En el marco de una serie de seminarios internos para promover la discusión sobre el tema de la integración, visitó Montevideo el gobernador de la Provincia de Santa Fe, doctor Hermes Binner. No duda en afirmar que aquí se siente como en su casa. El futuro del progresismo en Argentina
Por: Julio Guillot
En un paréntesis de su agitada agenda, Hermes Binner se hizo un breve tiempo para conversar con La Republica en el lobby del Hotel Columbia, merced a los buenos oficios de Selva Andreoli y Esteban Valenti, responsables de esta última visita del gobernador santafesino a Montevideo.
-Usted es el primer socialista que accede a una gobernación provincial. ¿Esa circunstancia puede considerarse un hecho histórico?
-Indudablemente, algo de eso hay. La provincia de Santa Fe tiene una gran presencia en la economía y en la sociedad de la Argentina, y para nosotros, haber accedido al gobierno es un motivo de alegría, por supuesto, pero también somos conscientes de que es un compromiso de llevar adelante políticas que piensen en la inclusión social, que piensen en el trabajo decente, que piensen en la educación de calidad. En suma, políticas que promuevan la investigación, la ciencia, la tecnología aplicada a la sociedad. Y bueno, creo que realmente en eso estamos.
-¿Qué margen tiene usted, o dicho de otro modo, qué posibilidades reales tiene usted de aplicar un programa de corte social demócrata en una provincia que integra un país que no es socialista?
-Estamos asignando recursos a las políticas sociales, y en ese sentido estamos mejorando la salud, la educación; estamos construyendo escuelas y hospitales; estamos construyendo sociedad.
-Quiere decir que el gobernador tiene potestades constitucionales para desarrollar un plan de gobierno diferente al del gobierno central.
-Sí, por supuesto. Obviamente, dentro de un país que es mucho menos federal de lo que proclama su Constitución... Porque para nadie es un secreto que hay un gran centralismo, ¿no?
-Justamente, contra ese centralismo es que luchaba Artigas, ¿verdad?
-Por supuesto. Santa Fe tiene una vieja historia de defensa de la causa federal, con Estanislao López al frente de una provincia que integraba la Liga Federal liderada por José Artigas. Fíjese que la avenida más importante de la ciudad capital, la Avenida Costanera (que es una especie de rambla), tiene en su comienzo un monumento muy importante a Estanislao López, y cuando finaliza, hay un monumento -el más importante de la Argentina- a José Artigas. Esto simboliza de alguna manera el vínculo que tuvimos históricamente y que hoy reflotamos con todas las veces que hemos venido a Montevideo, a festejar con Tabaré, a festejar con Mariano Arana, a ser parte de este proceso electoral que llevó a la Presidencia de la Nación a Tabaré Vázquez. Acá nos sentimos como en casa.
-Enhorabuena; me alegro mucho. Volvamos al Partido Socialista argentino: ¿es el mismo partido de Justo y Alfredo Palacios?
-Sí, desde luego. Es el partido que fundó Juan B. Justo en 1896. Por supuesto que hubo divisiones, fracciones, inevitables en cualquier partido, y finalmente volvieron a reunirse todas en un único Partido Socialista.
-¿Su triunfo electoral en Santa Fe puede leerse como un avance significativo del Socialismo argentino?
-En realidad, es un avance de las fuerzas progresistas, porque nosotros construimos un Frente Progresista que de alguna manera leyó la experiencia uruguaya, y lo conformamos junto a la Unión Cívica Radical, el Partido Demócrata Progresista, el ARI, el Encuentro Popular... Eso nos lleva a tener una propuesta verdaderamente de cambio en la Provincia de Santa Fe. Estamos cambiando la forma de gobernar a través de la descentralización, estamos cambiando el proceso penal, estamos cambiando el régimen laboral (hemos creado los comités mixtos de seguridad y salud en el trabajo), estamos abogando por un trabajo decente, por la responsabilidad social empresarial, estamos cambiando también todo el sistema vinculado a la seguridad... La gente nos votó para el cambio, y nosotros no queremos ser los buenos administradores del viejo Estado, sino que nos proponemos cambiar el Estado.
-Santa Fe es una provincia muy rica. Pero junto a ese panorama de desarrollo industrial, sobrevive el latifundio.
-Bueno, de algún modo sí; no se puede negar que hay extensiones grandes, estancias de algunos miles de hectáreas, pero Santa Fe se caracteriza por la subdivisión de la propiedad. Tuvo en su colonización toda la experiencia de la Colonia de Esperanza que comenzó precisamente a partir de entregar en concesión la tierra a los que la trabajaban, a los inmigrantes; y había núcleos productivos de gente instalada en el campo. Fue todo un proceso muy interesante que luego sucumbió ante el latifundio de Buenos Aires. Pero tuvo gran desarrollo, y Ezequiel Gallo lo ha tratado muy bien en su libro La Pampa Gringa.
Si ese sistema productivo de Santa Fe hubiese triunfado, probablemente Argentina sería hoy como Australia, o como Nueva Zelanda. Pero triunfó el otro proyecto de concentración de la tierra, de baja productividad, de explotación ganadera extensiva.
Los Kirchner: "No han entendido al campo"
-Sobre la política argentina actual, ¿el kirchnerismo no es una fuerza progresista? Porque tanto Néstor como sus colaboradores tienen un pasado de posturas radicales...
-El gobierno ha hecho cosas muy interesantes, como la renovación de la Corte Suprema, el tratamiento de las violaciones de los derechos humanos durante la dictadura, el tratamiento de la deuda externa, son todos hechos muy significativos, que diferencian a este gobierno de los anteriores. Pero creo que no han entendido el fenómeno del campo... Y no entender este proceso significa creer que todos son estancieros, que todos son terratenientes poderosos, que son todos latifundistas. Y la realidad de hoy en día indica que hay una cantidad extraordinaria de pequeños y medianos propietarios.
-Quiere decir que en los enfrentamientos entre el gobierno y los productores rurales, en las filas de éstos había algunos que no eran latifundistas.
-Al contrario, eran fundamentalmente medianos y pequeños.
Los pilares de la integración
Cuando hablamos de integración regional, hablamos de un proceso de construcción, sostiene Binner, y aclara que ese proceso debe darse en países con una institucionalidad sólida, esto es, países donde funcionen plenamente la democracia y la independencia de los tres Poderes del Estado; de otro modo, no hay posibilidad de una integración efectiva. Por otra parte, es clave la participación ciudadana, creando instituciones al servicio de la gente.
Otra premisa está en la diferencia de una integración promovida por gobiernos progresistas y otra desde la derecha. Mientras las corrientes conservadoras piensan en la expansión de las empresas y sus negocios, el progresismo apunta a la integración regional que sirva para terminar con las brutales inequidades en el continente.
Trayectoria de Hermes Binner
Hermes Binner es médico egresado de la Universidad de Rosario de Santa Fe. Ejerció su profesión en varios ámbitos pero sobre todo en la salud pública, dentro de la cual fue director de varios hospitales, y recibió varios lauros internacionales. Compartió el ejercicio de la medicina con la militancia política, y es así que resultó electo intendente de la ciudad de Rosario; fue activo impulsor de la red de Mercociudades, una rica experiencia de integración real; fue, asimismo, presidente de la Federación Argentina de Municipios, diputado y, finalmente, gobernador provincial.
Fuente: Diario La República