Otero, de 53 años, quien junto a su banda realizó giras por gran parte de Latinoamérica y era considerada una de las más longevas de la historia del rock nacional, perdió la vida cuando el vehículo en el que viajaba volcó en una localidad de la provincia de Córdoba, ubicada a 700 kilómetros de Buenos Aires.
"Un cantante conocido iba en su Honda Accord en dirección a Capilla del Monte, empezó a dar vueltas, cruzó el cantero central y falleció. La pérdida de estabilidad la observó un oficial desde la ruta, así como la constatación de la muerte y la atención a la mujer que lo acompañaba, quien no sufrió daños y fue derivada a un hospital", informó el comisario mayor Jorge Giménez, citado por la prensa local.
Otero y Memphis, la Blusera fueron teloneros del show que brindó en 2001 el músico británico Eric Clapton en el estadio del club River Plate.
En mayo de 2002, la agrupación fue invitada a un ciclo de música popular en el Teatro Colón, el más importante de América Latina, tocando sus grandes éxitos en compañía de la Orquesta Sinfónica Nacional de Argentina. Por esos años editaron uno álbum en vivo, "25 aniversario", disco doble grabado en noviembre de 2002 en el Luna Park de Buenos Aires, y en 2005 lanzaron su último trabajo "Etc".
En 2008, Otero anunció públicamente que abandonaba la banda para dedicarse a una carrera solista, que comenzó con "Imán".
Para este año, Otero, quien estaba casado y con dos hijos, tenía previsto lanzar su segunda placa.
Por: Gloria Guerrero
Así no vale. Vale así, como su canción: “Saltar sobre los charcos, sacarle el jugo a la vida, cazar mariposas y en un barco de papel la partida... Vamos detrás de una ilusión, vamos detrás de una ilusión y un sueño”.
Pero así, como fue, no tenía que ser.
Porque Otero había hecho durante su existencia muchas cosas como para reventar enseguida, pero después, cuando las señales en contra fueron demasiadas, tuvo el suficiente coraje como para hacer todo por revertirlas. Y, empecinado, fortinero, lleno de vida, le había ganado más de una vez a la muerte.
“En 1993 hicimos nuestro primer Obras con Memphis La Blusera. ¡Pero no me acuerdo de nada!”, se reía conmigo hace un par de años, refiriéndose a sus problemas con el alcohol. “Y en noviembre de 1994 estuvimos a punto de hacer lo que para mí fue nuestro verdadero primer Obras. Imaginate que Memphis empezó en 1978, ya habíamos cumplido dieciséis, y durante muchísimo tiempo hicimos Cemento todos los primeros fines de semana de cada mes, y metíamos 2500 tipos en cada función... y la gente enardecida pedía: ‘¡¡Obras, Obras, Obras!!’. Entonces decidimos hacer nuestro primer Obras; lo organizamos, lo promovimos, lo trabajamos, y ya teníamos todo vendido, todo sold out, cuando empecé a sentirme mal. Fui a ver al médico y me dijo: ¿A dónde va? Quédese acá, y me dejaron internado. Faltaba una semana para el show.
Había zafado de ésa y de todas las demás. Así no vale.
Foto: Roberto Ruiz, Diario Clarín |
No, así tampoco vale.
Y ahora escribe en la red Ricardo Tapia, el otro cantante del blues local: “La única forma de sacarme esta amargura es escribir y acordarme de él. Estaba tan ilusionado con el disco nuevo (de grandes éxitos del blues de todas las bandas: Pappo’s Blues, La Mississippi, Memphis, Manal, El Reloj) que se le había despertado una energía de felicidad que se trasmitía en sus palabras. Hasta estuvimos charlando para hacer cosas a futuro, esa manía que tenemos los músicos de enroscarnos con proyectos imaginarios. Adrián fue un tipo honesto, laburador, remador en todos los terrenos; un artista grandioso y un tipo genial por su frescura, por su corazón. No se puede pedir más: un tipo debe ser así”.
“Un montón de nada”, no.
Todo un montón de mucho.
"Considero que estos temas pueden servir para dejar el registro genérico del blues en el país", sostuvo un mes atrás Adrián Otero, durante la conferencia de prensa realizada en San Luis con el motivo de presentar oficialmente su último proyecto: El jinete del blues, su segundo álbum solista tras la ruptura de Memphis, grabado en los estudios puntanos bautizados la Casa de la Música, y compuesto por versiones de grandes temas bluseros de la escena local, de Manal a Viejas Locas y de Pappo a los Redondos.
"Hay temas de Manal, como «No pibe», también de La Mississippi y hasta de Los Redonditos de Ricota... La verdad estoy muy contento. Ahora sólo queda mezclarlo, masterizarlo, hacer la tapa y sacarlo a la venta", completó entonces el cantante, que había contado con la colaboración de dos ex compañeros de Memphis, el baterista Marcelo Mira y el pianista Germán Wiedemer.
En la conferencia de prensa, Otero además cantó algunos fragmentos de temas, como "Blues local" (Pappo), "Me gustas mucho" (Viejas Locas), "Juntos a la par" (Pappo) y "Café Madrid" (La Mississippi), y la lista de versiones grabadas por el cantante también incluía "Salgan al sol", de La Pesada.
El disco grabado a principios de año en Villa Mercedes, San Luis, iba a editarse próximamente y fue producido por el ahora jurado televisivo Oscar Mediavilla, quien conduce el sello Calle Angosta Discos, ligado a la Casa de la Música, y desde donde recientemente se editó el álbum de Patricia Sosa, Desde La Torre, cantando temas de su histórico grupo.
"Se había alquilado una casa en La Cumbre, estaba muy bien, estaba muy feliz, se había comprado un auto. Compartíamos los sueños, escuchamos el disco terminado 25 veces juntos, lo terminamos, yo estoy ahora lejos de mi oficina, estoy desesperado", dijo ayer Mediavilla, en diálogo con radio Mitre, desde Córdoba, donde se encontraba conduciendo el programa "Soñando por cantar".
"La verdad es que se va un amigo, un tipo que estaba lleno de sueños, después de una experiencia acumulada, pensaba en lo que iba a venir, un gran pibe, un gran muchacho, un porteñazo. Creó un nuevo estilo, ese blues aporteñado, fue todo un símbolo", concluyó el productor.
Fuente: Agencia ANSA, Diario PáginaI12, La Nación, El Diario de la República