Los trabajadores gráficos del diario La Nación realizan un cese de tareas por la suspensión de 30 operarios y advierten que de "no mediar" una solución impedirán la salida de ese matutino y de Clarín
El delegado de los trabajadores gráficos, Darío Sosa, confirmó a TelAm que un grupo de trabajadores se encuentra en la planta de la calle Zepita del barrio de Barracas cumpliendo un "cese de tareas", al tiempo que aseguró que la empresa "impide ingresar a los compañeros del turno noche" y que en el lugar se encuentran fuerzas de seguridad.
Asimismo, sostuvo que los trabajadores gráficos permanecerán en "asamblea permanente" y que "de no mediar una respuesta satisfactoria" por parte de la empresa "bloquearemos la calle" Zepita, para "impedir" la salida del diario La Nación.
La medida también afectará la distribución del diario Clarín ya que su impresora se encuentra frente a la planta en conflicto.
"Permaneceremos en asamblea permanente y si la empresa no presenta una solución a nuestro reclamo, que contemple la reincorporación de los 30 compañeros, bloquearemos la calle", sostuvo Sosa.
El dirigente gremial agregó que "las Cámaras patronales no se sientan a negociar por la caída salarial y el sábado pasado contrataron compañeros a destajo, trabajando 20 horas y se produjeron roturas en las máquinas y ahora nos culpan a nosotros".
Un delegado gremial denuncia sufrir "persecuciones y amenazas" por parte del diario La Nación
El delegado gremial de los trabajadores gráficos del diario La Nación, Walter Ibáñez, denunció haber recibido "persecuciones y amenazas" por parte de las autoridades de la empresa, a raíz del conflicto gremial en la impresora de ese matutino.
En diálogo con TelAm, Ibáñez aseguró que el área de recursos humanos de la Nación le notificó que la empresa iniciaría una "demanda penal" acusándolo de "sabotaje" y que solicitará su "desafuero" como delegado gremial ante la justicia laboral.
"Me informaron, por intermedio del gerente de Recursos Humanos, que me iniciarán un juicio penal acusándome de sabotaje y que pedirán que me saquen los fueros" que le asisten como delegado gremial, afirmó el dirigente.
En ese sentido, sostuvo que "me acusan de sabotaje, adjudicándome haber provocado un perjuicio a la empresa con la rotura de máquinas, que según ellos, originó que el sábado pasado se retrasara la salida del diario", explicó el delegado.
Ibáñez contó además que el conflicto se originó el sábado pasado cuando la gerencia de la empresa -previendo la posibilidad de que los trabajadores decidieran en la asamblea realizada esa tarde, tomar una medida de fuerza en reclamo de mejoras salariales- dispuso que el diario saliera por la mañana en vez de hacerlo por la tarde como es habitual.
Para asegurar la salida del matutino, según relató el delegado gremial, la empresa "puso a trabajar a supervisores y jefes del sector, junto a trabajadores tercerizados", quienes, sostuvo, "sin tener el conocimiento del manejo pertinente, provocaron la rotura de las máquinas".
"Me acusan de sabotaje por la rotura de las máquinas, cuando ellos son los responsables de ello, pretendiendo despachar el diario por la mañana".
Asimismo, sostuvo que la "empresa miente cuando dice que provocamos un retraso en la salida del diario. Luego de la asamblea informativa, de una hora, volvimos a trabajar en tiempo y forma" y agregó: "cuando volvimos a nuestros puestos de trabajo las máquinas estaban rotas".
Por último, Ibáñez acusó a la empresa de "perseguir, intimidar y amenazar a los trabajadores".
Fuente: TelAm
Versión de la empresa:
Hoy no se imprime el diario La Nación
Es como consecuencia de una medida de fuerza tomada por personal gráfico en su planta impresora
La Nación informa a sus lectores, anunciantes y a la opinión pública en general que en el día de la fecha se ha visto imposibilitada de imprimir y distribuir el diario, como consecuencia de una medida de fuerza tomada por personal gráfico en su planta impresora.
Dicha medida fue tomada de manera intempestiva e ilegal por un grupo de trabajadores al cierre de la jornada de ayer como continuidad de otras acciones de sabotaje ocurridas durante el pasado fin de semana. Las mismas originaron importantes demoras en la distribución de las ediciones de los días sábado y domingo generando perjuicios a nuestros lectores, anunciantes, distribuidores y vendedores, además de causar daño patrimonial sobre bienes de la empresa. En el interior del país, el diario llegó extremadamente tarde, se entregó incompleto o directamente no se entregó.
Cabe mencionar que estos hechos repudiables e injustificables se dan en el marco de una negociación de paritarias en la que la empresa ha hecho el máximo esfuerzo para satisfacer las demandas gremiales, ofreciendo un incremento salarial "de bolsillo" superior al 25%, rango que se ubica muy por encima del incremento propuesto por la cámara que nuclea al sector (AEDBA).
Confiamos en que las autoridades competentes intervengan prontamente para resolver esta situación y que el personal involucrado deponga su actitud, que pone de manera irresponsable en serio riesgo las fuentes de empleo de los casi 1000 trabajadores del diario La Nación.
La empresa reitera su voluntad permanente de diálogo y su flexibilidad para encontrar alternativas negociadas en un marco de respeto y entendimiento. Más allá de tratarse de un hecho ajeno a nuestra voluntad, La Nación lamenta los perjuicios que esta situación ocasiona a todos aquellos que se ven afectados de manera directa o indirecta.