El cineasta Luis Puenzo, ganador de un premio Oscar por "La historia oficial" y elegido hoy como nuevo presidente del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (CAA), fue una de las voces más persistentes y resonantes expresadas en los últimos cuatro años sobre la gestión del gobierno de Mauricio Macri en relación a la crisis del fomento al cine nacional.
De este modo, una figura emblemática del cine argentino, que combina prestigio profesional con un posicionamiento político robusto, fue elegida por el gobierno de Alberto Fernández para ocupar el organismo que tuvo una alta exposición durante la gestión de Macri, que designó como titulares a Alejandro Cacetta y luego, en un traumático cambio, a Ralph Haiek.
"Quizá sea cierto que no tienen un plan maquiavélico contra el cine: de hecho, sería ilógico que con los despelotes que tienen salgan a destruir el cine. Pero lo hacen y de un modo que, cínicamente, se llama un daño colateral. Es una consecuencia hasta indeseada por ellos, porque van por otras cosas", golpeó Puenzo en los primeros meses de la gestión de Cambiemos, que atacó puntos centrales de la Ley del Cine (17.741), como la forma de otorgar créditos, subsidios o por la defección del rol de contralor de la cuota de pantalla reservada a las películas nacionales.
Puenzo tendrá ahora la misión de otorgarle estabilidad al CAA tras cuatro años que comenzaron con la designación de Cacetta, en diciembre de 2015, luego estruendosamente reemplazado y desplazado por Haiek, por exigencia del entonces vicejefe de Gabinete, Mario Quintana y en medio de una promocionada campaña del propio gobierno en los medios.
Puenzo, de 73 años, tiene una dilatada trayectoria en la industria audiovisual pero acaso nada le arrebate, como principal punto de reconocimiento, el haber sido el director y guionista ganador del Oscar a la mejor película extranjera por "La historia oficial" (1986).
Aquel filme, que narra la historia de una profesora de colegio, casada con un empresario, que adopta una niña durante la dictadura cívico-militar y cuyo origen -finalmente- se revela como una de las consecuencias de la represión ilegal del período 1976-1983.
"Empecé a escribir una historia, un cuentito, como siempre empiezan los guiones. La abuela era el personaje principal. Con la entereza y los limitados recursos de una abuela que empezaba a averiguar lo ocurrido con su nieta nacida en cautiverio y descubría lo que pasó en el país", recordó Puenzo años más tarde.
"No estoy seguro de decir que hoy hiciéramos la película igual porque en ese momento estábamos con mucha presión y muchas ganas de hacerla, y creo que una cosa que ha pasado que es incómoda es que como los ciclos se repiten y que cuando uno cree que hace pie en otro lado y lo que creía ya debería estar superado, no lo está", recordó.
Puenzo, que debutó con "Luces de mis zapatos", una propuesta para chicos con Pipo Pescador; luego filmó "Gringo viejo" (1989), con Jane Fonda y Gregory Peck. También estrenó La peste" (1991) y "La puta y la ballena" (2003).
Poco prolífico, el cineasta, también miembro fundador de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina, asumirá "prontamente" la presidencia del CAA, según adelantó el ministro de Cultura, Tristán Bauer, y será acompañado como vicepresidente por el productor Nicolás Batlle.
Una nueva y gran elecciónFuentes: Agencia TelAm, Señales
Con inmensa alegría saludamos la designación de nuestros queridos directores Tristán Bauer como Ministro de Cultura de la Nación, de Luis Puenzo como Presidente del INCAA y del productor Nicolás Batlle como Vicepresidente del organismo.
Convocamos a todos los sectores de la actividad, a sumar su apoyo y su talento para poner nuevamente de pie a nuestra cultura nacional audiovisual.
DAC - Directores Argentinos Cinematográficos