Por: Daniel Santos
El 31 de marzo, canal Retro dirá adiós. Pero la señal de cable tan querida por aquellos televidentes que buscan revivir lo mejor de las series y películas de otras décadas, no quedarán huérfanos. Mientras Volver resguarda con celo los recuerdos de pura argentinidad –e, incluso, emitiendo series y películas mucho más recientes–, TCM será el encargado de ofrecer contenidos que satisfagan la necesidad de una audiencia nostálgica que quiere reencontrarse con lo mejor de su infancia o juventud en la pantalla.
El pasado de Retro hay que buscarlo hace más de una década, en el canal Universo Series, de 1993. Primero pasó a llamarse Uniseries, y luego la empresa Claxson lo compró (en 2003), reconvirtió el producto y le dio a su contenido y estética estilos bien definidos y muy eficaces.
Así nació, hace seis años, Retro. Cuando Claxson fue vendida en octubre de 2007 a Turner Broadcasting System, del emporio mediático de Time Warner, comenzó a sellarse la historia de este canal al que le quedan pocos días de vida.
Sin embargo, este adiós no será una despedida para las lágrimas. Es que con su propia señal de cine y series clásicas, desde abril el canal TCM adoptará lo mejor de Retro, seguirá con su estilo internacional y contará con una videoteca y serieteca de miles y miles de títulos, propios o adquiridos mediante acuerdos con diversas compañías cinematográficas de Hollywood y el mundo entero, que le darán mayor sustento a la programación.
La explicación de por qué se decidió el cambio tiene que ver también con que Retro no tiene una librería propia y debía comprar toda su programación. “No hay nada que tuviera el canal que no pudiera tener el resto”. Una de las ventajas de TCM es que cuenta con una base propia de más de cuatro mil títulos, desde la década de 1930 hasta fines de la de 1980.
Para Tamburri, ahora el grupo ampliado de señales se ha acomodado sobre la base de la diferenciación y con un elemento común: “Nuestros canales cuentan historias; la forma en que se cuentan es lo que los diferencia”.
TNT es espectacular, con películas súper taquilleras; Space era competidora, pero su perfil se reformuló a películas de pura adrenalina; I–Sat reforzó su concepto de historias inusuales, contenidos más border. “En TCM están las historias inolvidables”, agrega Tamburri.
Compra permanente
Además de la base de cine y series propios, el canal mantiene acuerdos con otras compañías para nutrirse de novedades. Por el volumen de compra y el mercado limitado de Retro, hubiera sido imposible llegar a títulos importantes y caros, algo que logra TCM a escala global, con acuerdos con Fox, Universal, Warner o Sony. “Eso complementa nuestra librería y nos convierte en una señal de clásicos inigualables”.
Además de llegar al básico de todo el país, y redondear los 18 millones de televidentes en la región, TCM tiene otras novedades: cambiará el nombre de TCM Hollywood a TCM Entertainment, que los habilita a “poner cosas que también teníamos ganas de emitir y que Retro mostraba sueltas, como cine fuera de Hollywood, o ciclos de cine francés, alemán o latinoamericano”. Desde marzo, el prime time se emite subtitulado, para resguardar los clásicos en versiones originales.
La programación de Retro tenía más series que películas. ¿Eso se mantiene?
TCM tiene casi el 50 por ciento de series, y este año de expansión, intentamos hacer una apuesta maratónica y vamos a estrenar siete nuevas. Una es Batman, que hace 20 años no se ve en Latinoamérica, no tiene DVD. Es un producto muy atesorado por Fox.
¿Generan lo mismo en la Argentina que en otros países?
Batman es para TCM lo que para la Fox son Los Simpsons.
Cuestión de gustos
¿Los gustos varían demasiado entre los distintos países de Latinoamérica?
Hemos lanzado feeds por regiones: uno para Brasil, otro para la Argentina, y otro para la región. El gusto argentino es el que más difiere en toda la región. sacando Brasil que funciona como mercado aparte. Son distintas las preferencias los horarios en que se mira televisión. El tema de los feeds te permite adaptar para cada región y enfocarte al gusto.
Entre otras cosas, para Marcelo Tamburri eso permite también tener venta comercial para cada región. “Hay que ajustar la programación con la mayor precisión posible”.
Temporada de estrenos
Adquirir series y películas clásicas significa un costo millonario que sólo puede afrontar una señal global. No cuesta lo mismo que un título actual, pero los canales tienen un volumen de programación muy costoso: por mes, se emiten 170 películas, y no se repite ninguna durante los 30 días en TCM.
Fuente: La Voz del Interior