martes, 26 de agosto de 2025

Todo sigue igual de mal en La Voz

Todo sigue igual de mal en La Voz. O peor. Desde mayo, cuando en una carta abierta quienes trabajamos en el medio denunciamos una situación de malestar y desconcierto, nada ha cambiado. Es más, empeoró: el diario ahora se imprime en Santa Fe y los empleados de la planta impresora quedaron en la calle. Las autoridades dijeron que era "un avance" porque la tendencia es tercerizar la impresión. El lugar ahora se usa como depósito de paquetes de China y pañales del Pami.

Cuando la Legislatura de Córdoba, por unanimidad, votó su preocupación por la situación en La Voz, las autoridades periodísticas y gerenciales se mostraron dolidas. No por el texto, no por las palabras, no por la realidad inocultable, sino porque desnudó ante la comunidad cordobesa una situación que preferían mantener en secreto, como si eso fuera posible.

A lo largo de su historia, La Voz del Interior defendió el valor de la palabra y de la información. En los últimos años, incluso, lideró pedidos de acceso a la información y les pidió a sus periodistas que utilizaran esta herramienta para la producción de contenidos. Puertas adentro, sin embargo, hace lo opuesto, sus autoridades no son capaces de dialogar con los empleados. Paradójico, pero cierto.

El último ejemplo es el más ejemplificador: "El silencio también es una respuesta", respondió el responsable de Recursos Humanos cuando se le pidió una reunión para negociar un bono, tickets, algo que engrose los salarios. ¿Miedo? No. ¿Vergüenza? Menos. ¿Coherencia? Cero.

Nuestro salario de indigencia
El salario básico actual de las y los trababajadores de La Voz es de $701.000. Hay compañeros que incluso cobran menos que eso y un periodista con 20 años de antigüedad cobra poco más de $900.000 al mes: apenas por encima de la canasta de indigencia.

Es por esto que, en el marco de la Expo Parques Industriales Córdoba 2025 –evento del que La Voz es parte de la organización–, queremos reiterar que no se olviden de nosotros. Queremos decir que la situación es tan desesperante que nos vemos obligados a pedir ayuda a todos los funcionarios, empresarios, gerentes y responsables de comunicación del sector privado reunidos en el Centro de Convenciones.

Nos sentimos incómodos, nos apena, pero no tenemos otras formas de visibilizar nuestra realidad.

Los responsables de La Voz, gerenciales y periodísticos, por duro que sea, no tienen herramientas para enderezar el barco. La situación parece haberlos desbordado y el resultado de escenarios así –ustedes lo saben, porque están al frente de firmas exitosas– nunca es el mejor.

Queremos a La Voz, queremos que La Voz salga de esta situación, queremos volver a ser el medio insignia de Córdoba que lidere la comunicación de calidad en la región. Eso, con la humillación del salario que el diario les paga a su gente, es imposible.

Lo dijimos en mayo y lo reafirmamos ahora: si el medio más importante del interior del país no puede pagar salarios decentes, que lo hable con honestidad. Seguramente la comunidad cordobesa, junto al Gobierno, empresarios capaces como ustedes, y nosotros, trabajadores comprometidos con la marca, podremos encontrar una puerta de salida. Tapar la realidad no soluciona nada: la agrava.

Otras Señales

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