Prometió dar los detalles a la justicia en lo comercial
Por: Hugo Alconada Mon
Los pretendientes al timón del Grupo Indalo expondrán sus planes de inversión y detallarán la semana próxima quiénes son los financistas detrás del enigmático nombre OP Investments. Será ante la justicia en lo comercial, donde tramita el concurso, según reconstruyó La Nación.
Liderados por el financista Ignacio Rosner, el intento de resurrección del holding afrontará varios desafíos. El primero, la reticencia de la AFIP, que trabaja por recuperar todo lo posible de los $ 10.000 millones de deuda fiscal y lograr que sus hasta ahora dueños Cristóbal López y Fabián de Sousa terminen presos.
"La orden que tenemos es destruirlos", sintetizaron junto al titular de la AFIP, Alberto Abad, a La Nación. "Nos enteramos por ustedes [por la prensa] de la operación. Pero seguimos avanzando en la misma línea", abundó.
No sólo la AFIP se despegó. También la Casa Rosada y el Grupo Clarín. Y a esa reticencia, los abogados de OP Investments, del estudio Salaverri, sumarán las de otros acreedores. Como los ex empleados que reclaman indemnizaciones laborales y aportes previsionales, entre otros rubros.
Ex Grupo Macri, ex Clarín y ex El Tejar, las especulaciones rodean a Rosner desde que La Nación reveló el traspaso. Pero los capitales frescos, en el orden de los decenas de millones de dólares, provendrían de fondos de inversión extranjeros, alguno de los cuales ya trabajó con Rosner en proyectos agropecuarios de El Tejar.
En la Casa Rosada niegan cualquier "padrinazgo" sobre Rosner, quien se reunió con José Torello, jefe de asesores de Mauricio Macri, el miércoles 18. Dicen que comunicó sus planes de inversión y que no pidió ayuda, sólo ecuanimidad: que le apliquen los mismos plazos y reglas que al resto de los empresarios, y que le quiten de encima el "costo Cristóbal".
Rosner piensa que sin López ni De Sousa, bien administrado y desprendidos de ciertos activos -como los medios y el Banco Finansur-, el holding puede multiplicar su valor en pocos años.
Rápido de reflejos, Rosner también buscó aquietar aguas. Por eso, minutos después de que La Nación le dejó un mensaje en su teléfono, la tarde de este martes, llamó al Grupo Clarín, donde ocupó un sillón en el directorio. Habló con el sobrino de Héctor Magnetto, Pablo Casey, lo que confirmaron en el multimedios. "Llamó para que [Casey] no se entere por los medios", indicó un vocero.
En tanto, los dueños salientes de Indalo lidian con sus pesadillas. López se mueve en joggineta negra y remera, despeinado y obsesionado por no seguir los pasos del otrora todopoderoso Julio De Vido . Su socio De Sousa expone más sus emociones. Por momentos, al ver imágenes como las de De Vido, se exaspera y llora. "No quiero que mis hijos me vean así", dice. Y aventura que antes de eso, se pega "un tiro".
Fuente: Diario La Nación
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