El mismo estuvo articulado en tres paneles con distintos ejes cada uno: El primero, “Logros y desafíos pendientes en 25 años de democracia” contó con la participación de representantes de la Universidad de Palermo, la Universidad Católica Argentina, el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) y de la ONG Poder Ciudadano.
El segundo panel, compuesto por organizaciones y gremios que agrupan a entidades periodísticas como la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (AdEPA), la Asociación de Radiodifusoras Privadas Argentinas (ARPA), el Foro de Periodismo Argentino (FoPeA), la Asociación Argentina de TV por Cable (ATVC) y la Asociación por los Derechos Civiles (ADC); verso sobre la consigna “Obstáculos reales para el ejercicio de la Libertad de Prensa”.
¿Hay censura en la República Argentina? Fue el disparador del bloque final que contó con la participación del periodista Pepe Eliaschev, la Diputada por la Unión Cívica Radical, el Presidente de UNIDEVI Edgardo Civit Evans y el cierre a cargo de Juan Carlos Marino.
Tras la apertura a cargo del legislador pampeano, Pablo Mendelevich (UP), mencionó las problemáticas principales que, a su entender, configuran una situación endeble que amenaza la libertad de expresión: la calidad de los periodistas en baja, la dificultad de los profesionales para adaptarse a tiempo a los nuevas tecnologías y una “visión aldeana” de la prensa por parte de los Kirchner. “Cristina cree que los periodistas somos una logia encerrada en un sótano buscando conspirar contra el gobierno”.
A su turno Jorge Liotti (UCA) identificó al proceso de formación de “conglomerados de medios” ocurrido durante la década del 90´ como el motor de una disputa entre los empresas periodísticas y el poder político por la “definición de la agenda”. Al momento que cuestionó el accionar de los medios estatales por alejarse de su objetivo y adoptar una “actitud militante” a favor del gobierno.
Martín Bohmer (CIPPEC) en tanto, se refirió a la existencia de un “mercado de ideas” en donde no hay igualdad de oportunidades y donde no todos pueden participar y hacerse escuchar.
“Hay que escuchar lo que uno no quiere escuchar” dijo Carlos Gamond representante de AdEPA, haciendo alusión a la esencia de la democracia, al abrir el segundo panel. Además, señaló que hay casos de censura resonantes y con gran difusión en los medios como el de Pepe Eliaschev y el de Nelson Castro, pero que hay muchos otros, desconocidas, sobre todo en el interior del país.
Alberto Veiga (ARPA) dedicó unas palabras a la aun fallida “nueva Ley de Radiodifusión” para reconocerla como necesaria, pero no sin dejar una advertencia: “Cuando las leyes se hacen para resolver problemas de la coyuntura se hacen malas leyes”.
Andrés D’Alessandro (FoPeA) concordó con Pablo Mendelevich en cuanto a que es necesaria una mayor capacitación por parte de los medios para sus periodistas, en busca de un mejoramiento del nivel de los profesionales de prensa. En relación a la situación de la libertad de expresión en la Argentina afirmó que: “No somos México, Guatemala o Colombia, pero hay que estar alerta. Se han registrado episodios de amenazas de muerte, ataques a domicilios de periodistas y agresiones durante coberturas. La libertad de expresión está lesionada”.
Por la Asociación por los Derechos Civiles estuvo presente Eleonor Rabinovich quien indicó que existe la censura indirecta, pero bajo una forma que “parece legal”. Explicó que, escudados tras sus funciones públicas, algunos funcionarios hacen uso indebido de la publicidad oficial, sugieren a las empresas en que medios pautar y restringen el acceso a la información pública.
Edgardo Civit Evans (UNIDEVI) dio a conocer los pormenores de su denuncia ante la Corte Interamericana en la que acusa al Ejecutivo Nacional y a la Corte Suprema de Justicia de Argentina por no poner en funciones al Tribunal de defensa de la Competencia, organismo que debería funcionar desde hace más de 10 años. Civit Evans señaló que “cualquier mecanismo indirecto que atente contra la libertad de expresión o de pensamiento es considerado censura”. Y continuó diciendo: “por ejemplo, mi denuncia no fue difundida por casi ningún medio, eso es resultado de la autocensura, es decir, medios que temen perder el dinero de la publicidad oficial”.
La diputada radical Silvana Giudici arremetió contra el matrimonio Kirchner por entender que su accionar “no se trata de acciones aisladas (contra la prensa), es una metodología, una política de estado”. El ComFeR ocupó la mayor parte de su alocución: “Se pasó a la órbita de la Jefatura de Medios, es decir, desde un mismo lugar se regulan lo medios, se administran las licencias y se concentra la publicidad oficial. Además, las auditorias han arrojado que el organismo carece de bases de datos, desconoce la composición accionaria de los medios y no registra las multas que realiza”. Finalmente cerró su disertación con cifras alarmantes: “En 2003 el dinero destinado para pauta oficial fue de 46 millones de pesos, el año pasado fue de 438 millones”.
Pepe Eliaschev, víctima de uno de los casos más recientes y resonantes de censura, destacó la realización de eventos de este tipo porque “nos acercamos a la solución de una situación dramática”. Su diagnóstico del escenario actual fue que “comparado con la dictadura es una situación diferente. No existe censura explícita, pero si hay una manipulación permanente. Desde el 2003 se registran hechos de una gravedad inédita. Vivimos un tiempo sin precedentes”. En cuanto a las presiones desde el gobierno a empresas graficó diciendo que “las pautas son monitoreadas por las más altas autoridades, en algunos casos por Néstor Kirchner”. Sin embargo, su conclusión llamó a continuar trabajando: “debemos pelear pacíficamente con las palabras y las leyes”:
Marino, organizador del Seminario junto al Bloque de Senadores radicales, no fue tan optimista: “Me encantaría poder decir que no existe la censura. Pero estaría faltando a la verdad. Muchos casos no salen a la luz, no se ven, sobre todo en el interior. En mi provincia, sin ir más lejos, tenemos varios frescos: Juan Carlos Tierno denunció a la publicación Lumbre, a los periodistas y a su imprenta por el solo hecho de no concordar con lo que en sus páginas se decía sobre su desempeño como funcionario. Obviamente, fueron sobreseídos por la Justicia. La radio santarroseña LU33 no fue denunciado, fue otro el camino elegido por el gobernador Jorge para callarla: redujo la publicidad oficial a un 10%. Una vez más se hizo justicia, tuvo que dar marcha atrás con la medida”.
“Es increíble a los niveles que llegan los Kirchner, para la venidera Fiesta de la Vendimia los canales no podrán poner cámaras propias, las únicas habilitadas son las de Canal 7. Otra situación gravísima: Tarragó Ros invitó a Atilio De Angeli a compartir escenario en Cosquín. ¿Saben porque no pudo? El intendente, acérrimo kirchnerista se lo prohibió”.
Finalmente, dejo unas palabras esperanzadoras: “Se que es difícil, pero espero sinceramente, que tanto el trabajo legislativo de ambas cámaras, la realización de eventos de este tipo y el trabajo que distintas entidades desarrollan ayuden a tomar conciencia como ciudadanos para que no permitamos que se menoscabe un derecho fundamental como el derecho a la libertad de expresión”.
En la foto: El senador Juan Carlos Marino junto al periodista José Eliaschev, fuente: Congreso de la Nación
Fuente: Parlamentario