Fabián De Sousa y el empresario patagónico freezaron la división del holding para evitar que sea considerada como una trampa y para llevar tranquilidad a sus 29.000 empleados
Por: Andrés Sanguinetti
Después de las denuncias. cuestionamientos y presiones que recibieron tras conocerse que habían utilizado $ 8000 millones de impuestos no liquidados a la AFIP para expandir las inversiones del holding del cual son socios, Cristóbal López y Fabián De Sousa decidieron frenar la separación de los activos del Grupo Indalo.
Según fuentes del mercado, ambos accionistas de la sociedad bajo la cual se agrupan empresas de sectores tan diversos como lácteos, petróleo, concesiones viales, medios de comunicación, finanzas y turismo dieron marcha atrás con la determinación que habían comunicado la semana pasada.
De acuerdo a la información que pudo recabar El Cronista, lo hicieron después de haber evaluado el conflictivo escenario que se abrió al grupo tras informaciones periodísticas que dieron cuenta de que en los últimos cuatro años, Indalo no abonó el impuesto a los combustibles de su empresa Oil.
Por este hecho, la Afip había denunciado penalmente a Grupo Indalo, Cristóbal López y Fabián De Sousa por el presunto delito de insolvencia fiscal fraudulenta. Según la denuncia, el presunto delito se basaría en que se habrían simulado una delicada situación financiera que exige un readecuamiento del flujo líquido para afrontar deudas y, por otro lado, la existencia de un estado patrimonial suficiente para hacer frente, eventualmente, a la refinanciación de la deuda impositiva.
La denuncia surgió a partir del análisis que realizó la AFIP sobre los planes otorgados bajo el amparo del artículo 32 de la Ley de Procedimiento Tributario Nacional, que permitía al Administrador Federal brindar planes de pago especiales. Esta posibilidad fue derogada por la actual administración.
La actuación de la AFIP está determinada por una denuncia periodística del diario La Nación, que reveló que el empresario le debe impuestos a la AFIP por $ 8000 millones.
A pesar del rechazo de Fabián De Sousa a la acusación de evasión fiscal y a las explicaciones dadas por el empresario, asegurando que el grupo utilizo los mecanismos de diferimiento de pagos de impuestos permitido por la AFIP, ambos definieron una nueva estrategia para intentar enfriar el caso.
Esto es, volver atrás y mantener cada uno sus tenencias en el Grupo Indalo, donde Cristóbal López es dueño del 70% y De Sousa del 30% restante del capital de un holding con ventas anuales superiores a los $ 35.000 millones.
"Dan marcha atrás, por lo menos hasta que se supere esta crisis. Además, no quieren que se crea que la decisión de separar el holding fue tomada precisamente para complicar el tema con la Afip, o como una trampa", sostuvieron fuentes cercanas a Cristóbal López. También agregaron que la medida está orientada a darle tranquilidad a los cerca de 29.000 empleados que tiene el conglomerado empresario, ya que las acusaciones oficiales habían generado temor por el futuro laboral.
Inicialmente, López y De Sousa se habían dividido el Grupo Indalo. La marca quedaba para López así como el resto de los activos que no formen parte de los negocios petroleros y de medios de comunicación. Ambos sectores iban a formar parte de una nueva sociedad que sería propiedad de De Sousa quien así iba a ser el único que tomara las decisiones en empresas como Oil Petroléo o medios como C5N, el diario Ámbito Financiero, radios y el canal de cable CN23. También las productoras de contenidos Ideas del Sur, PPT y La Corte. Por su parte, López gestionaría las alimenticias, concesionarias de autos e industrias. También Oil M&S y con las actividades en el sector de juegos de azar, donde también existía la posibilidad de que siguiera la separación.
Fuente: El Cronista