Nacido en Italia y criado en Argentina, este emprendedor de los medios de comunicación tiene 94 años y todavía va a su oficina todos los días. Como fundador, no es solo es ilustrativo de la historia del Telefe Argentina, sino de la historia de la industria de la TV en su conjunto en ese país.
Simoncini ha tenido una extensa carrera en la industria. Ha estado involucrado durante años con Canal 11 en Buenos Aires, que comenzó en 1957 y que luego se transformó en Telefe en 1989, bajo su apuntalamiento y también en la creación de Canal 5 de Rosario, fundado en 1964.
La historia de Simoncini que se desarrollará en las páginas de VideoAge en NATPE Miami, será rica en drama (los militares tomarán las estaciones de TV de Buenos Aires), intriga financiera (haciendo que 120 inversionistas diferentes acuerden una estrategia unificada), diplomacia internacional (obtener que la americana ABC-TV se involucre), armonía religiosa (una estación de TV propiedad de los jesuitas compitiendo con canales de TV de propiedad judía), decisiones históricas (como la selección del estándar de TV en color) y políticas (lidiando con la amante y esposa eventual del líder argentino, Juan Perón, Evita Perón).
Pedro Simoncini: Un pionero que amaba distribuir programas de TV educativos
Pedro Simoncini es conocido a nivel internacional, en Estados Unidos y en Argentina, por su condición de pionero de la televisión. Sin embargo, su ambición inicial fue simplemente producir y distribuir programas de TV educativos, que comenzó a hacer en Buenos Aires con Programas Santa Clara. Eso aconteción en el mismo tiempo en el que comenzó a acudir a MIPTV, festival al que llevaba a su hija Karin.
A inicios de 1964, Simoncini fue de los primeros hombres de la televisión que asistió a los ahora llamados L.A. Screenings.
En aquellos años, 1974-1980 específicamente, Simoncini trabajó como presidente de la Asociación de Teleradiodifusoras Argentinas, representando los intereses de su propio canal, Canal 5, en la ciudad de Rosario (aun cuando su número mágico siempre había sido el 11, como en Teleonce) y luego, Telefe. Pero sigamos con una pequeña historia anterior.
Cuando “Pietro” Simoncini dejó su Nápoles nativo por Argentina, en 1924, solo tenía un año. Sus padres decidieron regresar a Nápoles al año siguiente, para luego establecerse definitivamente en Buenos Aires en 1927. Aún Pietro no se había hecho ciudadano argentino hasta 1940 y recordaba: “Mis padres insistían en permanecer italianos. Ellos regresaron a Nápoles en 1925 para que mi hermano naciera allí.”
Al principio no había nada que indicara que se convertiría en uno de los pioneros de la TV argentina, generando exitosamente canales locales de televisión, y creando, en 1989, Telefe, una de las dos estaciones de televisión más importantes en Argentina.
En 1943, Pietro, para entonces ya conocido como Pedro, era empleado del Banco Italiano en Buenos Aires, encargado de la tarea de pagarle el salario a la actriz y personalidad radial Eva Duarte (la futura Eva Perón) de parte del inmigrante búlgaro Jaime Yankelevich (1896/1952) propietario de Radio Belgrano. “Ella venía a mi oficina y yo verificaba su firma para que pudiera cobrar su salario”, recuerda Simoncini de Evita.
VideoAge se encontró con Simoncini en septiembre pasado en su oficina en la Avenida Belgrano, en la capital argentina. “En estos días vengo a la oficina solo por las mañanas y vengo acompañado porque no me siento bien y desde el año pasado no puedo manejar. Nunca me imaginé que ser viejo fuera tan duro”, confesó.
Ahora Simoncini está dedicado exclusivamente al contenido educativo, “que ha sido siempre mi pasión”, destaca. Se retiró del sector de la TV comercial en 1993 para concentrarse en la producción de programas educativos, y aún es miembro activo de la Academia Nacional de Educación.
En 1949, Simoncini también estaba dedicado a las finanzas e inversiones de la Compañía de Jesús, grupo que además en 1957 decidió aplicar para una licencia gubernamental para operar como un canal de televisión. El líder de la Compañía de Jesús, Héctor N. Grandinetti, del Colegio del Salvador, reunió a 120 inversores para formar la Compañía Difusora Contemporánea (DiCon) y pidió autorización para explotar el Canal 11 (uno de las 7 frecuencias disponibles para el entonces naciente sector privado de TV argentino para competir con la televisora nacional, Canal 7). La gestión involucraba a 3 canales en Buenos Aires, dos en Córdoba y Mendoza.
La transmisión regular en Argentina había comenzado en 1951 con el Canal 7, que fue desarrollado por Radio Belgrano (Yankelevich) y patrocinado por la entonces jefa de-facto, Evita Perón. Luego del golpe militar de 1955 (Revolución Libertadora) que envió a Juan Perón al exilio, Canal 7 se convirtió -y es hasta el día de hoy- en un canal de TV gubernamental.
Canal 7 fue rebautizado como Argentina Televisora Color (ATC) en 1979 luego de proveérsele la transmisión a color para la Copa Mundial de Fútbol celebrada en Argentina. Sin embargo, ATC solo transmitió un juego en colores. Las transmisiones regulares a colores no comenzaron sino hasta 1980 y usaban un sistema estándar PAL modificado.
Se abrió un debate para seleccionar el estándar de la televisión a color, pero en contra de la sugerencia de los técnicos, se optó por un híbrido alemán del sistema PAL por sobre el sistema americano NTSC. Un estándar PAL modificado fue el elegido por la presión de la Cámara de la Industria de Artículos Electrónicos en Argentina (CADIE), que no quería televisores importados de Alemania o de Estados Unidos. Y todas las estaciones de televisión adoptaron ese sistema estándar.
Luego de las elecciones democráticas de 1958, el presidente Arturo Frondizi abrió las estaciones privadas, un proceso que había comenzado dos años antes el entonces presidente, Pedro Aramburu, de la Revolución Libertadora.
Simoncini fue el encargado de mantener la armonía entre todos los inversores del Canal 11, personas que según él recuerda “vieron el canal más que todo como la llamada a la fama para sus esposas e hijos”. En efecto, Simoncini se convirtió en el primer manager de la televisora. Debido a conflictos internos, Canal 11 fue el último de los tres canales de Buenos Aires en salir al aire. Lo hizo en 1961 y fue bautizado Teleonce.
Con muy pocos fondos, la emisora tuvo que encontrar otros inversionistas para financiar la programación y como sabían que los canales de TV de Estados Unidos estaban buscando invertir en Sudamérica, Simoncini intentó con el único canal americano que no tenía una sociedad local: ABC. CBS ya estaba asociado con Canal 13 y Ricardo Pueyrredón, quien se asoció con Goar Mestre. NBC estaba aliado con Canal 9 e Ildefonso Recalde, quien lo tomó del inmigrante alemán Kurt Lowe.
“Era la única manera de competir con el cubano transplantado en Argentina, Goar Mestre (1912/1994)”, dijo Simoncini sobre su rival y compañero pionero de la televisión argentina.
Sin embargo, como el gobierno argentino no permitía a compañías extranjeras entrar como accionistas del canal de TV, DiCon y ABC crearon Telerama, una compañía externa para programación y publicidad. Trucos similares fueron practicados por Canal 13 y CBS con Proartel, y Canal 9 y NBC con Telecenter.
Por ejemplo, en el caso de Proartel, cuando se le cobraba el tiempo en aire a las agencias de publicidad, recibían dos facturas: una de Proartel y la otra de Río de la Plata, que era la licencia de Canal 12. Mestre aún era ciudadano cubano, así que él solo podía controlar Proartel.
Igualmente, Michael J. Solomon, para el momento ejecutivo de ventas de contenido en MCA-Universal, recuerda que todas las facturas por adquisición de contenidos para Canal 11 iban a Telerama, que, según confirmó Simoncini, pertenecía en un 90% a ABC.
En este punto, un factor social contribuyó en la carrera de Simoncini. Los jesuítas se sintieron intimidados por el hecho de que ambos, Canal 9 y Canal 13, propiedad de judíos argentinos, se habían asociado con los canales norteamericanos iniciados por judío-americanos. El único socio posible que quedaba era el canal judío ABC.
Pedro Leda, de Ledafilms Distribution, recuerda: “Por razones lógicas, las negociaciones eran muy delicadas y se necesitaba a un buen diplomático. Los jesuítas enviaron a su asesor legal, Pedro Simoncini a Nueva York. Ambas partes quedaron tan impresionadas por cómo Simoncini manejó las negociaciones que acordaron nombrarlo gerente general de Canal 11”.
También ayudó que Simoncini hablara inglés (que aprendió en el colegio) y que era un buen abogado, versátil y hábil negociando. A ello había que sumarle su excelente español, “algo de francés” e italiano perfectamente sin acento napolitano porque, según aclara, “mi madre era de la Toscana y hablábamos buen italiano en casa.”
Leda continúa: “Canal 11 no era el número uno en Buenos Aires, pero era el más rentable por sus costos limitados. Su programación estaba esencialmente basada en series y películas de ABC, más noticias, shows de entretenimiento y series dramáticas locales. Las telenovelas no eran un género dominante para ese momento.”
En 1970, una combinación de hechos, como el cambio de gerencia de ABC International (de Don. W. Coyle a Dick O´Leary), y la nueva inestabilidad política en Argentina (con tres presidentes diferentes desde junio de 1970 a marzo de 1971), llevó a la venta de Canal 11 a Héctor Ricardo García de Editorial Sarmiento. Simoncini se unió a otros proyectos. (ABC había comenzado su división internacional bajo la dirección de Coyle en 1958)
El nexo con ABC permitió que Simoncini y otros productores latinoamericanos comenzaran a acudir a L.A. Screenings en 1964 cuando Michael J. Solomon, quien se acababa de unir a MCA (ahora NBCUniversal) se aproximó a Jack Singer en Nueva York. Singer era el responsable de programar muchos canales de TV que ABC controlaba y además le reportaba a Coyle. Solomon le pidió a Singer si podía invitar a los gerentes de una decena de canales que ABC manejaba en Latinoamérica a los estudios de MCA en Los Angeles para proyectar y comprar los nuevos shows que MCA estaba produciendo, sobre todo para ABC.
En 1973, todos los canales de Buenos Aires y unos pocos del interior del país fueron nacionalizados en el tiempo en el que Juan Perón regresó como presidente por tercera vez. Los dueños fueron compensados por los militares, quienes mandaban antes de perón.
Con el retorno de la dictadura militar (Proceso de Reorganización Nacional) en 1976, Canal 13 fue puesto a disposición de la Marina, Canal 9 bajo órdenes de la armada, y Canal 11 asignado a la fuerza aérea.
Recuerda Leda: “Los militares estaban en todos los canales, vestidos de civiles, y ocasionalmente en uniformes. Cada uno de los tres canales tenía un gerente civil a cargo de la producción, adquisiciones, programación y horarios, hombres con previa experiencia televisiva que reportaban a los interventores militares. Y luego, los interventores reportaban a otra entidad radial y televisiva más alta que también era manejada por militares”.
En 1977, la compañía norteamericana de transmisión, producción y distribución, Metromedia, nombró a Simoncini como representante de ventas para Argentina, Paraguay y Uruguay.
Paul Rich explicó: “Pedro era el representante de producción en Argentina de Metromedia durante los años en los que yo estaba a cargo de la compañía (1982/85). Junto a todos los representantes de ventas que tuvimos alrededor del mundo para ese momento -12 entre todos- él fue un hombre gentil, un feroz negociador y un agudo observador de nuestro negocio, totalmente leal. Me recordaba mucho a mi padre, quien como Pedro, tenía la misma seguridad y al mismo tiempo tenía un estilo cercano y cariñoso.
“Nuestra relación iba más allá de la televisión y las ventas; abarcaba política, religión, cultura y educación. Estaba totalmente enterado no solo de lo que pasaba en Sudamérica sino de lo que ocurría en Estados Unidos a todo nivel.”
Con el regreso de la democracia en 1983, el presidente Raúl Alfonsín le retornó la licencia del Canal 9 a su anterior dueño, Alejandro Romay en 1984. Canal 11 y Canal 13 permanecieron como canales del gobierno hasta 1989. Cuando el próximo presidente, Carlos Menem reprivatizó los canales de televisión, Canal 13 fue a manos de Clarín y Canal 11 a la Editorial Atlántida (en 1971, Atlántida había adquirido Canal 13 que fue nacionalizado dos años más tarde.) Clarín apostó por ambos, creando la compañía Artear y compitiendo por Canal 11 y 13. Finalmente tuvo que elegir uno, quedándose con Canal 13.
Mientras tanto, en 1972, Simoncini se convirtió en accionista, y en 1975, el mayor accionista (70%) junto con el presidente de Canal 5 (de Rosario) y en accionista minoritario en otros canales en Córdoba, Resistencia y Neuquén. Aquellos canales, recuerda Simoncini, no estaban estatizados. Canal 5 fue fundado en Rosario, la tercera ciudad más grande del país en 1964, para retransmitir los programas del canal del estado, Canal 7, de Buenos Aires.
Según Pedro Leda: “Simoncini reconoció la importancia de crear un canal de TV que incluyera nuevos canales de aire con licencia y del interior y obtuvo acuerdos exitosos con canales locales en varios ciudades de Argentina. Estos acuerdos permitieron que las televisoras locales compitieran en sus mercados al recibir la programación y el estilo de Canal 11”.
En 1989, agrupó Canal 5 y otros en los que tenía inversión con Canal 11 en Buenos Aires (que acababa de ser privatizado –el gobierno se lo había apropiado en 1974) para formar Televisión Federal S.A. o Telefe, el cual, según Simoncini aclaró “no significaba Tele Fede (Fe) ni era una televisora católica (Canal 11 había sido siempre vinculado a los jesuitas) sino Televisión Federal, puesto que cubría mucho del país. "Sin embargo, nuestro slogan era 'El canal de la familia'", recuerda Simoncini
Para ese tiempo, Telefe tuvo como sus mayores accionistas a los socios de Televisoras Provinciales (con un 30%), incluyendo: Canal 8, Mar de Plata; Canal 8, Tucumán; Canal 9, Bahía Blanca; Canal 11, Salta; Canal 13, Santa Fe; el canal de Simoncini, Canal 5, Rosario; Canal 8, Córdoba y Canal 7, Neuquén. Editorial Atlántida tenía el 14%.
Simoncini era el director de Televisoras Provinciales y controlaba sus propios intereses a través de Rader, una compañía que en 1998 fue adquirida por Compañía de Televisión del Atlántico.
Este pionero de la TV argentina recordó que los afiliados podían haber sido 10 canales de TV y que todos pagaban para llevar programas de Canal 11 en Buenos Aires, bajo la marca Telefe. Los afiliados, a su vez, harían dinero llenando los espacios vacíos entre los programas con comerciales locales.
Los afiliados retransmitían Canal 11 de Buenos Aires con contenidos viejos, a veces hasta con una semana de retraso (con la excepción de noticieros que eran de transmisión simultánea).
En efecto, 29 años luego de crear armonía entre los 120 inversores de Canal 11 en Buenos Aires, Simoncini regresó a Canal 11 con la tarea de reunir un número similar de socios para crear Telefe con Canal 11 en Buenos Aires como el canal insignia.
Con Simoncini como líder, Telefe comenzó a producir series de televisión, incluyendo telenovelas, exportándolas a Uruguay (Canal 4 y Canal 12). Se retiró en 1993, y cinco años más tarde el canal fue vendido a Telefónica de España. Hoy, Telefe está en manos de Viacom.
Para ese tiempo (y aún en la actualidad) Telefe era propietario y operaba 9 canales locales de televisión; además de que continúa teniendo 9 afiliados que ayudan a alcanzar el 95% de los hogares con televisión del país y todo el resto de TV vía cable y satélite.
Simoncini se retiró, pero solo del sector comercial, porque en 1992 fundó TV Quality, una compañía de producción para programas educativos, lo que marcó su retorno a su primer amor. En 1994, esto complementó otra de sus creaciones, Educable, que distribuye programas culturales y educativos a varios canales de cable en acuerdo con la Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC).
Según él, “la diferencia entre programas culturales y educativos es que “cultural” incluye elementos educativos, mientras que “educativos” son solo una herramienta de enseñanza”.
Justo antes de abandonar Telefe, Simoncini se convirtió en presidente de la Fundación Compromiso, una asociación de compañías sin fines de lucro, una posición que mantuvo hasta el año 2000.
La única hija de Simoncini, Karin, comenzó su carrera en televisión luego de la universidad en 1992, en Teleinterior, una compañía distribuidora de contenidos y dos años más tarde se unió a su padre en TV Quality. En el año 2000, se fue a trabajar para National Geographic en Washington, D.C. y en 2010 para Fox Channels en Australia. Desde 2014 ha estado en ZooMoo Networks como directora de programación.
De aquellos años con su padre, Karin recuerda: “Era un jefe fuerte, pero inspirador. Lo que más admiré de él era su genialidad”.
En la foto: Pedro Simoncini con el autor de la nota, Dom Serafini, en Buenos Aires
Fuente: The Daily Television