lunes, 21 de agosto de 2017

La rebelión de las audiencias: De la televisión a la era del trending topic y el like

En su libro "La rebelión de las audiencias", Jenaro Villamil nos ayuda a entender cómo la convergencia tecnológica puso en jaque a la estructura abusiva del poder mediático en México. En menos de una década pasamos del imperio del rating al dominio del mundo hiperconectado por medio de empresas como Google, Facebook, Twitter, Apple o Netflix. La televisión ya no nos gobierna
Como explica Jenaro Villamil en este notable análisis de los medios de comunicación, el Big Brother orwelliano de la pantalla televisiva se desplazó al de la pantalla telefónica y los dispositivos móviles, pero con un sutil y riesgoso cambio de ecuación para las élites: los vigilados pueden vigilar, las audiencias pueden producir contenidos, los ciudadanos pueden reclamar sin mediación. La conectividad y la interacción han convertido la galaxia comunicacional en un nuevo y complejo sistema con posibilidades aún inciertas.

La rebelión de las audiencias aporta elementos de discusión teórica y descripción periodística de los fenómenos televisivos y digitales, hace una revisión histórica desde el punto de partida hasta las últimas reformas legales en materia de telecomunicaciones, y ofrece además un acercamiento a las claves del mundo de las redes sociales y el homo zapping.

“El 80% de las audiencias que se informan a través de medios digitales son audiencias que están en franca rebelión contra la línea informativa y de entretenimiento de Televisa, y ésta ya no tiene credibilidad”
A diferencia de lo que ocurrió en 2012, cuando grandes empresas mediáticas jugaron a favor del ahora presidente Enrique Peña Nieto, la televisión mexicana perderá en las elecciones de 2018 su papel central en favor de las redes sociales, que "no son aliadas de nadie", afirma el periodista Jenaro Villamil.

En su libro "La rebelión de las audiencias", Villamil hace un análisis sobre la huida de los espectadores a plataformas no tradicionales de contenidos audiovisuales y a los espacios que permiten la interacción, y también repasa los lazos que el poder ha entablado con los grupos televisivos en el país.

Un relato en el que se hace ver un "cambio de paradigma" cuyo alcance llegará a las elecciones presidenciales de 2018, que se celebrarán en un escenario donde "estar pagándole dinero a las televisoras no te garantiza el triunfo", asegura el autor.
"Van a jugar un papel mucho más central las redes sociales, se va a acentuar una tendencia que hemos visto en los últimos dos años, hacia usarlas como mecanismos de guerra sucia o como mecanismos de promoción personal de los candidatos", valora
Ante este cambio, denota Villamil, persiste una percepción errónea de los políticos, quienes piensan que invertir en Facebook o Twitter va a garantizar "que los usuarios los vean y los crean".

El espacio de las redes sociales es "absolutamente aleatorio y muy crítico" y está marcado por el ambiente de "molestia" contra la clase política, así que "es un error pensar que las comunicaciones se traducen automáticamente en votos", apunta.

"Las redes sociales no son aliadas de nadie, la red es una abstracción, los que son aliados o adversarios son los usuarios, las audiencias", matiza el periodista.

La televisión sigue siendo el medio predominante -el 98 % de los hogares mexicanos cuenta con una-, aunque "el verdadero debate" está en el mundo digital, dado que se adelanta "incluso a la agenda de los periódicos".

En cuanto a la caída de los grandes de la televisión nacional, Televisa y TV Azteca, Villamil afirma que se debe, en un 60 %, a la crisis de credibilidad, y en un 40 % por el cambio tecnológico.

"Décadas de tratar al televidente como tarado, de infantilizar a las audiencias, ha generado también un resentimiento", explica.
El autor comenta el ejemplo de EE.UU., donde hubo una crisis de los medios tradicionales y analógicos, pero posteriormente estos "recuperaron la credibilidad, poniéndose en una situación de confrontación crítica con Donald Trump".

Para los colosos mexicanos de la televisión todavía hay posibilidad de encontrar "salvavidas", aunque -remarca- "no hay parches", como hasta ahora ha realizado Televisa al intentar "maquillar la situación" de crisis.

Opina que en el caso de Televisa, "lo que tiene que asumir es que tiene que deslindarse del Gobierno, volverse medio crítico y tiene que hacerlo como Univision hizo frente a Trump, ponerse de contrapunto"; algo que podría llegar a pasar si en 2018 subiera al poder el izquierdista Andrés Manuel López Obrador, líder de Morena.

“Esta rebelión de las audiencias ha sido un proceso con características singulares del sistema político mexicano, pero también con referentes globales similares a los de otras latitudes: la apropiación social y generacional de las nuevas tecnologías; la transmutación del imperio del broadcasting en el reino creciente del streaming; la sustitución y convergencia de los emporios telefónicos y televisivos con los tentáculos de Google, Facebook, Apple, Netflix; el crecimiento exponencial de movimientos y protestas sociales ajenos o distintos a los grupos clientelares que combinan las calles con las redes sociales; la era de la información instantánea que se transforman en ‘posverdad’ o en mentiras socialmente admitidas; la irrupción de las audiencias hipersegmentadas, diversificadas y dispersas.

Con frecuencia los analistas y observadores sociales de este fenómeno global y nacional confundimos a los grandes superpoderes que pretenden apropiarse de la comunicación digital en redes sociales con los auténticos protagonistas de este fenómeno: las propias audiencias. No es la tecnología per se sino sus usuarios, las audiencias digitales, quienes están encabezando esta nueva rebelión global.”

Aunque actualmente las circunstancias favorecen a plataformas como HBO Go o Netflix -que en México ha tenido en los últimos tres años un crecimiento de suscriptores del 145 %-, Villamil advierte de la existencia de una "burbuja" que puede desplomarse, al igual que la formada con las punto com en 2001.

"Se puede venir un bajón, porque es un crecimiento que no se sostiene en términos de ingresos y de publicidad, es un modelo que todavía va a estar buscando cómo encontrar su nivel de equilibrio", argumenta el autor.

Jenaro Villamil (Mérida, 1969) es politólogo de la UNAM y periodista especializado en el análisis de los medios de comunicación. Actualmente es reportero de la revistaProceso y director del portal homozapping.com.mx. Entre sus libros, cabe destacar Si yo fuera presidente (2009), El sexenio de Televisa (2010), Peña Nieto: el gran montaje(2012) y La caída del telepresidente (2015), todos publicados bajo el sello de Grijalbo.
Foto: Agencia EFE
Fuentes: Agencia EFE y Señales

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