"El agua de Mendoza, no se negocia", fue la consigna que se repite en las calles, rutas y plazas. Las asambleas ciudadanas de Mendoza rechazan la modificación que se realizó a la ley 7722, que prohíbe la utilización de las soluciones contaminantes en la explotación de la megaminería.
La ley prohibía la utilización de sustancias tóxicas en la minería y además decía que cualquier proyecto minero debía ser autorizado por la Legislatura.
Con la reforma de la Ley 7722 en Mendoza, se violan los principios de no regresión ambiental y el de progresividad. Es inconstitucional y anticipan que seguirán la batalla en la justicia: la modificación de la norma no posee consenso social, destacó una integrante de la Asamblea Popular por el Agua.
En Señales dialogamos con Marcelo Giraud, geógrafo, profesor de la Universidad Nacional de Cuyo y miembro de la Asamblea por el Agua: