domingo, 1 de agosto de 2010

Raúl Moneta le pidió US$ 100 millones a Garfunkel para comprar Clarín

Una extraña operación que se hizo sin hablar con los accionistas de Clarín
Por: Martín Bidegaray
Desde que pergeñó la ley de medios, el Gobierno viene buscando la conformación de un multimedios propio, adicto o manejado por empresarios amigos. El primer paso en esa estrategia era la conquista de Telecom, a la que se buscaba convertir en operadora de televisión por cable, algo que no pudo ser por la oposición de algunos legisladores. El siguiente paso era la adquisición de activos que las empresas deberían desprenderse por la aplicación del artículo 161 de la ley.
Raúl Moneta, que en los 90 quiso armar un multimedios al servicio de Carlos Menem, ahora busca replicarlo en tiempos de Kirchner.
Y así como en la década pasada confesó públicamente que quería adquirir La Nación , ahora su interés pasa por quedarse con las licencias que el Gobierno obliga a vender al Grupo Clarín .
Pero no es el único intento por forzar cambios en la propiedad de los medios. El ex ComFeR intervino para que la radio rosarina LT8 no pasara a manos del grupo Vila, dueño del diario La Capital.
Además, en las pruebas pilotos de la televisión digital terrestre para canales privados fueron invitados Canal 9 y Telefé.
Hace unas semanas, Osvaldo Nemirovsci –coordinador general de ese programa– dijo que era “obvio” que América 2 (Vila-De Narváez) y Canal 13 ( Grupo Clarín ) también participarían del proceso.
De acuerdo con un documento confidencial al que accedió Clarín , Moneta quiere comprar una parte de Grupo Clarín o algunas de sus empresas afiliadas. Con esa idea, el ex banquero le pidió a Matías Garfunkel (con quien iba a ser socio en otro proyecto, de radios) que le prestara US$ 100 millones.
Moneta se comprometió a asistir a Garfunkel en el armado de la ingeniería financiera para comprar la mitad de Telecom (cuya mitad tenían en venta los italianos). Iba a cobrar un porcentaje por ese tejido, que resultó fallido y tiene destino de demanda pena l. La segunda parte del acuerdo es la que, hasta ahora, estaba en secreto: Moneta le exigía a Garfunkel un aval bancario de US$ 100 millones que estuviera disponible en cualquier momento. El objetivo era Clarín .
Aunque los accionistas del Grupo Clarín no encararon ninguna negociación con Moneta, al ex banquero le dijeron que su ingreso en la empresa sería un “trofeo” que el Gobierno miraría con buenos ojos. “Sería una suerte de prueba de amor de fidelidad kirchnerista”, escucharon allegados al intento de Moneta.
Moneta le iba a ceder a Garfunkel el 6,25% de las acciones de lo que obtuviera. “Si el control de Clarín le permitiera a RM (Moneta) designar más de un director titular y un suplente en el directorio de sociedades del Grupo Clarín , esto le permitiría a RM designar más de un director titular y uno suplente en el directorio de sociedades del Grupo Clarín ”, reza el documento.
El plan del ex arquitecto del fallido CEI era combinar las radios que compró (“Rock & Pop” y “Metro”) con los activos que el Gobierno obliga a vender a Grupo Clarín como el canal de cable TN.
Aunque la rebautizada Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual (que dirige el polémico Gabriel Mariotto) pareciera poner frenos a la transferencia de las radios a manos de Moneta, esa situación podría cambiar si el ex banquero avanza sobre TN, se especula entre empresarios privados de medios.
De todas formas, Garfunkel –que desembolsó casi $ 26 millones para las radios que compra Moneta– planea impugnar el traspaso de esas emisoras por irregularidades entre las partes.
“Con LT8, donde vetó el ingreso del grupo Vila, Mariotto volvió a mostrar que quiere influir en la titularidad de las licencias”, explica el ejecutivo de un grupo de medios que compite contra Clarín y Vila.
Los empresarios kirchneristas vienen merodeando alrededor de Telefé y Canal 9 desde hace rato. El Gobierno mira con lupa las cuestiones administrativas y formales relacionadas con la propiedad y la titularidad de las licencias de ambos canales. Tanto a Telefónica (en Telefé) como al 9 (del mexicano Ángel Remigio González y González) les falta algún sello oficial.
Una señal del mejor diálogo de estos canales con el Gobierno es que fueron invitados a las pruebas de la televisión digital terrestre del Gobierno, un proyecto de $ 1.400 millones que distribuye decodificadores gratis entre las personas de menores recursos. Ahora, esas cajas conversoras sólo sintonizan Canal 7 y Encuentro.
El 9 y Telefé podrían sumarse pronto . América y el 13 están excluidos, aunque Nemirovsci –a cargo del programa– dijo que era “obvio” que estos canales iban a participar.
Telefé y el 9 tuvieron muchos dueños y eso siempre provoca algún inconveniente administrativo.
Otra señal que en el Gobierno siguen de cerca es C5N. Fundada por Daniel Hadad, ahora es manejada por Gerardo Werthein . El dueño de la aseguradora La Caja y una parte del Standard Bank posee la mitad de Telecom Argentina. Telecom Italia tiene la opción de comprarle esa parte, pero Werthein siempre apeló en la Justicia, con un guiño del Ejecutivo. Ahora, en los últimos rounds de los italianos versus Werthein, el Gobierno se está mostrando más imparcial. De hecho, el Ministerio de Economía tenía que presentar una impugnación judicial contra los italianos y no lo hizo.
El diálogo entre Werthein y Ernesto Gutiérrez –a quién el Gobierno quería en Telecom– no pasaría su mejor momento. Hay emisarios tratando de acercar a los Kirchner con Telecom Italia. De concretarse, algo quizás cambie en la pantalla de C5N, la preferida por varios funcionarios (como Amado Boudou) para publicitar sus actos de Gobierno en cámaras.
Cambios en la propiedad de los canales
Por el 11 pasaron desde Avelino Porto (ex rector de la Universidad de Belgrano) y Santiago Soldati hasta Editorial Atlántida (Familia Vigil), que finalmente le vendió a Telefónica. Y en el 9 también estuvieron los españoles, pero precedidos por la australiana Prime, Carlos Ávila (TyC), Moneta, los Vigil y Daniel Hadad, que lo traspasó a los mexicanos. Estos últimos usaron una sociedad estadounidense, para valerse del tratado de reciprocidad de inversiones entre ambos países.
Cada uno de los que fueron tomando una parte del 9 y 11 (también estuvieron el CEI de Richard Handley y al fondo Hicks) le fue notificando los traspasos al Comfer.
Pero la titularidad de sus licencias sigue estando a nombre de los dueños anteriores.”Al traspaso de Telearte (de Alejandro Romay) a los mexicanos le falta la reglamentación de una ley o el decreto por parte del Poder Ejecutivo”, señala un conocedor de Canal 9.
Esos vacíos legales afectan, en menor medida, a Telefe. Su dueño no es argentino y además algunos de sus canales en el interior también están “flojos” de papeles.
El 13, de Artear (grupo Clarín) es el único canal cuya licenciataria nunca cambió de titular ni de dueño.

Fuente: Diario Clarín


Garfunkel demandará en la Justicia que Moneta le devuelva US$ 28 millones
Por: Ariel Cohen
El empresario Matías Garfunkel demandará mañana a Raúl Moneta, por vía judicial, para que le devuelva las radios que en forma conjunta le adquirieron a la mexicana CIE o que, llegado el caso, le reintegre US$ 28 millones que le entregó para llevar adelante la operación. Según pudo saber Perfil, el reclamo es consecuencia de dos escándalos: uno de ribetes internacionales, la aparente presentación de avales falsos por parte de Moneta para una oferta de compra de las acciones de Telecom Italia en Telecom Argentina. El otro, de entrecasa, pero con mayores perjuicios económicos, vinculado con la adquisición de las radios.
Como lo había anticipado Perfil, Garfunkel habría descubierto que Moneta le ocultó, en perjuicio suyo, las cifras reales de la operación con CIE. El controvertido empresario de Luján cobró US$ 28 millones para la gestión de la compra a los mexicanos de las FM Blue, la Rock & Pop, San Isidro Labrador y la Metro, así como los edificios en el barrio porteño de Colegiales. También compró a Moneta la AM Belgrano, las productoras de su propiedad Infomedia, Infocalle y el 50% de una productora en formación, así como la mitad de la desarrolladora Aereal que podría construir la Arena del Jockey Club de San Isidro. También fueron incluidas en la transacción las acciones propias –el 21%– de los medios que controla Daniel Hadad Infobae.com, Radio 10, la Mega, Vale, Pop y TKM.
Pero, según Garfunkel, Moneta nunca le presentó los papeles de la operación, y la suma que cobraron los mexicanos sería sensiblemente inferior a la que éste le comunicó. Tal falta de información se evidenció con las acciones en Cicsa, titular del paquete de empresas gestionadas por Hadad, que estarían caucionadas en garantía de créditos del Banco Macro, y por tanto indisponibles para una transferencia de dominio como la que habría simulado Moneta.
Fuentes allegadas a Garfunkel indicaron que el empresario podría sumarse a una demanda contra Moneta de Barclay’s Bank, Telecom Italia o Credit Suisse (banco organizador de la venta de sus acciones) si las entidades intentaran un resarcimiento por la presentación de avales falsos. Buscaría así Garfunkel limpiar el “track record” financiero tras su sociedad ya quebrada con Moneta.
A tal punto llegó el enfrentamiento entre los empresarios, que Garfunkel cambió de letrado, contrató a Hugo Wortman Jofre, quien presentará la demanda, e incluso demandará a su anterior abogado y mentor de la sociedad de Garfunkel con Moneta. Se trata de Martín Menem, hijo de Eduardo Menem y hermano de Adrián Menem. Garfunkel lo responsabilizará por mala praxis y conducta engañosa, al representar al mismo tiempo, los intereses de Moneta y de Garfunkel.

Fuente: Diario Perfil

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