La familia de David Graiver, poderoso banquero muerto en un sospechoso accidente aéreo en 1976, fue perseguida y cayó en desgracia en la dictadura (1976/83), cuando perdió la única empresa de papel para diarios de Argentina y sus otras firmas fueron liquidadas por el régimen
David Graiver era un argentino de origen judío de 35 años, dueño de seis bancos -dos en su país, dos en Nueva York, uno en Bruselas y uno en Tel Aviv- y decenas de compañías, cuando en agosto de 1976 murió al caer en México un jet privado en el que viajaba desde Estados Unidos.
A su muerte, el empresario tenía activos por unos 200 millones de dólares y era socio mayoritario de la empresa Papel Prensa, única fabricante de papel para diarios del país, fundada en 1972 y cuyas acciones había adquirido en 1975.
Esas acciones fueron vendidas el 2 de noviembre de 1976 a los principales diarios argentinos, Clarín, La Nación y La Razón (hoy propiedad de Clarín), en una operación ahora cuestionada por la presidenta Cristina Kirchner, que los acusa de participar de una maniobra para adueñarse de la fábrica en complicidad con la dictadura.
Según la mandataria, Lidia Papaleo de Graiver, esposa de David "fue obligada a firmar la cesión de acciones" bajo amenaza de muerte contra ella y su entonces pequeña hija.
"Fui forzada a vender todo. No había sugerencias, fue 'firmás o te mato'", afirmó Lidia Papaleo al declarar el 20 de mayo pasado en una asamblea de Papel Prensa, ahora controlada por Clarín y La Nación y en la que el Estado tiene el 28%, según un informe del diario oficialista Tiempo Argentino.
La mujer fue luego secuestrada, torturada y violada en un centro de detención clandestino, donde tuvo un tumor cerebral producto de los golpes, contó.
También fueron secuestrados el vicepresidente de Papel Prensa, Rafael Ianover, testaferro de Graiver y que había firmado el traspaso de sus acciones, así como su mano derecha y abogado Jorge Rubinstein, muerto bajo tortura en 1977.
Por el contrario, Isidoro Graiver, hermano menor de David, declaró el martes ante la justicia que la familia vendió las acciones porque "estaba en una situación incómoda comercialmente" y negó que hubieran sido presionados para desprenderse de los papeles accionarios, según el fascimil de su testimonio judicial, que publicó Clarín este jueves.
David Graiver, que había sido funcionario del gobierno de facto del general Agustín Lanusse, fue luego vinculado a la disuelta organización armada Montoneros, acusación muy divulgada aunque no probada en la justicia.
Esta versión fue retomada por el periodista argentino residente en Ginebra Juan Gasparini en su libro "David Graiver, el banquero de los Montoneros".
El libro asegura que 14 millones de los 60 millones de dólares que fueron pagados en 1975 a Montoneros por el rescate de los empresarios Juan y Jorge Born fueron a parar a las arcas del grupo, que lo utilizó para comprar uno de sus bancos en Nueva York.
Fuente: Agencia AFP