en las urnas como intendente de la ciudad, cargo para el que fue reelecto en 1999. Repasar en estas pocas líneas lo que Hermes Binner gestionó en y para Rosario es tarea imposible: allí están los hospitales, la red de atención primaria de la salud, los museos, los centros culturales, las obras y los servicios públicos que no podían esperar. Allí está la transformación urbana de la ciudad, amparada por una discusión estratégica histórica e inclusiva que fue ejemplar en Sudamérica. Por eso ahora el repaso sería, a más de injusto por lo precario en esta hora, imposible. Simplemente hay una realidad histórica que lleva, insoslayablemente, su sello. Quien quiera verla la tiene frente a sus ojos, en la Rosario que Hermes tanto quiso.

En 2003 estuvo convencido de que había llegado la hora de luchar para transformar Santa Fe y se lanzó como candidato a gobernador, desafiando una hegemonía política del justicialismo que llevaba, amparado en la Ley de Lemas, veintiún años en el poder. Fue esa misma Ley de Lemas, que tanto violentaba la voluntad popular, la que le impidió llegar entonces a la Casa Gris. Hermes debió esperar cuatro años más, pese a haber sido en 2003 el candidato más votado por la sociedad santafesina.

Electo diputado nacional, desplegó una labor ejemplar en la Cámara Baja y entonces sí, en 2007, ya no habría más demoras: derogada la Ley de Lemas, obtuvo una victoria contundente y fue ungido gobernador santafesino, el primer gobernador socialista de una provincia argentina, inaugurando así un liderazgo del Frente Progresista en Santa Fe que se extendería durante doce años. Quizás porque la tarea era enorme, mucho más grande que la realizada en Rosario, por la vastedad de la provincia, por su riqueza y diversidad, fue allí donde Hermes desplegó un trabajo de estadista impar, que sirvió de espejo para muchos de quienes lo acompañaron y sucedieron en la gestión.

En su citado primer discurso de apertura de sesiones de la Legislatura de Santa Fe, en 2008, no se limitó a decir lo que iba a hacer ese año, sino que trazó un programa que desarrollaría durante toda su gestión, y fue claro: "Nuestra convicción es que no hay política de Estado sin orientación al mediano y largo plazo".

Habló allí de "construir una democracia exigente, donde la política estatal pudiera reformular y reorientar los intereses existentes en la sociedad civil en función de un proyecto de mejora de la sociedad en su conjunto. La calidad de una sociedad y de su organización estatal -explicó- se relaciona directamente con la capacidad de proporcionar a sus habitantes los atributos mínimos de ciudadanía, garantizando un piso irrevocable de derechos para todos y cada uno".
"El objetivo que definimos entonces y que hoy guía nuestra acción de Gobierno pone el acento en alcanzar un mayor bienestar para Sana Fe. Construir desde el gobierno las condiciones para un desarrollo sustentable de nuestra sociedad. Y cuando decimos desarrollo estamos pensando en una sociedad equilibrada, donde el crecimiento económico facilite el desarrollo social y cultural propio de una sociedad. En ese sentido -advertía- no hay que olvidar que el Estado no es sólo un conjunto de instituciones y organizaciones públicas, es también un agente de unidad de la sociedad".

Hermes fue ejemplo, en su extensa trayectoria política, del hombre que aprende de sus experiencias y que, en un proceso dialéctico, las transforma en un espacio de meditación y tesis para dar sus próximos pasos. Si en Rosario había sumado todas las voces diversas, sin exclusión, en la discusión de un plan estratégico para la ciudad, en 2008 ponía en marcha ese mismo programa en Santa Fe: "Construir esta democracia participativa de proximidad, en la escala de nuestra provincia, es compatible con el desarrollo de una práctica de democracia que permita compatibilizar las experiencias municipales y provinciales con las propias experiencias de la sociedad, proyectándolas en el horizonte más amplio de la región y de la provincia".

Por eso vio que reorganizar territorialmente Santa Fe por regiones no era solamente una forma de optimizar la administración del Estado, sino, sobre todo, una forma de estrechar la relación Estado-ciudadanía, permitiendo la genuina participación de la gente en la elaboración de los planes estratégicos regionales y en la construcción del Plan Estratégico provincial.

Las gestiones municipales en Rosario y su inolvidable paso por la Gobernación de Santa Fe proyectaron a Hermes Binner a la escena nacional. Y en 2011, acaso impensadamente para muchos, tuvo una performance extraordinaria como candidato a presidente de la Nación, acompañado por la cordobesa Norma Morandini. Detrás de la entonces reelecta presidenta Cristina Fernández de Kirchner, resultó segundo y fue el candidato socialista más votado de la historia en una candidatura presidencial.

Tiempo después volvió luego a ser diputado nacional, y también presidente del ya unificado Partido Socialista.

Quizás gran parte de Santa Fe, y casi seguro Rosario toda, amanecerán estos días no sólo un poco más tristes, sino también más desamparadas en cuanto a sus sueños de futuro. Es que Hermes Binner fue eso: un forjador de sueños colectivos que llevaran más solidaridad, más inclusión, más trabajo, más cultura, más salud, más educación para todas y todos. Sin embargo, ante esa sensación de desamparo, acaso haya que tener en cuenta que Hermes hizo que esos anhelos de una sociedad brillaran con luz propia, más allá de los hombres, más allá de los tiempos políticos. Hermes ha partido, pero esos sueños aún fulguran, quizás porque, como dijo un gran poeta caribeño, "lo que brilla con luz propia, nadie lo puede apagar".
Se va sonriendo amablemente
Por Chiqui González
Hermes Binner se va en el mismo mes en que nació, pidiendo perdón por la molestia, va ligero de equipaje, sobriamente, diciéndome bajito, nada está roto, está cumplido.

Se va con cinco hijos en su corazón encendido, con la última flor que le dejaron sus vecinos en la calle San Juan.

Se va con un montón de rejas para que nadie vuelva a ponerlas en la Casa Gris de Santa Fe y en el Puerto de Rosario.

Se va con humildad aunque dio vuelta la ciudad y le enseñó el Paraná a su gente.

Se va con la descentralización y los distritos guardados en los bolsillos dentro de su sobrio saco azul.

Se va sonriendo amablemente con la patria de la infancia en sus ojos tan claros.

Se va con los Trípticos de la Infancia de Rosario y de la Imaginación de Santa Fe. La Ciudad de los Niños, y los niños y las niñas.

Le cuelgan en las botamangas los tres niveles de complejidad del sistema de salud, se le asoman no sé cuántos hospitales y un Ministerio de Cultura.

Se va llevándose la franja del río, de los jóvenes y el sistema crecer y la esperanza.

Se va con los abrazos de la gente y un apretón de manos de compadres.

Se va hombre de los derechos humanos, de los nacimientos, de la seguridad de su silencio en cada una de nuestras pérdidas.

Se va con un papelito arrugado, sin rencores, faltante, con el Puerto de la Música de Niemeyer en el ojal. Había que creerle que Rosario era distinto, había que saber reconocer visiones y hombres visionarios.
Se va con el amor a su partido y a sus compañeros. Con una rosa roja en una mano. Con una desesperada y enorme vocación de servicio y transformación de su provincia en la otra. De sus ciudades. De su Rosario querida.

Se va con su medicina para el desencanto y el espacio público entero lo saluda. Un sábado de sol que lo despide lleno de juguetes de niño hechos a mano; lleno de centros de la juventud hechos de amor y rebeldía.

Se va haciéndonos despertar de la anestesia y con la timidez del que no sabe lo que se lleva, lo que dejó, lo que nadie podrá jamás arrebatarle.

Se va demostrando que es posible ser la ciudad del juego y el deporte, de los artistas populares y la bandera de Belgrano.

Se va sin decir nada, mereciéndola mientras los enfermeros del HECA lo saludan, mientras los niños me escriben que lo sienten y las personas le dicen gracias.

Se va llevándose el vacío enorme de su ausencia, para no dejarnos lágrimas ni sufrimientos. Saluda con la mano, nos pide que cuidemos a los viejos, a los chicos, al norte postergado, a los que amó, a su enorme biblioteca.

Y se va de a poco, por si acaso, porque nunca vivió para el pasado. "O creamos, o erramos", como Simón Rodríguez, me susurra desde el viento y se cree en silencio por lo tanto.

Y nosotros nos quedamos sin aplausos, sin beso y sin abrazo, y él sólo quería contagiarnos de su amor por la gente y la política, de su larga lucidez, de su ternura. De su empeño en buscar un poco de felicidad en la ribera, de caminar con todos por la vida sin que nadie le diga que no pudo, sin que nadie se olvide que lo tuvo.

Buen viaje, Hermes, hasta siempre. Te queremos.
*Ex ministra de Cultura de Santa Fe
El hombre que sabía decir no
Por: David Narciso
Para un gobernante decir "no" puede resultar más difícil que concretar una obra pública. Un "no" de un intendente o gobernador puede tener tanto valor como una realización. A veces hay convicción para decir "no" pero la correlación de fuerzas es desfavorable, entonces se presenta un dilema, porque decir "no" supone asumir costos o esperar "vueltos". Y ya que en las últimas 48 horas tanto se habló de las políticas públicas en los gobiernos de Hermes Binner, sus aciertos y su legado, las próximas líneas repasan un inventario arbitrario e imperfecto de sus "no" más trascendentes.

El No al hotel 5 estrellas. Le cerró la puerta al proyecto que un grupo privado con inserción en los medios de la ciudad quería construir sobre los silos en desuso de la zona de Oroño y el río. Los silos se demolieron y se cumplió el objetivo de incorporar el lugar como parque público.

El No a Eduardo López. El ex intendente Usandizaga le había vendido a Newell’s terrenos en Bella Vista, pero el presidente Eduardo López nunca los pagó. Binner se los quitó para hacer la Granja de la Infancia.

El No a Alberto Gollán. A poco de asumir en el Palacio de los Leones ordenó retirar los retratos de los ex intendentes de Rosario de las paredes que anteceden al salón Carrasco y el despacho del intendente. La colección estaba plagada de jefes comunales de facto, entre ellos el poderoso dueño de Televisión Litoral, que ejerció el cargo en 1971 durante la dictadura de Lanusse. Según recuerdan sus colaboradores, Don Alberto nunca dejó de reprochárselo.

El No a la venta de lo que hoy es el parque Scalabrini Ortiz. La idea del gobierno menemista era vender todas esas tierras ferroviarias a privados. Binner exigió la donación del área que hoy ocupan el parque y las calles como condición para autorizar el desarrollo inmobiliario (shoppings mas torres) en los antiguos talleres ferroviarios.

El No a los presiones para que la estación Rosario Central se subastara a privados. En el lugar hoy funciona el Centro Municipal Distrito Centro "Antonio Berni".

El No a Odebrecht. Apenas asumió la Gobernación dio de baja la licitación de los grandes acueductos que no alcanzó a cerrar la gestión anterior. La brasileña Odebrecht, que una década después fue noticia internacional por los escándalos de corrupción en licitaciones de ese tipo, estaba lista para firmar.

El No a la Fundación Libertad. La usina de pensamiento y negocios neoliberal rosarina siempre fue muy crítica de las políticas públicas del socialismo. Binner mantenía distancia institucional y con su secretario de Economía daban el debate público.

El No a la privatización del Banco Municipal de Rosario que exigían los ministros de Economía de Carlos Menem y el Banco Central.

El No a Clarín, Gollán, Vila-Manzano, Telefónica y otros multimedios. Todos ejercieron durísimas presiones, en público y en privado, para que el senador y los 6 diputados socialistas votaran en contra de la ley de Medios. Binner fue decisivo para el apoyo a la ley.

El No a los descuentos de coparticipación que el gobierno nacional continuó haciendo a las provincias después la caducidad del Pacto Fiscal en 2006. Junto con San Luis fueron las primeras en poner freno y reclamar los recursos.

El No al casino. Binner siempre mantuvo una posición contraria a la instalación de casinos. La noche de la inauguración no asistió a la megafiesta y en su lugar se fue al cine público El Cairo al estreno de Memorias del saqueo junto con su director Pino Solanas.

El No a Servicios Portuarios. La operadora portuaria consiguió un amparo en la Justicia federal para seguir usando los silos a la altura de donde hoy están las torres Maui y los soportes de una manga aérea obstruían la construcción de la avenida de la Costa. Binner igual avanzó con la obra que conectaba el centro con la zona norte y pavimentó hasta el borde de la columna metálica, lo que implicaba que en ese tramo la avenida se reducía a la mitad de su ancho. Se usó así por 10 años, hasta que la Corte Suprema tumbó la cautelar y falló a favor de la ciudad.

El No al zoológico. A pesar de la carpa y la protesta con los guardazoo, fue la primera ciudad en clausurarlo y en su lugar se construyó la El Jardín de la Infancia.

Binner, Santa Fe y el futuro: Moreno o Rivadavia
Por: Carlos del Frade, publicado en Señales el 20 de septiembre de 2007
Las elecciones del 2 de setiembre modificaron la piel política de la provincia de Santa Fe. Un cambio que puede ser profundo o simplemente cosmético. Dependerá de la audacia por asumir el mensaje del pueblo o conformarse con administrar lo que deja en el camino la voracidad del poder económico que cada vez concentra más riquezas en el segundo estado argentino. ¿Qué pasó y qué será de ahora en más el peronismo?. Y, en forma paralela, qué condicionamientos tendrán las declaraciones que por estos días están formulando tanto el doctor Hermes Binner como sus principales colaboradores. A casi doscientos años de la revolución de mayo, la opción política será definir si el camino es rescatar los proyectos de Mariano Moreno o la traición de Bernardino Rivadavia.

Lo generacional
Casi un cuarto de siglo después, la conciencia política del pueblo santafesino decidió cambiar.
Quizás sea una pauta histórica. Los pueblos necesitan esos períodos para modificar expresiones colectivas. Sucedió a los veinte años del golpe de estado. El surgimiento de Hijos por la Identidad, la Justicia contra el Olvido y el Silencio, apuró el abrazo de las mayorías a los organismos de derechos humanos que venían luchando casi en soledad.

Cambios generacionales que también se expresan en intendentes y legisladores electos también muy jóvenes.

Lo generacional augura lo nuevo. Pero lo nuevo y lo generacional necesita del tiempo que, según dicen los sociólogos e historiadores, también demandan entre veinte y veinticinco años.

Los tiempos de lo social no son los tiempos de la conciencia política.

Pero llegan, inevitablemente llegan.

Sucedió en el país, sucedió en Santa Fe.

A pesar de muchos y varios pesares.

De diversos miedos cultivados y reciclados en distintas formas de esclavismo político a partir de planes sociales u otras formas de sometimiento económico, cultural y moral.

También es una buena señal para el mañana: no hay miedos eternos.

Los ejemplos más claros se constataron en San Lorenzo y Villa Gobernador Gálvez.

Los marchitadores
Hacía rato que la marchita peronista no tenía el viejo aroma de rebeldía indómita que supo caracterizar al movimiento surgido en octubre de 1945.

Ninguno de los principales dirigentes del justicialismo provincial parecía combatir al capital. Al contrario, eran sus presentadores, promotores y hasta empleados.

La vieja constitución de 1949, aquella que habla de los recursos inalienables del subsuelo, estaba marchitada debajo de los heraldos negros del menemismo y los amagues por izquierda del kirchnerismo que terminaron por prorrogar de manera vergonzante los beneficios de los que se quedaron con YPF y los explotadores de las minas a cielo abierto.

Porque la discusión no pasa por la eliminación de la ley de Lemas, sino por la vigencia de la identidad del peronismo en la provincia de Santa Fe.

Carlos Reutemann, Jorge Obeid, Rafael Bielsa, Pedro González, Luis Rubeo, Armando Traferri y Juan Carlos Mercier, ¿son la síntesis o la antítesis de aquel movimiento de liberación nacional y social que alguna vez fue definido como el hecho maldito del país burgués?.

Las escuelas cayéndose a pedazos sobre las cabezas de los pibes y maestras; la droga democratizada robándose el presente de miles de chicas y chicos a lo largo y ancho de la monumental geografía santafesina; y casi la mitad de los trabajadores en negro; demostraban la inversión histórica del peronismo.Y eso también tenía fecha de vencimiento. Era una cuestión de tiempo.

La identidad peronista seguirá existiendo más allá de los sempiternos dirigentes que todavía se empecinan en decir que la representan.

En las elecciones del próximo 28 de octubre, esa pertenencia colectiva que sigue siendo el peronismo aparecerá dispersa en los candidatos a diputados y quizás también a la hora de elegir presidente.

El peronismo perdió por las traiciones a su propia historia.

Era hora de que tronara el escarmiento y eso sucedió en el segundo estado argentino.

Pero semejante identidad popular seguirá viva y, al mismo tiempo, esquiva de los que todavía se dicen sus dirigentes. Se abre un espacio nuevo para el peronismo en particular, y el pueblo santafesino, en general. A fines de 2007, por primera vez en cuarenta y uno años, habrá un gobernador que no será ni peronista ni militar. No es un dato menor. Es un horizonte cotidiano absolutamente distinto.
El poder económico
Las grandes aceiteras y los poderosos y casi eternos proveedores del estado santafesino no mostraron ningún signo de disgusto con el nuevo gobernador electo el pasado 2 de setiembre.

Creen, ellos, los poderosos, que no habrá grandes cambios.

Que seguirán las enormes y casi obscenas cifras que marcan su fuerza.

La revista “Punto Biz”, en su edición especial de agosto pasado, trajo el ranking de las empresas “más activas en el comercio exterior santafesino”, las top 500, según decía la tapa de la publicación.

Allí aparecen los números reales de la fiesta del privilegio en el territorio en que la pobreza aturde la vida cotidiana de cientos de miles de santafesinos.

Cargill, por ejemplo, la firma que tiene asentada su planta en el histórico emplazamiento donde se libró la batalla de Punta Quebracho, en Puerto General San Martín, aparece a la cabeza de la tabla de exportadoras.

Durante el año 2006 exportó por más de 2 mil 297 millones de dólares. Si usted divide ese número por 360 obtiene el valor exportable por día: más de 6 millones 380 mil dólares cada veinticuatro horas. Eso quiere decir 4 mil cuatrocientos treinta dólares cada sesenta segundos. ¿Leyó bien?. Cuatro mil cuatrocientos treinta dólares por minuto.

La multinacional, en tanto, no paga ingresos brutos como consecuencia de la exención que le regaló la administración de Carlos Reutemann a principios de los años noventa junto al ex contador del grupo Malvicino y ex funcionario de la dictadura, Juan Carlos Mercier, ahora reelecto senador por el departamento La Capital.

Bunge Argentina está en el segundo lugar, con más de dos mil millones de dólares, a razón de más de cuatro mil dólares cada sesenta segundos.

Más atrás, en el puesto número ocho, aparece Petrobras, la empresa que se quedó con los restos de la Destilería de YPF en San Lorenzo y Pasa, en Puerto San Martín. La firma que auspicia el “campo de la gloria”, allí donde San Martín inició la epopeya de la liberación americana. La empresa brasileña exportó por 736 millones de dólares, a razón de 1.410 dólares por minuto. Mientras tanto, los ex ypefianos no saben dónde quedaron los viejos tiempos de alegría mientras trabajaban en la petrolera que fuera orgullo de la historia argentina.

Acindar, aquella que le diera el respaldo a su gerente general, José Alfredo Martínez de Hoz para convertirse en el ministro de economía del terrorismo de estado, ahora está ubicada en décimo sexto lugar, con una exportación de ciento treinta millones de dólares, un valor que representa 250 dólares por minuto.

El frigorífico Swift está en el 17º lugar, con un monto de 122 millones de dólares en exportaciones durante 2006, a razón de 230 dólares por minuto y siempre presto a recibir apoyos y subsidios del gobierno provincial cuando alguna potencia limita la cuota Hilton y la firma, entonces, decide suspender o despedir trabajadores.

El conocido frigorífico Paladini está en la posición 47 y exportó por más de diez millones de dólares, a razón de 190 dólares por minuto.

También aparece el laboratorio Wiener, que exportó por más de diez millones de dólares y que también repite los 190 dólares por minuto. La empresa que se ufana de ser modelo de las firmas surgidas en Rosario y que ahora está jugando en el mercado internacional pero que oculta el maltrato permanente a sus trabajadores, los que no pueden agremiarse ni denunciar las enfermedades originadas por las condiciones laborales si no son despedidos como acaba de ocurrir durante las primeras semanas del mes de setiembre.

Estos representantes del poder económico, de las grandes riquezas en la provincia de Santa Fe, nunca se sintieron controladas ni mucho menos presionadas por las administraciones justicialistas.
Tampoco expresaron preocupación alguna por el triunfo de la fórmula Binner - Tessio.

Lo político
Después de las elecciones, el doctor Hermes Binner hizo una serie de declaraciones en torno al futuro gobierno que conducirá a partir del 10 de diciembre.

Habló de la justicia, la seguridad, la educación, el trabajo, la coparticipación y la descentralización de la Empresa Provincial de la Energía y Aguas Santafesinas.

Detrás de cada uno de estos temas hay historias de corrupciones, negociados, impunidades varias y un permanente costo social que hasta ahora no ha sido saldado.

Estas fueron sus palabras y el contexto que deberá tenerse en cuenta alrededor de las mismas.

La cuestión laboral
El gobernador electo de Santa Fe, el doctor Hermes Binner, anunció la creación de un Ministerio de Trabajo en el territorio. “Es un proyecto que apuesta al equilibro y a la rejerarquización del área, porque la actual Secretaría de Trabajo no juega hoy un papel decisivo”, sostuvo a pocos días de ganar las elecciones del pasado 2 de setiembre.

Agregó que “otro perfil delineado para la futura cartera es el de “conciliador entre la producción y el trabajo”. Los equipos propios, conformados por profesionales y representantes de gremios, también proyectan la creación de una ART provincial y de un sistema de capacitación laboral”.

Calificó la falta de empleo como “la principal enfermedad” de la sociedad.

Estas frases fueron pronunciadas al mismo tiempo que los extraños y modificables números del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos confirmaban que, una vez más, Rosario se erigía como el aglomerado de mayor desocupación en el país.

Sin embargo habrá que decir que la mayor cantidad de trabajadores en la provincia tienen hoy una jornada laboral que excede las ocho horas. Una situación que precariza la situación existencial de los “ocupados”. Porque semejante ocupación no es sinónimo de mejor vivir.

Y, en forma paralela, el trabajo en negro no baja del 45 por ciento según las últimas encuestas realizadas por los organismos de medición provinciales.

Esa situación no fue modificada desde principios de los años noventa.

Una prueba más de la continuidad de la matriz de esos años y que hace centro en la vida cotidiana de los santafesinos.

También reaparece el núcleo duro de la desocupación: la muchachada que tiene entre dieciocho y veinticinco años.

En este sentido hizo estragos la modalidad del empleo temporario, el mismo que deviene del llamado boom de la construcción.

Sin hablar del segundo grupo duro de la desocupación y subocupación que son los trabajadores de más de cuarenta y cinco años.

No habrá solución si no se afecta la voraz concentración de riquezas en pocas manos para que se reduzca la jornada laboral, haya cupos de trabajo según las edades y aumenten los puestos de empleo en blanco y estables. Allí se necesita de un estado que “descontente” a las riquezas, tal como exigía Mariano Moreno en su Plan de Operaciones.

Educación
“Que el ciclo lectivo 2008 tenga a todas las escuelas en condiciones y no con los baños rotos, los techos que se llueven y sin vidrios. Los establecimientos ambientados tanto para el invierno como el verano son un derecho de los niños y los docentes”, remarcó Binner.

El diagnóstico del gobernador electo es claro, concreto y verificable.

Pero el problema será la política educativa y el protagonismo que tengan los actores que hacen realidad la comunidad escolar.

En la provincia, según datos oficiales, casi ocho de cada diez pibas y pibes no terminan la educación secundaria en tiempo y forma.

Habrá que dotar a las escuelas de un sentido existencial que permita enamorar a las chicas y chicos con una idea de pertenencia a algo que vaya más allá de lo individual. ¿Cómo se hará?

Seguridad
Sostienen los medios de comunicación regionales que habrá un Ministerio de Seguridad Provincial que tiene como objetivos “a mediano plazo”, la reducción de los núcleos de pobreza devenidos en caldo de cultivo de la delincuencia, la rejerarquización de la policía y el mejoramiento del servicio de Justicia.

Según los voceros del nuevo gobernador, “el proyecto, un virtual desdoblamiento del actual Ministerio de Gobierno, comenzó a diseñarse durante la campaña electoral, apostando a que el futuro conductor (a designar) planifique y ejecute acciones destinadas a reducir los niveles de criminalidad”.

La idea es tomar la integración de “los excluidos del sistema, la tareas preventivas apuntarán a las razones que desembocan en la delincuencia, como la desocupación, la marginación y la falta de educación.

“Otra meta a alcanzar es la rejerarquización de la policía tanto en lo económico como en lo que hace a la formación de sus representantes, priorizando una nueva forma de vincularse con la sociedad para recuperar prestigio”.

“La agenda incluye la reglamentación de la ley del personal policial, blanqueos e incrementos salariales, actualizaciones respecto de los ascensos y promociones, equipamiento adecuado y mejoras edilicias y de infraestructura”.

Tampoco descuidarán el plano personal del uniformado (vivienda y educación).

Asimismo, se evalúa la creación de un cuerpo de mediación policial para intervenir frente a un hecho que amerite una resolución, aunque no implique un delito.

Grupos de académicos, expertos jurídicos y especialistas en seguridad delinean los cambios estructurales en el área que permitirán avanzar en un plan de gestión que, más allá de una conducción centralizada, se pondría en marcha de manera descentralizada.

La situación carcelaria aparece como una prioridad. Por eso los socialistas y sus aliados fomentarán una reforma que intente revertir, entre otros déficits, el hacinamiento en las unidades de detención y la función del personal del Servicio Penitenciario Provincial (SPV), además de plantear opciones de rehabilitación de los internos.

¿Alcanzarán estos anuncios para borrar las cajas negras policiales, reducir la corrupción estructural y condenar las prácticas ilegales que permiten, por ejemplo, la democratización del narcotráfico en la provincia?.
Coparticipación
“Las provincias de Buenos Aires y Santa Fe son las más perjudicadas en cuanto a la coparticipación”. Es necesario “más que dinero fresco, necesitamos en las provincias una justicia en el reparto de la torta”.

La relación con el estado nacional necesita de la seria exigencia de reconstituir un estado nacional al alcance de los habitantes de todas las provincias.

Para ello será fundamental no solo pelear por la coparticipación sino por la recuperación del rol de los organismos nacionales con presencia en Santa Fe.

Justicia
Es necesaria una “reorganización administrativa” en el Estado provincial y cambios en la Corte Suprema de Justicia santafesina.

Precisó que ese máximo tribunal provincial “recuerda a los viejos tiempos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, antes de Kirchner, porque está totalmente politizada y partidizada”.

Dijo que Obeid “se apresura a reemplazar a procuradores y otros cargos utilizando el viejo método del dedo”.

“Hay otras formas de elegir a los miembros de la Corte para que sea independiente”.

Binner tildó de antiética la actitud de Obeid para renovar la Corte. El gobernador electo volvió a cuestionar el envió de los pliegos para cubrir las vacantes. Lo hizo después de reunirse con Kirchner. Auguró una buena relación entre provincia y Nación.

“En la provincia necesitamos aplicar el mismo sistema que aplicó el gobierno nacional. Hoy tenemos una Corte Suprema de lujo en la Nación y en la provincia tendremos un nuevo integrante elegido por el simple paso del tiempo, sanción ficta”.

“Ya lo experimentamos con Rosario, siempre hubo buen diálogo con el gobierno nacional”, explicó.

“Nuestra preocupación es que después del 28 de octubre sigamos todos juntos construyendo la provincia que nos merecemos”.

La justicia santafesina se ha caracterizado en los últimos veinticuatro años en funcionar como una red de pescador invertida: pasan de largo los peces gordos y quedan atrapados los peces chicos.

Será fundamental, tal como lo decía el ex fiscal de investigaciones administrativas, el santafesino Ricardo Molinas, que Binner descabece la actual Corte Suprema de Justicia y la llave de los fondos de la administración que es la Fiscalía de Estado.

Aquellas frases de Molinas tienen una actualidad notable y deberían ser tenidas en cuenta por el nuevo gobernador si es que realmente quiere producir cambios en el servicio público de justicia santafesino.

Agua y luz
La descentralización de Aguas Santafesinas y de la Empresa Provincial de la Energía es una de las transformaciones que el gobierno de Hermes Binner quiere concretar en la primera etapa de su gestión.

También se propone acercar a las comunas y municipalidades la decisión sobre la distribución de los cupos de construcción de viviendas, y eliminar entes gubernamentales como el Enress, que insume un presupuesto de 7 millones al año, y para el gobernador electo ya no tiene razón de ser después que el servicio de agua volvió a manos del Estado.

Esa parece ser la impronta que Binner le piensa imprimir a su gobierno: simplificar la burocracia y poner más cerca de la gente la solución de los problemas. Para eso, una de las decisiones que figuran en borrador es jerarquizar la atención de las cuestiones derivadas de la prestación de los servicios públicos básicos y no concentrar las decisiones en un solo nivel.

El Frente Progresista comandará el destino de los santafesinos los próximos cuatro años a partir de diciembre tras el triunfo en las últimas elecciones, y más allá de las definiciones de largo plazo en materia de política económica “sobre las que aún tiene margen para trabajar” el equipo que comanda Hermes Binner debe poner primera en un tema clave: la elaboración del presupuesto provincial para 2008.

“Una reforma impositiva es un tema del mediano y largo plazo” dijo Angel Sciara, candidato a ocupar el cargo de ministro de Hacienda.

Tanto la descentralización de la EPE como de Aguas Santafesinas y la reforma impositiva también necesita de una clara definición política. Enfrentar los sectores de poder económico para garantizar servicios al pueblo de la provincia. ¿Estará esa decisión?

La campaña presidencial
El gobernador electo de Santa Fe, Hermes Binner, descartó la posibilidad de tener una participación activa en la campaña presidencial hacia el 28 de octubre y enfatizó que su prioridad es “desarrollar la propuesta” en la provincia.

Binner sostuvo que “para nada” tiene previsto acompañar el proselitismo nacional, a pesar de que el Partido Socialista que integra se pronunció por la candidatura presidencial de Elisa Carrió y hasta colocó al titular de la fuerza, Rubén Giustiniani, como compañero de fórmula.

“Vamos a trabajar para Santa Fe, es la demanda de la gente. No vamos a desviar esfuerzos en ninguna cosa que no sea trabajar para cumplir con nuestro plan de gobierno”, sostuvo. En esa línea, le restó impacto a la relación entre el triunfo santafesino y la elección de Giustiniani como vice de Carrió: “Puede ser que para ella haya significado un dato relevante, pero para nosotros el desafío está en Santa Fe”.

Lo provincial estará necesariamente vinculado a lo nacional.

Si triunfa el proyecto kirchnerista que no promete rescatar YPF ni los recursos naturales para la nación y, al contrario, seguir la línea iniciada en los años noventa, Santa Fe, más temprano que tarde tendrá problemas económicos y sociales.

Si triunfa algún proyecto liberal, como los encabezados por Carrió o Lavagna, la cuestión será peor porque se volverá a un esquema muy parecido a lo ya vivido a finales de los años noventa y continuado por el duhaldismo.

De tal forma el futuro está abierto pero dependerá del grado de audacia para ser protagonistas o no de una historia que a casi doscientos años del sueño inconcluso de mayo de 1810 reviva la posibilidad de vivir con gloria viendo en el trono de la vida cotidiana a la noble igualdad.
Año 2013: El candidato del Frente Progresista, Hermes Binner, habló en el habitual acto de promesa a la bandera, ante 5 mil chicos en el Monumento Nacional a la Bandera: "En actos como estos vemos recuperar el valor de nuestra bandera celeste y blanca, que en este país se ha cambiado por una lucha entre el blanco y el negro, que significa no entender lo que representa la Nación". El Argentino, diario gratuito de Sergio Szpolski, ponía en tapa una noticia falsa, puso declaraciones del candidato a su responsable de prensa como parte de su mensaje a niños y niñas
Ver también: Hermes Binner se apareció con el libro bajo el brazo
Hermes Binner y la salud laboral en Santa Fe
Por Oscar Daniel Bonavita (*)
Decía hace unos días que “pasan cosas más allá de la General Paz” y que es una lástima que los medios de difusión de alcance nacional las ignoren olímpicamente. Difundirlas, ver que en algunos lugares se sigue respetando el valor de la palabra y se trata por todos los medios de respetar los contratos electorales, haciendo desde el gobierno aquello que se prometió en la campaña, serviría para revalorizar la política y a los políticos, demostrando que no están en el mismo lodo todos manoseados.

Trabajar desde los medios en esa dirección, cosa que obviamente no hacen las grandes publicaciones, contribuiría a mejorar el concepto de la gente sobre la política y a fortalecer el sistema democrático, ya que no es un secreto para nadie que sin partidos políticos fuertes, no puede haber una democracia sólida.
Hermes Binner, primer gobernador socialista de la República Argentina ha presentado en la Legislatura santafesina un proyecto de ley creando la figura del comité paritario de salud y seguridad en el trabajo y el delegado de salud y prevención de riesgos en los ámbitos laborales.
Con esta presentación, el gobernador de Santa Fe da cumplimiento a lo que había prometido en su campaña electoral, pero además de ello, es consecuente con lo que ha sido una preocupación constante del socialismo argentino.

El proyecto presentado promueve “la participación de trabajadores y empleadores en el ámbito de las empresas, con el objetivo de prevenir accidentes y enfermedades originarias del trabajo, de manera de hacer compatible, permanentemente, al trabajo con la preservación de la vida y la promoción de la salud las trabajadoras y trabajadores” (artículo 7 del documento del Mercosur sobre Seguridad e Higiene en el Trabajo). La propuesta está realizada en consonancia con una legislación de avanzada que contempla las últimas recomendaciones realizadas por los organismos internacionales en la materia, pero además de ello y lo que no es poco importante para un dirigente político, repito, respeta a rajatabla la que ha sido una posición histórica del partido que gobierna en Santa Fe.

En 1898, Juan B. Justo, fundador del Partido Socialista en el país, decía: “Hay que reclamar para todos los niños la educación elemental efectiva; hay que pedir la higiene y seguridad en el trabajo; hay que sostener, en una palabra, todas las reformas de aplicación inmediata necesarias para la elevación del pueblo trabajador, que deben ser comprendidas y apoyadas por éste, pues si el pueblo trabajador no las aplicara por si mismo, serían ilusorias. Con el mejoramiento mensurable de la situación del pueblo se elevará nuestro coeficiente de progreso histórico, y todo lo demás nos será dado por añadidura”.

Como él, su discípulo, Nicolás Repetto, desde su banca en el Congreso, trabajó incansablemente para dotar de mejoras y derechos a los trabajadores de los campos y ciudades, “gauchos miserables e ignorantes los primeros, obreros sin protecciones los segundos“.

Contemporáneamente, Alfredo Palacios en su libro "La fatiga", menciona que “de los exámenes médicos de las clases 1899 y 1900 que se incorporan al servicio militar, fueron exceptuados por falta de talla y capacidad torácica 3.747 jóvenes, de los cuales 3.455 eran trabajadores, en su mayoría herreros y hacheros”.

En esta lista de dirigentes socialistas que trabajaron por la reivindicación de los derechos de los trabajadores, no puede dejar de mencionarse a Francisco Cúneo, un obrero socialista que supo hacer oír su voz en el parlamento argentino, ni a Ángel M. Giménez (diputado nacional 1914/1918 y concejal metropolitano 1918/1923). La mayoría de sus proyectos legislativos estaban dirigidos al mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo y a la difusión de las nociones más simples y más importantes de la higiene social, combatiendo el alcoholismo y las enfermedades sociales.

Y más acá en el tiempo, como no hacer mención a la frustrada intención de Guillermo Estévez Boero, que en el pico de la euforia menemista bregó sin éxito para que el parlamento nacional sancionara una legislación progresista en materia de riesgos del trabajo (el proyecto, aunque tomó estado legislativo, jamás fue tratado).

Si la ley impulsada, que está impregnada de la convicción de Hermes Binner y que tiene la impronta de su ministro de Trabajo, Carlos Rodríguez, uno de los médicos laborales más prestigiosos y reconocidos del mundo, tiene un rápido tratamiento y, como se espera es sancionada en el corto plazo, los trabajadores santafesinos tendrán para sí una importante herramienta para avanzar en el mejoramiento de las condiciones de salud en el trabajo, la que se logrará, como corresponde, con la participación de los trabajadores, ya que sólo ellos con la experiencia acumulada por años en contacto con sus puestos de trabajo, son los que pueden preservar el mayor de sus patrimonios: su salud.
Hermes Binner desde Santa Fe puede estar satisfecho. Da respuesta a las necesidades del pueblo trabajador de su provincia y da cumplimiento a un legado histórico de más de 100 años.
(*) Autor de “La huella socialista en Chascomús” odbonavita@hotmail.com

Hermes Binner, el adiós
Por: Mario Wainfeld
Falleció Hermes Binner, el primer gobernador socialista. Su trayectoria es a la vez única y arquetípica de la dirigencia política, tan vilipendiada, tan necesaria. Militante desde pibe, afiliado ni bien pudo. Concejal y luego intendente de Rosario, reelecto. Arrancó una época de vacas flaquísimas (1995), escogió la mejor política progresista con poca plata. Implantó un sistema de salud pública señero, valiéndose de su saber médico y sus sensibilidad de gobernante. Popularizó el espacio público, en particular el río que sirve de paseo barato y dichoso para miles de rosarinos. Como gobernador cumplió su mandato en una de las contadas provincias en las que no hay reelección. Legitimado en el ejercicio del poder, abrió el paso para dos gobernadores sucesivos de su partido.

Un hombre sereno, firme, con convicciones. A los 77 años habrá acertado en el minuto a minuto alguna veces, otras no… como cualquier argentino politizado. La trayectoria lo enaltece. Fue coherente, fiel a su partido. Hay palabras injustamente gastadas por el uso, vale la pena reponerlas. Hermes Binner fue un caballero de la política. Los buenos indicadores sanitarios de Santa Fe, hoy en día, trasuntan y agigantan su legado.

Este cronista que lo conoció, frecuentó y respetó durante décadas le da el adiós abrazando a sus compañeras y compañeros socialistas, sus amistades y sus familiares.


Fotos: Juan Vargas, Noticias Argentinas, DyN
Fuentes: RosarioI12, Perfil, 5RTV, Señales

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