Publicó La Capital en su sección En voz baja:
Un premiado al que ahora se oculta
Llamó la atención de los participantes una omisión durante una cena en la que se entregaron premios a destacados del ámbito empresario y la actividad económica. La ceremonia se repite desde hace varios años, por eso sorprendió es que el video que evoca a los empresarios distinguidos desde el 2000 para acá, se salteó un año.
Llamó la atención de los participantes una omisión durante una cena en la que se entregaron premios a destacados del ámbito empresario y la actividad económica. La ceremonia se repite desde hace varios años, por eso sorprendió es que el video que evoca a los empresarios distinguidos desde el 2000 para acá, se salteó un año. Y fue así que faltó uno: el ex titular del puerto de Rosario, Guillermo Salazar Boero. ¿Habrá sido un error o se arrepentirán de haberlo distinguido? Parece que nadie se anima a señalar con el índice.
Retruca Punto Biz:
El diario La Capital le pifió (una vez más)
Menos mal que lo dijo en voz baja, porque lo publicado en el periódico de ayer por el diario La Capital de Rosario fue un error grueso. La columna de los chismes argumentó ayer que en la Gala del Premio Indice, realizada el sábado 27 de agosto pasado, se había omitido al ex presidente de Terminal Puerto Rosario, Guillermo Salazar Boero, de la lista de hombres de negocios que recibieron durante los años anteriores el premio al “Empresario del Año”.
El error del matutino puede haber surgido cuando en la reciente fiesta de entrega de los premios, realizada en el City Center ante 600 personas, se pasó un video con todos los empresarios y empresas premiados desde 2004 y faltaba el de 2009, sin reparar que en agosto de ese año la celebración se postergó por una sencilla razón: crisis del campo y financiera mediante, no había ánimo de celebración.
Los suscriptores de Punto biz, que son quienes eligen a los mejores entre sus pares, nunca eligieron a Salazar Boero. Este medio, que sigue el ritmo de los negocios de la región, sí publicó innumerables notas sobre la marcha del puerto bajo su mandato. Estuvieron desde los grandes anuncios, muchos de los cuales por cierto luego no se cumplieron, y todos los problemas que se fueron presentado hasta la convocatoria de acreedores. Todas esas novedades, las buenas y las malas, llegaron a conocimiento público primero por Punto biz, mientras que para otras redacciones era un tema prohibido o que sólo se publicaban textos pseudo periodísticos bajo precisas instrucciones emanadas de los directores.
A esta altura, sería una picardia no decirlo: El diario La Capital arrastra una deuda con sus lectores. En lugar de buscar paja en el ojo ajeno, debería explicar a la sociedad su política editorial respecto de la actividad portuaria durante los últimos año, especialmente generada por una oscura participación en el control accionario de un concesionario que terminó tan mal.