En el país del futbol, los contratos vienen dando bastante que hablar. Primero fueron los de los jugadores con los clubes, que batieron récords de incumplimientos. Ahora es la joya de la corona futbolera: nada más ni nada menos que el convenio a varias puntas entre, en su momento TyC, ahora TSC como difusora, Tele Red Imagen SA (TRISA) como comercializadora
, los clubes como titulares de los derechos de televisación y la AFA como representantes de éstos.Una aclaración para los amigos de la pelota, antes de entrar en tema. Que nombremos al presidente de la AFA como “Don Julio”, no es en modo alguno una forma despectiva. Tampoco elogiosa. Simplemente, es la constatación de un hecho. Pues todos quienes hemos transitado, por diversos motivos y con disímil suerte, los pasillos de la sede social de la Asociación, en la calle Viamonte 1366 de la ciudad de Buenos Aires o llamado a ella (teléfono: 4370-7900 y líneas rotativas), bien sabemos que en la “cocina” de la organización, a la cabeza de comité directivo no se lo llama “señor presidente” o “señor Grondona” sino simple y llanamente, “Don Julio”.
Los derechos de televisación de los partidos son a los clubes lo que la explotación de la imagen a los futbolistas y demás personas públicas.
El hasta hace poco indiscutido contrato de televisación de partidos fue firmado por AFA, sí, pero en nombre y representación de los derechos de televisación de los clubes que contiene el organismo. Por eso es que antes de anunciar a los medios el rompimiento, se debió -puertas adentro- dar seguridades a los clubes más temerosos de que la Asociación se haría cargo de cualquier pretensión de resarcimiento de la empresa repudiada.
Es bueno repasar quién es quién en todo esto, empresarialmente hablando: Televisación Satelital Codificada (TSC) es la que desde 1991 tiene la explotación y es propiedad, a partes iguales, del Grupo Clarín y Torneos y Competencias.
Por su parte, TRISA es la que se encarga de la comercialización de derechos y la venta de publicidad para las transmisiones de los partidos de los campeonatos locales. También es propiedad, a partes iguales, del Grupo Clarín y Torneos y Competencias.
Veamos ahora la cuestión de los números: quienes explotan los derechos dicen que se facturó unos $ 304 millones, en tanto Don Julio entiende que la cifra trepa por encima de los 500 millones. ¿Quién tiene la verdad? Es difícil de establecer, por un simple hecho: la mayoría de las televisaciones son vendidas dentro del mismo grupo de empresas que poseen los derechos. Es decir que se “compran” y “venden” a sí mismas.
Estimado lector: ¿qué precio se pondría para venderse algo, indudablemente valioso, a sí mismo? Le dejamos la inquietud.
Como nos decía un veterano dirigente del fútbol, y que ha formado parte en varias ocasiones de la comisión directiva de AFA, en una charla off the record, precisamente en el muy lindo bar de la esquina de la calle donde se halla la organización, en Callao y Viamonte: “Van a ver muchas cosas curiosas estos días. No crean ni la mitad de lo que les digan. Esto no es una cruzada, ni mucho menos. Tampoco es una película de vaqueros, con un recio cowboy onda John Wayne deslumbrando a la temperamental pelirroja Maureen O'Hara. Esto es una pelea entre Frankenstein y Drácula”.
* Abogado, Doctor en Ciencias Jurídicas.
** Agente de la Propiedad Industrial, Estudio Castelli & Asociados
Fuente: Comercio y Justicia
