La disputa entre el gobierno argentino y el Grupo Clarín debilitó al multimedios más importante del país, que perdió el negocio de la transmisión del fútbol, el debate de la Ley de Medios y ahora dejará de operar internet
Por: Cecilia González. Corresponsal de Notimex en Argentina
La relación entre la presidenta Cristina Fernández y Clarín fue tersa hasta hace dos años, cuando estalló el conflicto agropecuario que hizo peligrar la continuidad del gobierno, en una dura pelea en la que el multimedios se puso del lado de los productores del campo.
Hasta entonces, ambas partes habían mantenido una relación de equilibrio de intereses que permitió, por ejemplo, que el esposo y antecesor de la presidenta, Néstor Kirchner, aprobara la ampliación de licencias de radio y televisión que benefició a Clarín en 2003.
La crisis con las patronales agropecuarias marcó la debacle del kirchnerismo, ya que la popularidad de Fernández se desplomó de 40 a 20 por ciento, situación de la que, sin autocrítica alguna, el gobierno culpó a los medios, principalmente a Clarín.
En 2008, la mandataria argentina provocó un “cimbronazo” mediático al anunciar en el Congreso la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, la cual fue aprobada a pesar de la intensa campaña en contra que llevó a cabo el multimedios.
El último esfuerzo de Clarín por impedir la aplicación de la Ley fue la vía judicial, pero la Corte Suprema ya validó la nueva norma, lo que obligará al Grupo a quedarse sólo con 10 de las 250 licencias de radio y televisión que actualmente maneja.
Antes, el gobierno se quedó de manera sorpresiva con el millonario negocio de la transmisión de los partidos de fútbol que Clarín, a través de la empresa Televisión Satelital Codificada, monopolizaba desde 1991.
Otro golpe fue el avance de la causa judicial que se sigue a la dueña del multimedios, Ernestina Herrera de Noble, por la adopción ilegal de dos bebés que pudieron haber sido hijos de desaparecidos y apropiados durante la última dictadura militar (1976-1983).
Marcela y Felipe, los hijos adoptivos de la poderosa empresaria, en la actualidad son adultos de 34 años, a quienes la justicia obligó a aceptar extracciones de ADN, que fueron manipuladas antes de ser entregadas, por lo que finalmente no dieron resultados concretos.
Herrera de Noble tuvo un respiro cuando la investigación se estancó, ya que no se pudo comprobar que Marcela y Felipe fueran hijos de militantes desaparecidos durante la dictadura, lo cual la hubiera enviado a la cárcel.
La presión, sin embargo, continúa, ya que esta semana la presidenta denunció que Clarín y La Nación compraron en 1976, de manera ilegal y con el apoyo de los represores, la empresa Papel Prensa, que es el monopolio del principal insumo para medios impresos.
Fernández ya interpuso una denuncia penal y propuso al Congreso un proyecto de ley que le quitaría el negocio de la producción y venta de papel a los dos principales diarios de Argentina, que han rechazado las acusaciones.
Sólo una semana antes, el gobierno le quitó a Clarín la licencia para operar el servicio de internet a través de la empresa Fibertel, lo que implica el fin de un negocio en el que tenían un millón de clientes, ya que era la firma líder en el país sudamericano.