Este es un pedido que puede complicar el esquema de poder del presidente electo por su relación estrecha con el CEO de Clarín , Héctor Magnetto
Alberto Fernández dejó en Carlos Slim la misma impresión que en gran parte de sus interlocutores en su gira por México: superficialidad. Así lo compartió el hombre más rico del país con sus principales directivos. En la reunión del pasado lunes (a la que Slim acudió con la encomienda del Vaticano) Fernández emitió sus conceptos generales sobre la economía argentina, la región y la desastrosa herencia que recibe. Slim en cambio fue cristalino en lo que espera del nuevo gobierno peronista a través de su filial Claro. De ahí que el martes Fernández estuvo declarando que el mercado de telecomunicaciones argentino está demasiado concentrado.
El Grupo Clarín, el actor líder en Argentina en materia de contenidos y telecom, compró años atrás una empresa de telefonía llamada Nextel cuyo espectro luego se reconvirtió al segmento de telefonía móvil. Luego llegaría la fusión con Telecom, cuyo titular es el financiero regiomontano David Martínez.
Consecuencia de esos dos movimientos Clarín excede los límites de espectro establecidos y tiene que sacar al mercado parte del mismo. Slim quiere que ese movimiento se de con un cronograma definido. En Argentina las cuotas de espectro para telefonía celular son limitadas. Si Clarín no vende, Claro, que es la empresa de Slim, no tiene donde crecer.
De este modo, el presidente electo queda en medio del fuego cruzado. Tiene una relación estrecha con el CEO de Clarín , Héctor Magnetto y en paralelo podría encontrar en Slim a un contrapeso de utilidad para la hegemonía que tiene Clarín.
A pesar de las turbulencias de la economía argentina, Claro sigue siendo un negocio rentable para Slim. Tiene aproximadamente 25 millones de usuarios y el año pasado ganó casi 500 millones de dólares.
Para agregar emoción a la trama, Slim y David Martínez tienen buena relación con Cristina Kirchner, su vicepresidente con quien se espera tenga una relación compleja. Kirchner sería el ala más radicalizada del gobierno que Fernández quiere encabezar.
Slim tiene dos intereses adicionales al espectro. Por un lado la posibilidad de ofrecer televisión satelital, que en Argentina es un monopolio de Direct TV (AT&T) y por el otro las licitaciones de 5G, donde espera que no haya favoritismos por Clarín.
El sector "está un poco concentrado hoy en día"
Un dato para tener en cuenta fueron las declaraciones del presidente electo a la salida de su reunión con Slim, que si bien cuenta con múltiples inversiones en Argentina sin dudas la más relevante es Claro. Allí, además de asegurar que no habrá que esperar cambios bruscos de reglas (lo que no es poco), Fernández se mostró a favor del camino de la apertura y la competencia en materia de telecomunicaciones, y hasta dio una señal que algunos interpretan como la posibilidad de que las telcos puedan dar servicios de TV satelital cuando dijo que “todo lo que signifique mayor oferta en materia de transmisión de imágenes, telefonía, todo lo que sea ampliar la oferta es muy bueno; eso está un poco concentrado hoy en día”. Conociendo el poder político de los operadores de servicios de TV paga de todo tamaño, parece una ilusión más que una realidad. No obstante, la mención a la concentración puede referirse no sólo a la distribución sino también a las condiciones de acceso a los derechos de retransmisión. Por supuesto, también es importante para Claro extender la cobertura de su red de fibra óptica. Pero de eso no hubo mención específica. ¿Se profundizarán las medidas para incentivar la compartición de infraestructura y la facilitación de despliegues de red? Por ahora, no hay respuesta.
Fuentes: LPO México y Carrier y Asociados