En el marco del rechazo a los despidos en los medios públicos, la asamblea de trabajadoras y trabajadores de Radio Nacional Rosario, convocada por el Sindicato de Prensa Rosario, resolvió realizar un acto de protesta en las puertas de la emisora, Córdoba 1331, el lunes 8, a las 13, para reclamar por la inmediata reincorporación de la compañera Lilian Alba.
La compañera, que desde hace cinco años trabaja en la emisora local, recibió ayer la notificación de su desvinculación. Con lo que se suma a la lista de trabajadorxs “eventuales” que perdieron su fuente laboral.
Repudiamos esta política de ajuste sobre las y los trabajadores estatales que viene ejecutando el gobierno nacional y el literal vaciamiento de los medios públicos. En una etapa de hiperconcentración de medios de comunicación, se pierden día a día voces con diversidad, el pluralismo indispensable para la información y el federalismo que pregonan funcionarios políticos pero que se ignora sistemáticamente.
El ajuste irracional que está aplicando el gobierno sobre la TV Pública, la agencia de noticias TelAm y Radio Nacional pone en evidencia el maltrato de parte de la propia conducción de las empresas del Estado sobre esos medios y sus trabajadores más el desprecio a la función social que deben encarnar.
Convocamos a las organizaciones gremiales, sociales, políticas, de derechos humanos y a toda la sociedad a solidarizarse con esta lucha.
Sindicato de Prensa Rosario
Sonia Tessa, periodista de Radio Nacional y RosarioI12, escribió:
Despidieron a Lilian Alba de Radio Nacional y quiero decir muchísimas cosas desde la rabia, desde el dolor y desde el amor por esta amiga que supe conocer justamente en esa radio.
Primero, repudio, por supuesto.
Todos los despidos, todos y cada uno de los 1200 decididos por el gobierno nacional desde diciembre son repudiables. Cada uno es parte del plan perverso de culpar a lxs trabajadores del déficit fiscal mientras se les perdonan más y más impuestos a los sectores económicos concentrados.
Cada uno es parte de seguir demonizando a quienes construyen el estado como una realidad palpable, en la comunicación, en las políticas sociales, en el poder de contralor. De seguir achicando el estado para agrandar a quienes la tienen toda y no necesitan de un árbitro que los proteja.
De seguir estigmatizando a gente que va a laburar con compromiso, por magros sueldos, y creyendo en lo que hacen. Aunque el relato macrista diga otra cosas.
Y además, habilitan también esta descartabilidad de lxs trabajadores que tanto le gusta a las empresas. Dan el ejemplo.
Pero ahora viene algo más que necesito decir, que me sale a borbotones desde las venas.
Hace pocos días, ante el temor de Lilian Alba de quedarse sin trabajo, le dije: "Si yo fuera empleadora, no suelto ni loca a una laburante como vos".
Si tuviera responsabilidad, o una empresa, la querría siempre a Lilian en mi equipo. Trabajadora incansable, una persona que siempre está dispuesta, y con una sonrisa, a encontrar una solución. Que cuando muches estamos pensando en cómo encararlo, ella ya lo hizo.
La conocí, en agosto de 2013, gracias al Negro Jorge Ramirez. Nunca se lo terminaré de agradecer. Ella iba a ser la productora de La Noche Impertinente, y fue mucho más que eso.
Desde una radio hoy marginal como es Nacional Rosario, se armó una red impresionante de fuentes.
Cada vez que se nos ocurría algo, ella demoraba un minuto en hacerlo. Fueron cuatro años juntas. Y este año que, aunque la radio la eximió de participar vaya a saber por qué, me reemplazó generosamente primero y luego me acompañó en ese programa que -como su nombre lo indica- quiere (quiso) romper moldes.
El neoliberalismo es tan perverso que hoy me levanté pensando si lo de Lilian tendrá que ver con algunas cosas que hayamos dicho en ese programa.
Eso hace: te pone a pensar en qué hiciste vos para merecer esto, te echa la culpa.
No, a Lilian no la manden a trabajar en el sector privado porque lo hizo y lo hace. No tiene miedo a nada. Siempre genera cosas maravillosas allí donde esté.
Yo no digo que ella sea más que cualquier otrx despedidx, ojo. Digo que es mi amiga, sé cómo trabaja, y estoy llena de bronca e impotencia por esta injusticia. Que seguramente se repite en miles.
El lunes, a las 13, el Sindicato de Prensa convoca a un acto para repudiar este despido y exigir la reincorporación. Nos juntamos en la puerta de Radio Nacional. Es Córdoba entre Entre Ríos y Corrientes. Les pido a todxs lxs que alguna vez escucharon o fueron entrevistadxs en nuestro programa que se acerquen, si pueden.
Te quiero mucho, compañera. Gracias siempre.
Escribió Jorge "Negro" Ramirez:
Fuí director de Nacional Rosario durante siete años, durante ese tiempo trabajé junto a los laburantes de la emisora para transformar el medio público, seguí hasta octubre del 2016 cuando me cambiaron y luego en abril del 2017 me despidieron.
Mi reemplazo, Pablo Procopio, desde junio del 2017 conduce un programa en LT8 que compite con el segmento de la radio que dirige... vergonzoso; como si esto fuera poco sólo pasa por la radio un par de horas por día manejando las cosas a lo Pro: vía whatsaap. Así es Cambiemos.
Poco a poco, como cabeza visible de un proyecto neoliberal, fue implementando las políticas de Cambiemos que sólo buscan vaciar a la red de emisoras de las provincias, dejó sin programación los fines de semana y también durante la noche a excepción del noticiero local simplemente bajando programas de LRA 1.
La radio dejó de competir y está en el último escalón de las AM y FM de Rosario y como frutilla del postre, las obras que habían empezado en el auditorio (Patrimonio histórico de la ciudad) fueron abandonadas y hoy ese espacio es un nido de ratas, cucarachas, palomas, etc.
Este es el cambio que vinieron a implementar... la destrucción de lo hecho, el abandono de lo que se estaba haciendo, la persecusión ideológica y el despido de los trabajadores.
No se equivoquen, no quieren mejorar nada, les molesta Radio Nacional, para ellos es sólo un gasto. Viven hablando de la pesada herencia mientras van dejando cadáveres en el camino.
Les responden todos los medios privados y en los medios públicos fueron acallando las voces discordantes poco a poco, en algún momento se van a ir y cuando eso suceda sólo van a quedar las ruinas.