Sobre afirmaciones sin rigor periodístico
Por: Elena Corvalán
Supongo que la gran mayoría están enterados que dejé la dirección de Radio Nacional Salta. El nuevo director, Federico Robustiano Pinedo, asumió el pasado 10 de mayo. No suelo usar este espacio para hablar de mí, pero en esta ocasión tendré que hacer una salvedad. Primero, para informar que, como era personal de planta de la radio, sigo en esa condición, con funciones de periodista, que es lo que hice en toda mi vida de trabajadora.
Los periodistas solemos caer fácilmente en el reduccionismo de juzgar que aquello de lo que no nos enteremos, no existió.
Desde que se anunció la designación del nuevo director vengo enterándome de notas o informes periodísticos que hablan de una emisora “venida a menos”, “desactualizada”, y otras apreciaciones por el estilo. Conociendo la realidad de Radio Nacional Salta tengo que decir que estas afirmaciones son por lo menos livianas, dichas sin el menor apego por el rigor periodístico.
¿Qué se querrá significar con la frase “venida a menos”? Quienes deciden hacer estas consideraciones como periodistas deberían revisar un poco la historia reciente de la Radio, entonces podrían comparar y afirmar sí, con datos concretos, si vino a menos, o no.
Lo mismo se aplica al adjetivo “desactualizada”. ¿Desactualizada, o venida a menos, por tener transmisores digitales de calidad? ¿Desactualizada, o venida a menos, por sus contenidos? ¿Por qué pusimos el eje en la promoción y el respeto de los derechos de las personas?
En otra publicación se habla de equipos que figuran como existentes pero no están, con lo que se incurre en una falsedad. El equipo de FM, un RVR italiano de 5 kilos, está en Buenos Aires, adonde fue enviado para ser reparado por una falla de origen, y se espera que sea enviado en estos días, si es que ya no está en viaje a Salta. De los dos pianos, el de cola, como se le informó al nuevo director, no puede ser reparado, a pesar de los deseos de mi gestión, debido a que tiene rota el alma, condición en la se encontraba cuando asumí. Los discos de vinilo, y de pasta, están y durante mi gestión se los preservó con limpiezas periódicas.
El mismo día que dejé la dirección elevé un informe de gestión a las autoridades de Radio Nacional y al ministro Hernán Lombardi. Y lo entregué al nuevo director y a los medios de comunicación. Todo lo que se hizo y lo que se compró está incluido en ese informe y en el inventario que se entregó a la nuevas autoridades.
Y claro que no me voy satisfecha del cargo: me hubiera gustado que Radio Nacional Salta, que ya cuenta con 63 años de existencia, tuviera de una buena vez sus estudios propios, algo en lo que venía insistiendo ante el directorio de RTA SE desde 2011. Y, puesta a desear, hubiera querido (y lo solicité) que se le autorizara transmitir en AM en 50KW (y no en 25 como transmite), o más, ¿por qué no?, que se autorizara la incorporación de más personal, porque 22 personas son insuficientes para producir buenos contenidos, sobre todo si se tiene en cuenta que de esos trabajadores, solo doce están dedicados al contenido, dado que los otros realizan otras tareas, iguales de importantes para mantener una emisora.
Los periodistas solemos caer fácilmente en el reduccionismo de juzgar que aquello de lo que no nos enteremos no existió. Me pasó hace un par de meses con un periodista o conductor de una radio conocida que me había llamado para que hiciera un informe del juicio a Marcos Levín y al aire terminó entrevistándome en relación a la Dirección de Radio Nacional Salta y de pasó afirmó que la Radio no tenía audiencia. (Pasando por alto la mala práctica de no informar que se hará una entrevista)
¿De dónde habrá obtenido él la información concreta sobre el nivel de audiencias de las radios en la provincia? No citó ningún estudio, y pareció, por la forma en que lo dijo, que se basaba en su simple percepción. Como él no escucha Radio Nacional llegó a la conclusión de que nadie la escucha. Siguiendo ese razonamiento yo podría afirmar que la radio en la que trabaja este periodista tampoco es escuchada, simplemente porque yo no la escucho.
Lo que esas publicaciones no dicen, pero campea en su discurso, es que, en la moda de demonización de todo lo referido al anterior gobierno, quisieran encontrar corrupción en Radio Nacional Salta. Para ellos va la primicia: los voy a defraudar. Puedo haber cometido errores, pero no me quedé con un centavo ajeno, sea del Estado o cualquier persona de a pie.
Y sí, está claro que la Radio Pública que intentamos construir (porque fue una tarea colectiva) no se ajusta a lo que la mayoría de los y las colegas periodistas entienden por medio exitoso. No nos interesó el “éxito”, nos interesó servir.
Transcribo el cierre de mi informe de gestión: “Desde mi asunción, y durante estos años de trabajo compartido con los/las trabajadores/as de la Radio, vivimos momentos de intensidad en los que pudimos apreciar la gran importancia de este medio de comunicación estatal para tantas personas.
Muchas de esas experiencias las vivimos con personas que están alejadas de los centros urbanos, y que nos han permitido llegar a sus casas con un afecto que le dispensan a un amigo o miembro de su familia.
Los que hicimos la Radio Nacional en estos años no buscamos el reconocimiento de los medios de comunicación de las ciudades, sino ese afecto y el reconocimiento que nos acercaron los y las oyentes que siempre nos alentaron a seguir trabajando por la comunicación pública, una construcción colectiva que reivindicamos y en la que seguiremos en el lugar que nos toque ocupar”.
Elena Corvalán, periodista, Ex Directora de Radio Nacional Salta. elenac75@yahoo.com
Ver anterior: Federico Robustiano Pinedo asume en Radio Nacional Salta