En una conferencia de prensa la periodista Adela Gomez, dio detalles del hecho que la tiene como víctima. Dijo que nunca acusó al Intendente Cotillo pero que está segura que detrás del hecho hay intereses políticos y económicos. Analiza la posibilidad de abandonar la profesión
La periodista Adela Gómez, acompañada del Director de la radio Doctor César Amaya y del conductor Javier Rivarola, ofreció una conferencia de prensa en los estudios de la Radio 21 donde remarcó que espera el esclarecimiento del caso al sostener que siente miedo por su vida. “Mis hijos me dicen ya te pegaron siete tiros, te incendiaron el auto, es evidente que van por vos”.
En primera instancia sobre la acusación al Intendente Adela aclaró que “en ningún momento nombre al Intendente Fernando Cotillo” al especificar que el jefe comunal “me mandó un mensaje después de haber hablado con el director de la radio y no tengo ningún problema en retractarme, en ningún momento nombré al Intendente lo que si dije y lo sigo sosteniendo es que para que alguien actúe con tanta impunidad, tuvieron el tiempo de rociar el auto con nafta , dejaron un bidón abajo del auto para que explote, tiene que estar ligado al poder político o al poder económico”.
En ese sentido explicó que en la denuncia “no mencioné a nadie” y “la verdad estoy bajando hoy a tierra” ya que al observar lo ocurrido con su automóvil los vecinos llamaron al hospital Zonal cuyos profesionales al acercarse al lugar le suministraron un calmante. “Recién hoy empecé a pensar lo que podría haber pasado” al destacar que desde que comenzó a ejercer la profesión “tomé el compromiso de ser la voz de aquellos que pueden haber quedado excluidos” y se mostró angustiada al sostener que lo ocurrido “es muy triste, que en tiempos democráticos tenga que estar viviendo con un policía en la puerta de mi casa, con mi familia estamos muy preocupados “ y consultada dijo que no surgieron novedades en la causa al rescatar que el comisario general Alejandro Martín “se puso a mi disposición”, al valorizar que recibió muchos llamados “la primera persona que me llamó fue la diputada Blanca Blanco y el gobernador Daniel Peralta para ofrecerme su solidaridad” al igual que el diputado nacional Eduardo Costa y la referente del ARI Mariana Zuvic
Si bien a lo largo de su carrera dijo que junto a su equipo de trabajo recibieron amenazas anónimas considera que no tiene enemigos, “me llevo bien con el todo el mundo, a algunos no les gustará mi trabajo, no les gustará como soy” al sostener de todos modos que “los enemigos del medio emprendieron una batalla y empezaron con los actos de violencia y estamos exigiendo al Estado que obviamente se sepa que ocurrió y que este caso no quede impune”.
Por lo ocurrido Adela anunció que se tomará unos días y “es posible que en breve mi tarea periodística termine, mis hijos están muy asustados y me dicen: ya te pegaron siete tiros, te incendiaron el auto, es evidente que van por vos”.
Tanto para Adela como para sus compañeros de trabajo esa noche fue vigilada de forma previa y al respecto el doctor César Amaya dijo que el ataque puso en riesgo su vida porque “estuvo hasta las 2:30 en el barrio 26 de Junio, o la siguieron o la estaban esperando y 15 minutos después que se acostó incendiaron el auto, que lo hicieron con mucha frialdad , en la unidad más sensible que es el motor, dejaron que goteara y después lo prendieron fuego, no se trata de una piedra al boleo, hubo una planificación”.
Al respecto Javier Rivarola opinó que se ataca una forma de opinar, de pensar, se quieren matar ideales” y especificó que los temas abordados en los últimos días en el programa fueron diversos como “el hogar de ancianos, el centro de salud del Rotary 23, pesca, petroleros. Lo que le pasó a Adela nos pasó a nosotros. Fueron cuestiones vinculadas con el quehacer de funcionarios públicos locales y provinciales y económicos también” y pidió que la gente se sume al repudio porque “mañana le puede pasar a cualquier vecino, mañana van a ir por otros, pedimos que se garantice el libre trabajo”
Amaya en el mismo sentido remarcó que exigen “al poder político que garantice la seguridad de la emisora y de los trabajadores, una trabajadora que deja de trabajar en lo quiere por miedo significa que estamos perdiendo ante la mafia, esto ya se vivió en Argentina y cada tanto reflota, está en juego el derecho de expresión y hay un estado ineficiente que está haciendo agua por algún lado”.
También Amaya diferenció el ataque sufrido por Adela con otros hechos vandálicos de incendios de automóviles por “el modus operandi” al especificar que los autores actuaron “con mucha precisión y calma, un trabajo bastante prolijo” y consideró que este hecho puntual “se va a tender a desdibujar y “ese es otro error del periodismo porque no tenemos que acostumbrarnos a que quemen los coches y en el caso de Adela esta dado porque la presunción general es que el incendio fue acallarla”.
Fuente: Tiempo Sur
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