El Foro de Periodismo Argentino (FoPeA) manifiesta su profunda preocupación por la grave situación laboral que está atravesando la prensa en el país, situación que en los últimos días se ve aún más agravada por el posible cierre en el corto plazo de la agencia de noticias DyN, lo que afectaría a un centenar de trabajadores.
En los últimos dos años y medio, se han perdido más de dos mil puestos de trabajo en la prensa argentina y, como ya lo ha denunciado FoPeA en otras ocasiones, esta tendencia parece profundizarse. Según los registros de nuestra organización, sólo en 2017 han cerrado medios como el diario El Ciudadano de Santa Fe, el Buenos Aires Herald, CN23 (en su formato de señal de noticias), El Argentino, Veintitrés (primero la revista y luego la web), y ahora la agencia DyN.
Pero antes de eso, ya había ocurrido lo mismo en Radio América, Tiempo Argentino; revista 7 Días y otras publicaciones del extinto Grupo 23; el diario La Mañana de Córdoba, entre muchos otros, especialmente en las provincias argentinas, donde la precarización se intensificó fuertemente. Algunos de esos medios fueron recuperados por sus trabajadores en forma de cooperativas (Tiempo Argentino, El Ciudadano, La Mañana de Córdoba) frente al abandono empresario. Otros directamente desaparecieron.
La implosión de estos medios se produjo, en su mayoría, por el accionar de sus dueños, que sólo se valieron de la publicidad oficial otorgada por el gobierno anterior y que luego, ante el cambio de autoridades a nivel nacional, vieron flaquear esos ingresos y no dudaron en dejar en la calle a cientos de trabajadores, sin tener aún hoy ninguna sanción judicial por sus actos pese a las múltiples denuncias que pesan sobre ellas. En otros casos, los medios han desaparecido a raíz de las consecuencias que provocaron los cambios tecnológicos, y las tendencias que se producen a nivel nacional e internacional por la mutación en los hábitos de consumo.
A esta dramática situación que atraviesan los periodistas por los cierres de medios se suman los recortes de personal, despidos, regímenes de “retiros voluntarios”, no renovación de contratos temporarios, entre otras modalidades que cercenan la estabilidad laboral en la prensa. Además de ciertas amenazas sobre posibles derrumbes de otros grupos de medios que se han hecho públicas en los últimos tiempos.
Desde FoePA subrayamos una vez más que estas situaciones terminan no sólo afectando la realidad de los trabajadores de prensa en materia laboral, sino a la pluralidad de voces y la calidad informativa cuyo destinataria final es la ciudadanía en su conjunto. Y, como consecuencia de eso, se produce una afectación clara a la Libertad de Expresión.
Por todo ello, además de solidarizarnos con los colegas que están atravesando situaciones delicadas, pedimos a los propietarios de los medios que actúen con responsabilidad y que busquen alternativas para evitar esta sangría permanente de trabajadores de prensa.
Instamos a las autoridades públicas a hacer lo que corresponda para que los periodistas no sean la variable de ajuste de estas situaciones. Y reiteramos a toda la sociedad una convicción que hemos manifestado en más de una oportunidad: no hay democracia sin periodismo y no hay periodismo sin periodistas.