Ignacio Rosner, el sucesor de Cristóbal López, se reunió con Cuccioli antes de que desembarcara en la AFIP
Por: Hugo Alconada Mon
A fines de 2017, el ahora designado titular de la AFIP, Leandro Cuccioli, se reunió en secreto con Ignacio Rosner, el sucesor de Cristóbal López al frente del Grupo Indalo, para evaluar la solidez del holding y sus opciones de supervivencia.
Fuentes oficiales y de la empresa confirmaron a La Nación que las reuniones ocurrieron entre fines de noviembre y principios de diciembre por orden de la Casa Rosada, que buscó determinar la seriedad de Rosner, conocer los potenciales compradores de sus activos y descubrir si era un mero testaferro de López y de su socio Fabián de Sousa.
Para la Casa Rosada, el caso Indalo se convirtió en un dilema de Estado desde que La Nación reveló, dos años atrás, que el grupo acumulaba una deuda fiscal de $8000 millones. Ante semejante carga, la postura de la AFIP sobre el plan para pagarla es vital para la suerte o la quiebra del holding y para la situación penal de López y De Sousa, presos por evasión.
¿Es un guiño al "proyecto Rosner" el ascenso de Cuccioli de negociador secreto a jefe de la AFIP? Decidido a ahuyentar fantasmas, el funcionario defendió ante una consulta de La Nación la línea dura de Alberto Abad, su antecesor en el cargo. "La actuación de Abad en el ?caso Indalo' ha sido impecable y voy a continuar con los lineamientos trazados por él y por la AFIP", dijo el viernes último.
La definición agrega sombras en el futuro del emporio dueño de 170 empresas, entre ellas los medios C5N y Radio 10, la petrolera Oil y la constructora CPC.
No era ese el espíritu cuando Rosner empezó sus contactos con el Gobierno. Una de las reuniones con Cuccioli ocurrió en la Casa Rosada: lo admiten tanto en el oficialismo como en Indalo. Según reconstruyó La Nación, habría existido otra cerca del 20 de noviembre en una casa de San Isidro, aunque las fuentes ligadas a los dos protagonistas lo niegan.
Mientras avanzaba ese diálogo, López inyectó fondos millonarios en el Grupo Indalo a pesar de que ya había ocurrido su salida formal. El dato alienta sospechas de quienes creen que sigue siendo el verdadero dueño de todo. Pero cerca de Rosner indican que ese fondeo era para cubrir el pago de las cargas sociales previas a la retirada. "López quería evitarse más problemas penales", dicen.
Rosner se ilusionó con la designación de Cuccioli como interlocutor. Se conocían. Los "Paradise Papers" muestran que entre 2012 y 2015 coincidieron en las reuniones de directorio y de comité operativo de El Tejar, una firma offshore constituida en las islas Bermudas para controlar un gran emprendimiento agropecuario, según revelaron La Nación y Perfil.
Rosner fue más lejos, según testigos de las negociaciones. Les habría comunicado a sus colaboradores que Cuccioli había sido su "empleado" en El Tejar -lo cual es falso- y que el Gobierno "no quiere que se funda el grupo", por lo que iban a negociar "a quiénes les venderían cada parte".
Consultado por La Nación, Rosner negó esas frases: "El Gobierno lo mandó [a Cuccioli] para que le explicara nuestra propuesta, pero él nunca aceptó debatir. Se limitó a tomar nota y transmitir a sus jefes".
Cerca de Cuccioli añadieron algo más. Que Rosner confiaba en recuperar al grupo con planes y créditos a largo plazo. Y que el emisario de la Rosada fue tajante: les dijo que debían inyectarle fondos frescos al holding si querían evitar la quiebra.
Las esperanzas de Rosner habían chocado con Abad. Se reunieron dos veces, sin acuerdo. El 28 de noviembre, ante la consulta de la Justicia, Abad se negó a aceptar las acciones de empresas del grupo como garantía de recobro de los impuestos que debe al Estado. Fue entonces cuando Rosner, según cuentan testigos, vaticinó que a Abad lo echarían de la AFIP y que lo reemplazaría Cuccioli.
¿Tenía información privilegiada? El empresario negó a La Nación haber dicho eso. Con tono risueño, acotó: "Nunca se me pasó por la cabeza que Cuccioli pudiera ir a la AFIP".
Según reconstruyó este diario, Abad le comunicó a Mauricio Macri en noviembre que iba a renunciar. Ahí comenzó la danza de nombres, con Cuccioli al frente.
Ingeniero industrial con posgrado en negocios, pero ninguna experiencia en recaudación, Cuccioli se había ganado el respeto de la Casa Rosada por su capacidad operativa. "Lo apodamos 0800-Cucho", explicó una fuente oficial. "Lo llamás, le tirás el tema que sea, lo estudia y lo resuelve".
Después del dictamen de Abad, Rosner insistía con sus pedidos de reuniones a Macri y al jefe de Gabinete, Marcos Peña, que lo derivaron a José Torello, jefe de asesores. Torello le pidió al vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, que designara a alguien que entendiera la operatoria financiera. Surgió el nombre de Cuccioli, entonces funcionario de Finanzas.
Cuccioli se reunió con Rosner y evaluó el caso Indalo. Ni se imaginaba que su destino estaba en la AFIP. Incluso a principios de diciembre renunció a su cargo en el Ministerio de Finanzas -llegaron a organizarle la fiesta de despedida-. Volvió sobre sus pasos porque su jefe, el ministro Luis Caputo, le pidió que se quedara. Se enteró de que iría a la AFIP después del "retiro" del Gabinete en Chapadmalal, a mediados de febrero.
Tras mantener aquellas dos reuniones con Abad, por ejemplo, dijo que ya tenía "todo acordado con la AFIP". Abad se enteró y cuando Rosner le pidió un tercer encuentro lo derivó al área de Grandes Contribuyentes Nacionales. No solo eso, ante una nueva consulta judicial, Abad volvió a rechazar la propuesta de pago.
Los contactos entre Rosner y Cuccioli continuaron por WhatsApp hasta hace diez días, cuando el financista le preguntó al funcionario si podía recibir a un sindicalista. No hubo respuesta.
Rosner también acumuló cortocircuitos en el sector privado. Comunicó a los suyos que el Grupo Vila Manzano se quedaría con los medios. Pero desde ese holding indicaron a La Nación que, si bien expresaron su interés en el expediente del concurso, recelan del actual timonel de Indalo: "Digamos que Rosner quiere vender cosas que no son de él y que están inhibidas".
También se ilusionó Rosner con que el gigante energético ruso Lukoil inyectara fondos, mientras que otra multinacional, Trafigura, expresó interés en la petrolera Oil Combustibles. Pero ambos dudan por la compleja situación financiera y judicial imperante. Ante la consulta de este diario, expresaron desconfianza hacia los planes de Rosner.
Ahora, con López detenido desde el 19 de diciembre y la AFIP en pleno cambio, ¿qué ocurrirá con Indalo? El futuro se vislumbra oscuro. Cuccioli, ante las revelaciones de su relación previa con Rosner, había indicado el domingo pasado que se excusaría de tratar todo asunto vinculado al holding. Ahora fue más lejos. No solo dijo que seguirá la línea dura anterior: le pidió a la primera línea de colaboradores de Abad que permanezcan en sus cargos.
Fuente: La Nación