Fue declarado inocente en el primer Festival Internacional de las Artes de Rosario
Por: Daniel Samper Pizano
Boogie el Aceitoso -aquel sicario desalmado, sanguinario, mercenario, racista, violento, asesino, cínico, machista, inclemente, despiadado, mentiroso, inhumano, cruel, sicalíptico, sádico, borrachín, criminal, mafioso, salvaje, amoral, homófobo, macabro y reaccionario- fue llevado a juicio la semana pasada en Argentina. Y resultó absuelto.
El proceso a Boogie, la famosa historieta de Roberto 'el Negro' Fontanarrosa, tuvo lugar en el primer Festival Internacional de las Artes de Rosario, tierra natal del humorista fallecido en el 2007. El autor dibujó entre 1972 y 1994 esta parodia de Harry el Sucio y otros personajes que poblaron el cine con su violencia extrema e irresponsable, fruto de la descomposición de valores y de la Guerra Fría.
El jurado estuvo compuesto por escritores conocedores de la obra del genial caricaturista y cuentista, a quien se rendía homenaje: los argentinos Marcelo Birmajer, Reynaldo Sietecase y Juan Sasturain y el colombiano Santiago Gamboa. Su veredicto no solo fue absolutorio, sino que realizaron un "desagravio" a Boogie, en protesta por la película que se estrenó hace dos años, inspirada en el célebre matón.
Birmajer leyó tres cartas ficticias escritas en distintos momentos de su vida por la misma persona apócrifa. En la primera, escrita en su juventud, condena duramente a Boogie como peón del imperialismo yanqui; en la segunda, redactada un par de décadas después, procura entender la lucha del personaje en un mundo víctima de tensiones políticas; la tercera, cuando ya el autor se acerca al sexenio, replantea la imagen de Boogie y lo ve como "un luchador por la democracia".
Sietecase defiende la importancia de un villano que, como el mercenario creado por Fontanarrosa, se convierte en una caricatura que critica aquello que encarna y que nos hace reír y pensar. "Boogie -dijo- es el personaje más políticamente incorrecto de la historia del cómic".
Santiago Gamboa declaró ser el único de los cuatro miembros del jurado que no conoció personalmente al 'Negro', pero confesó ser admirador de sus historietas y relatos. De acuerdo con el autor de Perder es cuestión de método, Boogie realizó un importante aporte a la novela negra latinoamericana -la que tiene como temas crímenes, venganzas y violaciones a la ley-, pues abandonó la tradicional postura moral de esta literatura y adoptó una actitud irónica. "La violencia y la soledad de las grandes ciudades -señaló Gamboa- tienen uno de sus pilares en la ironía e irreverencia de Boogie".
A su turno, Sasturain, cuentista y famoso comentarista de libros, se ocupó de comparar la película sobre Boogie producida en Argentina con el espíritu de la historieta. "En el traslado del cómic al cine, el personaje y sus aventuras perdieron la ironía -señaló-.
Esa es la diferencia entre el humor negro y el simple cinismo macabro".
Durante la charla surgió el hecho de que uno de los primeros países que publicó a Boogie, más allá de las fronteras argentinas, fue Colombia. La historieta se estrenó en 1975, en el ya desaparecido diario caleño El Pueblo, y más tarde la contrató El Tiempo. Durante cerca de una década, la edición dominical del periódico acogió las vicisitudes del rubio mercenario de cuyo labio inferior cuelga eternamente un pucho. Muchos lectores, sin embargo, escribían para protestar por el cómic y algunos llegaron a atribuirle una cuota en el fomento de la violencia colombiana. Finalmente, el periódico suspendió la publicación.
Boogie el Aceitoso se publicó en la revista mexicana Proceso, algunos libros de aventuras suyas se distribuyeron en Italia y Brasil e inspiró un personaje en la ópera argentina Un sueño olvidado. La película que lleva su nombre se estrenó en octubre del 2009, bajo la dirección de Gustavo Cova. No era una cinta de dibujos animados, sino de actores, lo que, según Juan Sasturain, afectó su credibilidad y sacrificó su ironía. En el 2006, cuando Fontanarrosa se presentó en el Carnaval Internacional de las Artes de Barranquilla, entró a escena acompañado por un actor que llevaba el disfraz del Aceitoso.
El anzuelo del 'Negro'
El primer Festival Internacional de las Artes de Rosario, Fila 2011, se celebró entre el 25 y el 28 de agosto. En esta ocasión se centró en Fontanarrosa, que es un ídolo popular en toda Argentina y, de manera particular, en Rosario. Después de la inauguración oficial, el primer evento fue, justamente, un homenaje al 'Negro', en el que tomaron parte Daniel Rabinovich, de Les Luthiers; el editor Daniel Divinsky, el dibujante Miguel Rep, Sasturian y Daniel Samper Pizano. Divinsky -cuya Editora de la Flor publica a Quino, Fontanarrosa y numerosos humoristas más- recordó sus vínculos de amigo y difusor del rosarino.
El lema del homenaje fue una frase que hizo famosa 'el Negro'. Alguna vez que le preguntaron cuál era la técnica adecuada para escribir cuentos, hablar en público y dibujar historietas, recordó un grafito que había visto en el baño de una estación de gasolina: "Puto (maricón) el que lea esto". Aseguraba Fontanarrosa que, para atraer la atención del público desde el principio, el comienzo del relato, la charla o el cómic necesita un anzuelo equivalente a esta frase, que constituía, según él, el mejor consejo que había recibido en estrategias de comunicación.
Organizado por Gabriela Mahy, viuda de Fontanarrosa, y con apoyo oficial y de numerosas empresas, el Fila está inspirado en el Carnaval de las Artes. "Es como un hermanito menor del nuestro -dice el periodista Heriberto Fiorillo, presidente del festival barranquillero-. Se trata de llevar a Rosario a escritores, dibujantes, humoristas, bailarines, cineastas, y propiciar con ellos encuentros al alcance de la gente y diálogos desacartonados".
Una estatua para Boogie
Fiorillo y el subdirector del Carnaval de las Artes, Efraín Medina, estuvieron presentes en Rosario y participaron en varias mesas redondas. También lo hicieron, entre otros, la mexicana Laura Esquivel, autora de Como agua para chocolate; su coterráneo, el escritor Juan Villoro, que dictó una conferencia sobre fútbol, actividad que para Fontanarrosa fue casi una religión y es común a casi todos sus amigos; el músico uruguayo Leo Masliah y varios autores, pintores, artistas y humoristas argentinos, entre los que se encontraba Rodrigo Grande, argumentista de una exitosa serie de televisión basada en cuentos del 'Negro'.
La Alcaldía de Rosario anunció que levantará a orillas del río Paraná un proyecto llamado Ciudad Joven, donde estarán varios de los "hijos" de Fontanarrosa, como el gaucho Inodoro Pereyra, su perro y su mujer. Ahora, después de que ha sido absuelto, nadie podrá negarle una estatua a Boogie el Aceitoso en la plaza Roberto Fontanarrosa.
Fuente: Diario El Tiempo