Por: Néstor Piccone
La integración de los directorios de AFSCA y de Radio y Televisión Argentina, tal como quedó redactada, es de una impecable, plural y democrática distribución de cargos.
En noviembre de 2013, al momento de la constitución de los dos directorios, Sergio Massa ya se había impuesto en las elecciones legislativas y Daniel Scioli y Mauricio Macri ratificaban sus deseos de acceder a la Presidencia de la Nación.
Ambos directorios tienen siete miembros, dos designados por el Poder Ejecutivo: uno en carácter de presidente y otro como secretario. La Comisión Bicameral de Promoción y Seguimiento de la Comunicación nombró otros tres y lo hizo a propuesta de los bloques legislativos: uno por la primera minoría, otro por la segunda y uno más por la tercera.
Los dos restantes fueron designados por el Consejo Federal de Comunicación Audiovisual, cumpliendo con el requisito que establece que uno de ellos debe ser un académico representante de las carreras de Ciencias de la Información, Ciencias de la Comunicación o Periodismo de universidades nacionales.
El secretario restante, representante de una provincia, fue elegido por los miembros del Consejo Federal. Un ámbito plural e interdisciplinario integrado por representantes de las provincias, de los pueblos originarios, de las organizaciones sin fines de lucro, de las universidades y lo que es más notable por referentes de las cámaras que agrupan a los medios privados, entre los que está representado el Grupo Clarín.
La duración de los mandatos es de cuatro años, debiendo realizarse la designación dos años previos a la elección presidencial.
El objetivo es que ante la posible alternancia política se impongan los criterios de la convivencia y el pluralismo, amplificando la calidad institucional.
Las remociones de algún miembro las deberá realizar el Consejo Federal de la Comunicación Audiovisual.
Sería un retroceso a las épocas de la dictadura demoler la constitucionalidad que se ganó en la construcción de una ley ejemplar.
La democracia, tal como lo acaba de comprobar Mauricio Macri, es el mejor camino -hasta el momento- para las disputas de poder. También para aquellas que, como el derecho humano a la comunicación tiene en los medios, un formidable terreno de interacción.
La ley fue hecha para multiplicar las voces, un camino que tiene mucho por recorrer.
*Periodista. Integrante de la Mesa de Coordinación de la Coalición por una Comunicación Democrática