Por: John Tyler
La fiscalía pública de Holanda abrirá una investigación para determinar si los manifestantes que gritaron consignas anti-judías deben ser procesados. En diversas movilizaciones del pasado fin de semana contra la guerra en la Franja de Gaza, algunas personas proclamaban consignas antisemitas como "Hamas, Hamas, Jews should be Gassed".
demonstratie.jpgEn apenas su segunda semana en funciones como alcalde de Rotterdam donde tuvieron lugar algunas de las manifestaciones, Ahmed Aboutaleb señaló que ese tipo de discurso no sería tolerado en futuras protestas. Aboutaleb es el primer alcalde de origen musulmán en una ciudad europea.
El ministro holandés de Justicia, Ernst Hirsch Ballin, declinó comentar sobre casos específicos pero confirmó que el fiscal está estudiando las imágenes grabadas de las manifestaciones y que podrían seguir algunos juicios.
"La libertad de expresión es muy valiosa en nuestro sistema legal, pero tiene sus límites y por lo tanto el fiscal decidirá si alguna situación contiene lenguaje o expresiones con claro sentido ofensivo".
El gobierno holandés ha sido un firme partidario de la campaña militar israelí en Gaza, lo que despertó algunas críticas en diversos segmentos de la sociedad. Principalmente, entre la comunidad musulmana integrada aproximadamente por 800.000 personas.
El alto número de muertos en la franja de Gaza, junto al sentimiento de que su propio gobierno hace caso omiso al sufrimiento, aumentó las emociones entre los manifestantes.
Pero la organización principal que representa a los judíos holandeses, el Centro de Información y Documentación sobre Israel, afirma que la falta de voluntad de la policía para intervenir en esas manifestaciones envía el mensaje de que es aceptable incitar al odio contra los judíos.
Un portavoz de dicho centro ha informado que los incidentes antisemitas se han incrementado desde las operaciones militares israelíes en Gaza.
El parlamentario Sybrand van Haersma Buma, experto en el ámbito de justicia para el partido demócrata cristiano, piensa que los manifestantes tienen plena libertad de decir lo que deseen sobre el gobierno israelí. En su opinión, el limite se transgrede cuando se incluye a todos los judíos.
Pero no está muy de acuerdo con las personas que consideran justificable el antisemitismo. "Puede ser que la gente piense: ah, son musulmanes, tenemos que respetar el hecho de que insulten a otros. Pero eso no es lo que espero de los musulmanes, y tampoco es algo que ellos hagan. Estas personas en cuestión también tienen ideas críticas extremas dentro de la sociedad musulmana."
Farid Azarkan es director de una organización que agrupa a los holandeses de origen marroquí y está de acuerdo en condenar esos sentimientos antisemitas:"Nuestra asociación no considera tolerable que se griten consignas y se quemen banderas. Nosotros estamos a favor de una protesta en la que mostramos de manera digna nuestro desacuerdo."
Pero Azarkan considera importante tener en cuenta el contexto en el cual se lanzaron las consignas y se pregunta por qué existe tanta preocupación sobre el lenguaje antisemita utilizado, y aparentemente tan poco interés por el alto número de víctimas mortales en la Franja de Gaza.
El ministro de justicia Hirsch Ballin concuerda con la importancia del contexto, por ejemplo, los hinchas de fútbol pueden ser condenados por gritar consignas racistas durante un partido de fútbol. Pero las motivaciones de un aficionado futbolístico son diferentes a las de un manifestante en una movilización. Pero no concuerda con el punto de que, en el contexto actual, se pueda justificar parcialmente ese tipo de discursos antisemitas.
Sin embargo, no es fácil poner límites a la expresión, incluso de un lenguaje que incita al odio. Los esfuerzos para impedir que los hinchas griten consignas racistas no han tenido resultado.
El ministro Hirsch Ballin afirma que, en todo caso, no se necesita cambiar la ley ni hay planes para elaborar una lista de expresiones prohibidas.
Sin embargo, deberá tener en cuenta la percepción de muchos musulmanes en Holanda que sentirán que el sistema legal holandés mide con dos varas. Por un lado, los musulmanes son enjuiciados por incitar al odio con su discurso, mientras que, al mismo tiempo, el líder del partido de extrema derecha, Partido de la Libertad, Geert Wilders, puede comparar públicamente el libro sagrado de los musulmanes, el Corán, con "Mi Lucha" de Adolf Hitler.
El fiscal decidió no abrir un juicio contra Wilders por incitación al odio con su película Fitna y algunas otras declaraciones públicas. Pero una corte en Amsterdam decidirá la semana próxima si se debería revertir esa decisión. Eso significaría, para muchas personas de la comunidad musulmana en Holanda, una mayor confianza en la vigencia de la ley.
Fuente: Radio Nederland