domingo, 24 de agosto de 2025

Contaminación, urbanización, riesgo ambiental y promesas incumplidas: el reclamo por el Ludueña no cesa

Un año después de la audiencia pública realizada en el Concejo Municipal de Rosario, la situación del arroyo Ludueña sigue generando preocupación. El tema volvió a ser puesto en agenda por el concejal Julián Ferrero, de Ciudad Futura, quien habló en el programa Señales para denunciar la falta de respuestas concretas, el avance de proyectos inmobiliarios y la ausencia de una planificación integral para la cuenca
Hace un año se llevó a cabo una asamblea pública en el Concejo Municipal de Rosario dedicada a la problemática del arroyo Ludueña. En esa oportunidad, Señales emitió un programa completo a transmitir y resumir los testimonios de vecinos y organizaciones que participaron de esa jornada, con el objetivo de visibilizar otras voces presentes en el debate. Un año después, el tema volvió a ser puesto en agenda por el concejal Julián Ferrero del bloque Ciudad Futura.

Consultado sobre la situación actual, Ferrero lamentó que, a pesar del tiempo transcurrido desde la audiencia pública, "pasó poco y nada". Sostuvo que se trata de una problemática ambiental seria, centrada en la contaminación constante y el deterioro estructural del arroyo Ludueña, al que definió como uno de los ecosistemas más importantes de la ciudad y la región.

El concejal explicó que desde su rol en la oposición vienen denunciando esta situación desde hace tiempo, pero observan escasa respuesta por parte de los gobiernos responsables. Señaló tanto al gobierno municipal, que tiene competencias locales, como al gobierno provincial, que debería abordar el problema desde una perspectiva metropolitana y de cuenca. Recordó que el Ludueña atraviesa 15 localidades y que su cuenca abarca 80.000 hectáreas, lo que da cuenta de la magnitud del desafío.
Ante la falta de respuestas, Ferrero y su bloque presentaron un pedido de informe dirigido tanto al gobierno municipal como al gobierno provincial. En el caso de la provincia, mencionó responsabilidades compartidas entre los Ministerios de Ambiente, de Infraestructura y Servicios Públicos, y de Obras Públicas. Sostuvo que la gravedad del problema exige una intervención articulada entre múltiples áreas del Estado.

Recordó también que en la audiencia pública realizada en el Concejo Municipal participaron más de 60 expositores a lo largo de cinco horas. Destacó dos elementos clave de ese encuentro: por un lado, la fuerte participación de vecinos y organizaciones que expresaron su preocupación y exigieron voluntad política real; y por otro, la exposición de funcionarios que presentaron planes de acción y promesas que, con el tiempo, no se concretaron. Esa falta de cumplimiento, señaló, fue desilusionante para muchos, incluso para quienes desde el Concejo tenían expectativas positivas.

Durante la sesión en la que se debatió el pedido de informe, Ferrero utilizó el término "simulacro" para describir la falta de acciones concretas, lo que generó un cuestionamiento por parte de una concejala oficialista. El edil defendió su postura señalando que su compromiso es tanto institucional —ya que preside la Comisión de Ecología y Medio Ambiente— como militante, al definirse como un militante socioambiental.

Para ilustrar la gravedad del problema, relató un hecho reciente ocurrido en el puente que conecta Funes con Rosario, en la continuidad de calle Mendoza (calle Ingeniero Miglierini), donde se encuentra una estación elevadora de Aguas Santafesinas (ASSA). Esa instalación, explicó, está desbordada por el crecimiento de barrios privados en Funes, construidos sobre humedales de la cuenca. La saturación de la red cloacal hace que los residuos terminen vertidos directamente en el arroyo Ludueña, contaminándolo y afectando tanto al ecosistema como a la salud pública de quienes viven aguas abajo. Recordó además que el cauce del Ludueña desemboca en el río Paraná, a la altura de calle Nansen, lo cual agrava aún más el impacto ambiental.

Ferrero subrayó que, aunque desde su rol como concejal no puede ejecutar obras ni políticas, sí trabajan activamente con vecinos, organizaciones y especialistas, exigiendo a quienes sí gobiernan que se hagan cargo del problema. "Que dejen de hacer simulacros, de prometer lo que no van a cumplir, y que actúen de una buena vez", reclamó.
También se abordó la situación del proyecto Damfield, una urbanización que había sido clausurada por el gobierno provincial al inicio de la gestión de Maximiliano Pullaro, pero que actualmente está siendo revisada. Ferrero denunció que esta obra se construye en el vaso de inundación de la presa del arroyo Ludueña, lo que representa un riesgo grave. Explicó que la presa fue planificada para evitar inundaciones en barrios como Empalme Graneros, y que el vaso de inundación fue diseñado precisamente como un área de contención. Permitir allí una urbanización privada, con movimientos de suelo y construcción en altura, constituye un daño ambiental de gran magnitud, alertó.

Indicó que se enteraron de la sanción del gobierno provincial a ese emprendimiento el día anterior a la audiencia pública (martes 2 de julio de 2024), la cual se realizó el miércoles 3. Celebró la medida, pero expresó su deseo de que no haya sido solo una estrategia para llegar con "algo para contar" a la audiencia, sino que forme parte de una decisión política sostenida.

Respecto a la audiencia, recordó que contó con la participación de funcionarios de distintas áreas y municipios, entre ellos Rosario, Funes, Roldán y Pérez, así como del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático, conducido por Enrique Esteves (Partido Socialista). Subrayó que se trata de una problemática metropolitana y de cuenca, y como tal debe ser abordada.

En ese sentido, Ferrero insistió en que se necesitan dos herramientas fundamentales para avanzar: por un lado, un instrumento, es decir, un plan de acción integral, metropolitano y de largo plazo; y por otro, un ámbito, que sería un comité de cuenca multisectorial. Este comité debería incluir desde funcionarios hasta vecinos de barrios populares, y ser el espacio donde se planifiquen, ejecuten y monitoreen las acciones necesarias para la recuperación del arroyo.

La entrevista concluyó con el pedido del concejal, quien solicitó una respuesta urgente y coordinada frente a una problemática que impacta el ambiente, la salud pública y la calidad de vida de miles de personas.

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