A pesar del lapso transcurrido, las promesas formuladas y los rumores reinantes, hasta el momento no se ha llegado a una solución para la crucial cuestión de los puestos de trabajo. Esto lleva a la pregunta de cómo es posible que, en medio del debate sobre la ley de medios y el rol del periodismo, una patronal inescrupulosa cierre impunemente un diario, acallando una voz y dejando a casi doscientas familias en la calle.
Con trabajadores que terminan pagando los platos rotos por la irresponsabilidad y los desaguisados empresariales, y con un medio de comunicación que se cierra, la tan meneada libertad de prensa pasa a convertirse en una entelequia, o en algo sólo asequible para los dueños de holdings multimedios.
También los trabajadores de Crítica exigen que los gobiernos nacional, porteño y de las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Chubut, así como otras reparticiones oficiales, paguen sus deudas por publicidad aparecida en el diario. Los depósitos que para saldarlas hagan en la cuenta bancaria abierta por la Justicia son la única manera de que los trabajadores puedan cobrar al menos una parte de lo que les quedaron debiendo los fugados propietarios vaciadores.
Una vez más apelamos a la solidaridad de lectores, colegas y a organizaciones políticas, sociales y sindicales. Les solicitamos que nos vuelvan a acompañar, esta vez en la vigilia durante 24 horas frente al Ministerio de Trabajo.
Comisión Interna del Diario Crítica de la Argentina