Por: Gustavo Veiga
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Sus operaciones con River lo hicieron famoso en la Argentina. En 1983 tuvo que ver con el pase de Enzo Francescoli, su actual socio en Tenfield y Gol TV, las dos empresas con las que se consolidó en Uruguay y el mercado hispano en Estados Unidos, respectivamente. Tres fuentes distintas, una del gobierno nacional, una de la AFA y otra independiente, dan casi por concretado el acuerdo con Casal. “Es un tema que viene bastante sólido, puede que cierre bien”, le dijo un funcionario de medios cercano a Mariotto a PáginaI12. “Nos cae mal, no nos sentimos cómodos, estamos preocupados por Casal”, afirmó un estrecho colaborador de Grondona. Las serias diferencias que por primera vez aparecen entre la AFA y su principal socio, el Estado -desde la rescisión del contrato con TSC, del Grupo Clarín-, mantienen en alerta rojo a la dirigencia.
En la asociación que preside Grondona desde abril de 1979 juegan a la defensiva. Sus principales colaboradores se quejan de que el escenario cambió con ciertos recortes de poder al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. “Fue un cimbronazo”, admiten cerca del presidente, pero tampoco se quedan de brazos cruzados. Cuentan que llevaron su preocupación al secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini, con quien mantienen un trato directo. La palabra que eligen para definir su estado de ánimo es “desconcierto”. Y no sólo por la irrupción de Casal en el mercado televisivo argentino.
Están desorientados por el reacomodamiento político del empresario y abogado Daniel Vila, quien ya difundió que enfrentará a Grondona en las elecciones de la AFA previstas para octubre de este año. Imaginan a partir de un dato -la vuelta del partido adelantado de los viernes al canal de su propiedad, América 2- que pasó de criticar a respaldar al gobierno nacional en lo que se refiere a la ley de medios, consensuada en numerosos foros. Desde la casa del fútbol pretenden voltear aquel acuerdo televisivo, aunque saben que no les asiste el derecho. Lo mismo intentarán con la irrupción de Casal en el fútbol argentino que dan por descontada. La reunión en el restaurante de Puerto Madero se la pidió Germano a Tofoni (juegan al fútbol juntos) en nombre de Mariotto. Pero terminó mal, según le confirmó a este diario uno de los asistentes al encuentro. “No fue positivo, hubo una situación enojosa, innecesaria”, describió.
La intención de Casal de tantear los derechos televisivos de las Copas Libertadores y Sudamericana irritó todavía más a Grondona. Ambos torneos son organizados por la Confederación Sudamericana de Fútbol y los transmite la cadena Fox. El empresario le demandó al presidente de la AFA que interceda para poder acceder a esos derechos, pero se encontró con una cerrada negativa. “No puedo dar algo que no me pertenece”, le respondió irritado el veterano dirigente. Con todo, Gol TV ya posee su propia plataforma en la Televisión Digital Terrestre (TDT) y, como ya sucede con Canal 9, Crónica TV y Canal 26, este año emitirá por ese sistema algunos partidos del Programa Fútbol para Todos.
La señal con sede en Miami, cuyo slogan es 100 por ciento Fútbol, y que le pertenece a Casal, Francescoli y sus ex compañeros de River, Nelson Gutiérrez y Jorge Villazán, en la Argentina ya se ve por Antina, una empresa de televisión digital. Su objetivo es extender a Latinoamérica la influencia que tiene en la comunidad hispana de Estados Unidos donde contaría con 15 millones de suscriptores. De ahí que el empresario más influyente del Uruguay pretenda conseguir algo más que los derechos del fútbol oriental (controlados por Tenfield), el Brasileirao y el torneo paulista que ya tiene, pero que no le alcanzan para hacer pie en la TV sudamericana y en especial de Argentina.
“¡Qué momento!”, dicen que dijo Grondona después de la tenida con Casal en presencia del funcionario Mariotto, la máxima autoridad del sistema federal de medios. La relación -si alguna vez existió- entre el presidente de la AFA y el empresario es muy mala. Un dato que, si se ratifica la participación del uruguayo en los derechos televisivos, va a condicionar lo que pase en los próximos meses con el producto fútbol.
Un empresario cuestionado y poderoso
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Ricardo “Gabito” Acevedo, un periodista deportivo uruguayo de vasta trayectoria, le dedicó un libro de 360 páginas que se llama Pacomafia vs DGI. En él cuenta la historia de cómo el empresario habría evadido impuestos por sumas millonarias. El fisco uruguayo le reclamaba 124 millones de dólares a sus empresas, pero en 2009 la Justicia lo absolvió. No sucedió lo mismo -aunque por otro delito- con el ex gerente de Tenfield, Edward Yern, su empleado de confianza. A este último lo detuvieron en mayo de 2008 cuando llegaba desde el exterior con la selección uruguaya. ¿El cargo? Asistencia financiera al narcotráfico.
Yern es cuñado de Francescoli (el hermano de su esposa) y terminó en la cárcel más grande del país, el Comcar, por lo que en Uruguay se denominó la Operación Cancerbero, el tráfico de 319 kilos de cocaína a Europa. El juez penal Eduardo Pereyra le concedió salidas transitorias de prisión por su buena conducta en octubre del año pasado. Según Gabito Acevedo, cuando cayó Yern, la actitud de Tenfield cambió totalmente. “Hacían lo que querían con la AUF (la Asociación Uruguaya de Fútbol) y con los clubes chicos, los manoseaban como querían, pero cuando terminó preso, la gente que vino atrás cambió y eso ha sido positivo para el fútbol”, dijo en declaraciones al diario El Pueblo de Salto, Uruguay, en junio de 2010.
El culto a la personalidad del empresario llegó a su apogeo en un partido que Uruguay le ganó a Australia por las eliminatorias en el estadio Centenario. El tablero electrónico mostró, apenas conseguida la clasificación para el Mundial 2002, la inscripción “Gracias Paco”. Casal tiene los derechos televisivos del campeonato uruguayo hasta 2014. Igual vigencia que cuando los manejaba el Grupo Clarín en la Argentina. Hasta que la AFA decidió rescindirle el contrato asociándose al gobierno nacional.
Fuente: Diario PáginaI12