viernes, 23 de mayo de 2025

Aplican el modelo de Donald Trump para limitar a la prensa en la Casa Rosada

El Presidente y su vocero impusieron nuevas restricciones al trabajo de la prensa: limitaron el acceso de periodistas a Casa Rosada, establecieron un código de vestimenta para las conferencias, modificaron los criterios de acreditación y prevén sanciones para quienes no cumplan las normas. “Es otra medida que atenta contra la libertad de prensa y el derecho a la información”, advirtió el Sindicato de Prensa de Buenos Aires
El Gobierno publicó un nuevo reglamento que limita el trabajo de los periodistas dentro de la Casa de Gobierno. Reducirán drásticamente el número de acreditaciones, prohibirán la circulación en muchas áreas de la Casa Rosada, exigirán código de vestimenta e implementarán sanciones, que incluirán el retiro de la credencial.

El Gobierno de Javier Milei definió los nuevos criterios para la acreditación y el ejercicio de la labor periodística en la Casa de Gobierno, que incluyen un código de vestimenta, limitaciones a la cantidad de cronistas en el lugar y un novedoso Manual de Evaluación Objetiva que otorga puntaje.

Después de meses de especulaciones y rumores, la Resolución 1319/2025 de la Secretaría de Comunicación y Medios se publicó ayer en el Boletín Oficial.

La nueva normativa se emparenta con lo que resolvió el presidente Donald Trump -que al igual que el presidente Milei se ha caracterizado por su trato despectivo e insultante a la prensa- en la Casa Blanca, donde a poco de iniciar su mandato se anunció que “periodistas independientes”, podcasters, influencers o creadores de contenido podrán obtener acreditaciones para asistir a las ruedas de prensa.

La normativa define dos modalidades de acreditación -anual y eventual- e introduce un Manual de Evaluación Objetiva, que otorga un máximo de 70 puntos y establece un mínimo de 35 para recibir la acreditación en forma de credencial, que deberá ser exhibida obligadamente mientras su titular permanezca en la Rosada.

La autoridad que calificará esa evaluación será la misma Secretaría de Comunicación y Medios -que hoy encabeza el recientemente electo legislador porteño Manuel Adorni-, lo que abre dudas sobre posible discrecionalidad con la que serán otorgadas las acreditaciones.

Otra de las novedades es que se fija un límite físico de acceso de 25 personas en la Sala de Periodistas "Decano Roberto Di Sandro", y de 36 personas en la Sala de Conferencias.

Además, se “autoriza únicamente la circulación transitoria por las áreas comunes que sean estrictamente necesarias e indispensables (...) La permanencia y circulación en pasillos, oficinas, despachos u otras zonas de la Casa de Gobierno que no estén explícitamente autorizadas a tal fin, se encuentra prohibida”.

La resolución establece que el acceso a Casa Rosada estará autorizado en el horario comprendido de lunes a viernes entre las 6:30 y las 21:00 horas, y marca que “los profesionales deberán mantener un trato respetuoso entre sí, con los organizadores y con los conferencistas”.

Uno de los puntos que más se cuestionaba entre los acreditados en Casa de Gobierno era el referido a las exigencias en materia de vestimenta que quería establecer el Ejecutivo. La norma publicada este viernes señala “que el código de vestimenta para las conferencias será formal”.Además, prevé un sistema de faltas graves que puede derivar en la revocación de la acreditación del periodista designado por un medio.

La libertad de expresión también está en riesgo en Casa Rosada
El Gobierno decidió establecer nuevos criterios para los periodistas que deseen acreditarse en Balcarce 50
Por: Eduardo Menegazzi
Se venía anunciando desde hace tiempo y finalmente se concretó este viernes. El Gobierno de Javier Milei restringirá el trabajo de la prensa dentro de la Casa Rosada. Limitación en la cantidad de periodistas en la Sala que funciona allí, un código de vestimenta para asistir a las conferencias de prensa del vocero presidencial Manuel Adorni, acreditación de acuerdo a la audiencia que tenga cada medio, imposibilidad de circular libremente por los pasillos y de esperar por la llegada de algún funcionario a su despacho, restricción en la cantidad de tiempo que se utilice para realizar preguntas, prohibición de sacar fotos o filmar dentro de las instalaciones, son algunas de las medidas que se anunciaron y que entrarán en vigencia dentro de un mes.

La misión del periodismo acreditado en Casa Rosada fue desde siempre transmitir los actos de Gobierno. Ser el vehículo para que el ciudadano común conozca qué ocurre en las intimidades del poder, así como sucede, por ejemplo, dentro de un ministerio público o desde el Congreso de la Nación. Sin embargo, ahora aunque para otras cuestiones se declara liberal, en este ámbito se amplían las restricciones y se limita el trabajo profesional.

La libertad de expresión, una vez más, parece en riesgo. Desde que llegó a su cargo Adorni permitió que aparecieran en la Sala de conferencias periodistas de medios digitales afines a La Libertad Avanza y la presencia de corresponsales extranjeros o de estudiantes de universidades que curiosamente coincidían con las posturas del oficialismo. Y, por el contrario, fue estricto con otros medios tradicionales que cuestionaban las políticas libertarias.

Aunque su vertiginoso ascenso para acceder a la presidencia se apoyó en gran parte en sus constantes apariciones televisivas en el prime time donde su verba explosiva y cargada de posturas polémicas impactaba en las cifras del rating, Milei se toma venganza, una vez más, del periodismo al que todo el tiempo acusa de “ensobrado” y “pautero” con esta nueva iniciativa.

Adorni se tomará otras atribuciones cuando esté al frente de las conferencias. Podrá interrumpir el uso del micrófono a quienes preguntan y no permitirá la repregunta -ese humilde recurso con el que muchas veces se reformula un tema o se intenta obtener una respuesta- y también elegir a los que él prefiera, al estilo de la oficina de prensa de la Casa Blanca de Estados Unidos, de la que copiaron la estética que rodea a las presentaciones oficiales de los funcionarios. Y una vez que la conferencia se ponga en marcha, con un límite de 36 personas presentes, nadie más podrá ingresar a ese recinto.

Además de esas limitaciones el nuevo reglamento que se pretende imponer atenta contra la dinámica periodística. Cualquier acreditado en la Rosada puede dar testimonio de que son pocos los funcionarios que “off the record” comunican las intenciones o los planes gubernamentales. Ahora estarán prohibidas las habituales “guardias” periodísticas porque se necesitará autorización para la circulación interna.

Otro de los puntos polémicos será el criterio de selección de los medios que podrán estar diariamente en Rosada. Apelarán a métricas de audiencia o alcance, a la experiencia de los representantes que eligió cada medio de comunicación o a la cobertura previa que hicieron de las actividades en Balcarce 50. ¿Un medio de cualquier provincia acaso no tiene derecho a acreditarse? ¿Cuáles serán los parámetros que se tomarán? ¿Habrá una cobertura que como dice la resolución permita “asegurar el pleno ejercicio del derecho de la ciudadanía a recibir información objetiva, plural y de interés público, en condiciones de igualdad y transparencia”? ¿A qué se considera actualmente un medio de comunicación tradicional? ¿Puede establecer el Gobierno el criterio para evaluar a cada persona que pretenda acreditarse?

Todas esas preguntas y muchas más plantea este nuevo reglamento. Ya en el inicio de las sesiones legislativas en el Congreso a los periodistas se los ubicó arbitrariamente y no se les permitió acceder a determinados sectores. Ahora pasará lo mismo en la Rosada. ¿En nombre de la libertad?

Preguntar. Cuestionar. Incomodar al poder. Investigar. Registrar. Buscar información. Funciones del periodismo que ahora están en peligro.

Una resolución que limita la tarea del periodismo
Uno de los acreditados de Clarín en la Casa Rosada explica cómo se cubre la información del Gobierno hoy
Por: Guido Carelli Lynch 
"Este es un deporte de roce". La frase la dijo un antecesor de Manuel Adorni al frente de la Cecretaría de Comunicación durante los 10 años y tres gobiernos que este cronista lleva como acreditado para Clarín en Casa Rosada. Se refería, claro, al vínculo entre el periodismo y la política. El mismo funcionario también le recomendó a este mismo cronista que se buscara otro trabajo. Pasaron varios años y -nunca exento de errores- el periodista que escribe esta nota sigue cumpliendo la misma tarea.

El flamante legislador electo de la Ciudad y ganador en los comicios del domingo, que en privado relativiza la seguridad con la que afirma que renunciará a su cargo como vocero el 10 de diciembre, en esos años trabajaba en una concesionaria de automóviles. Ese detalle, por supuesto, no niega su mérito como bloggero exitoso y columnista en radio y televisión que le abrieron camino en los medios a los que ahora evalúa.

La resolución 1319/2025 de la Secretaría de Comunicación y Medios venía cocinándose desde hacía meses en la Casa Rosada. Adorni, en julio de 2024, le dijo a LN+

que ya trabajaba en la normativa para reformular el funcionamiento de la prensa en la sede del Ejecutivo. “¿Por qué tenemos que soportar la mentira? La mentira no la vamos a tolerar nunca”, declaró entonces el vocero.

Es paradójico que esté a cargo de la Secretaría de Comunicación “la matriz de evaluación objetiva” para evaluar el trabajo de los periodistas, aunque tiene coherencia si se repasa la experiencia del vocero para difundir información no del todo fidedigna.

AFP Factual -el sistema de chequeo de la agencia de noticias más antigua del mundo- demostró que varios posteos de Adorni en 2022 eran falsos; valen los ejemplos del supuesto robo de neumáticos de una escultura de Fangio o la supuesta censura de la televisión iraní a la transmisión de carreras de Atletismo en el Mundial de Doha. También, publicó entradas engañosas que mezclaban información con fotos viejas, como la que retrató el viaje de Alberto Fernández a Estados Unidos en 2023 con una comitiva de 48 personas.

El texto de la resolución no explicita qué es una “falta grave”, un detalle no menor si se tiene en cuenta que dos amonestaciones pueden provocar la revocación de la acreditación. Tampoco se aclara si el debido respeto de los periodistas a los conferencistas es recíproco o avala el destrato de los funcionarios a los acreditados como el que Luis Caputo dispensó al periodista Jonathan Heguier o si Adorni retirará de su despacho la caricatura de uno de los acreditados.

La limitación del cupo de periodistas en la sala de 87 acreditados a 25-cuando asisten regularmente más de 50- y las condiciones de contratación que el Gobierno exigirá de ahora en más enseñan el profundo desconocimiento de las autoridades nacionales sobre el ecosistema de medios.

El argumento esgrimido sobre la necesidad de evitar aglomeraciones no contempla que la secretaría que conduce Adorni creció exponencialmente durante su gestión. Una decena de los 208 empleados que supervisa asisten regularmente a sus conferencias, que ahora podrán ver 36 periodistas.

Tampoco hay precisiones sobre el código de vestimenta que se le exigirá a la prensa acreditada ni si volverán a habilitar las preguntas de estudiantes universitarios, que -en algunos casos- cuestionaron el trabajo de los acreditados.

Los periodistas no se mueven libremente por la Casa Rosada y aceptan los límites a los que obliga la seguridad presidencial y el protocolo. Con más libertad y acceso caminan los pasillos algunos de los periodistas militantes, que fueron acreditados por Adorni para participar de las conferencias.

La limitación de movimiento que aparece en la resolución y que aún no fue especificada- supone de todos modos un riesgo. No solo impide montar guardias para hablar con funcionarios o dirigentes; también permite chequear cuándo los ingresos no son incluidos en el registro de audiencias; una práctica habitual en todos los gobiernos.

Ese requisito, por ejemplo, hubiera impedido -por citar un casoque el periodista de Clarín Emiliano Russo, que entonces se desempeñaba en El Día, de La Plata, revelara que Sofía Pacchi visitaba a funcionarios en la Rosada después de que hubiera estallado el escándalo por la fiesta de Olivos.

Las limitaciones horarias también limitan el trabajo de la prensa en los momentos de crisis institucional. La exigencia de un título profesional universitario y/o terciario homologado por autoridad competente también desvirtúa la naturaleza del ejercicio periodístico, puesto que no se trata de una actividad colegiada.

Javier Milei no apuró la resolución hasta después de que la candidatura del vocero fuera cosa juzgada. En el medio, el Presidente parafraseó a Donald Trump con una frase temeraria, que replicó insistentemente en redes el aparato paraestatal y digital al servicio del Gobierno en redes. No es novedad que varios de ellos ocupan cargos en el Ejecutivo, con despacho en la Rosada. “No odiamos lo suficiente a los periodistas”, repite el jefe de Estado que se hizo famoso en TV, que acaba de querellar penalmente a tres periodistas y que nunca dio una conferencia de prensa.

La resolución es, en parte, una imitación de la política que implementó Trump y que replicó el autócrata Viktor Orban, de fluido trato con la administración de Milei.

Mientras el Gobierno redobla su presión sobre el periodismo, limita la ley de acceso a la información y Milei afirma en una publicación fijada en su perfil en X que Clarín es “la gran estafa argentina”, un gendarme le rompió el cráneo de un disparo al fotoperiodista Pablo Grillo, un agente de la Policía Federal le pisó la cabeza a su colega Tomás Cuesta y a Roberto Navarro le pegaron en la calle. No son hechos aislados. Funcionarios del Gobierno hostigan a periodistas. A todos ellos el Ejecutivo les garantiza libertad de expresión. Para la mayoría de los profesionales del periodismo, no hay más que roce.
Cerco a la libertad de prensa 
Referentes de la oposición criticaron con dureza y rechazaron las nuevas disposiciones del Gobierno Nacional que restringe el normal ejercicio de la labor periodística en Casa Rosada. Oscar Agost Carreño, Esteban Paulón y Maximiliano Ferraro  cuestionaron las restricciones del Poder Ejecutivo a los periodistas de Casa Rosada
Fotos: Noticias Argentinas y Pablo Cuarterolo
Fuentes: Clarín, Perfil, Señales

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