Por Camilo José Alves
El "Primer Encuentro Iberoamericano de Comunicación: lo digital y la digitalización", que convocó esta semana a especialistas locales y extranjeros para exponer sobre los cambios que permitirá la nueva tecnología, disparó nuevamente la discusión sobre el controvertido rol de la televisión en la Argentina.
Los inminentes cambios hacia la digitalización, tan relevantes como el que representó el paso del blanco y negro al color, y la próxima sanción de una nueva ley de radiodifusión, en reemplazo de la que rige desde la dictadura militar de Juan Carlos Onganía, persisten como los aspectos básicos de un debate inconcluso.
Los licenciatarios de las señales televisivas pujan por lograr para sí los beneficios comerciales del nuevo sistema que desplazará al analógico y permitirá ofrecer y aprovechar mucho más que su alta definición.
Para ellos la trascendencia de la nueva televisión no pasa sólo por la incorporación de tecnología de punta sino también por los potenciales beneficios que ofrecen sus posibilidades.
La televisión de alta definición (HDTV, según sus siglas en inglés) permitirá que por cada señal de televisión abierta se puedan generar otras cuatro e incorporar servicios de Internet y telefonía, tanto fija como celular, más allá del sistema que elija el Gobierno, todos de similar calidad aunque vinculados a distintos intereses.
Sin embargo, la pretensión empresaria choca con la postura de distintos actores sociales que se oponen a la creciente concentración de los medios y sus nuevas prestaciones en manos de grupos monopólicos, reclaman mayor pluralidad en su manejo y cuestionan los depreciados contenidos de la televisión actual.
Consideran que los beneficios de las nuevas tecnologías deben llegar de manera gratuita a toda la población y sostienen que los canales más adecuados para hacerlo son los públicos porque -aseguran- no se puede pensar la televisión con un propósito meramente comercial, ni dejar librada a las leyes del mercado toda su potencialidad.
El especialista, Guillermo Mastrini, uno de los participantes del encuentro realizado en Canal 7 de esta Capital, considera que la multiplicación de las señales que permite el nuevo sistema debe estar acompañada por una clara política de contenidos y una acción estatal en defensa de esa actividad porque, en su defecto, "la televisión no sólo tendrá pobres contenidos sino que, además, se arruinará".
Mastrini, coautor del libro "Periodistas y Magnates", considera que la financiación de la televisión abierta no puede limitarse al mercado publicitario y advirtió que dejar que eso sea así "es permitir que los medios se concentren cada vez más en manos de los grandes grupos".
Desde la Unión de Trabajadores de Prensa (UTPBA), Lidia Fagale, responsable del Observatorio de Medios de esa entidad gremial, advirtió que el pase del sistema analógico al digital "no es apenas una discusión técnica, aunque la tendencia actual sea la de imprimirle ese sesgo".
Fagale consideró necesario aprovechar el cambio de sistema tanto en lo vinculado con el aumento del numero de frecuencias y señales, que agotan los argumentos en torno a la falta de capacidad del sistema actual para una distribución equitativa de los espacios de comunicación y de plantear cómo los nuevos actores sociales podrán acceder a la tecnología de punta para su debida explotación.
Advirtió, también, sobre la necesidad de debatir los contenidos de la televisión, cuya producción debe estar sustentada por un tipo de regulación compatible con los principios democráticos y plurales, para trascender las condiciones que obligan a los operadores locales a subordinarse a las estrategias de los grupos internacionales.
Fagale consideró que la iniciativa gubernamental de impulsar una nueva ley de Radiodifusión es un paso significativo en esa dirección y a favor de la democratización de los medios.
La UTPBA "viene reclamando desde la apertura democrática, en 1983, una ley de radiodifusión que reemplace a la de la dictadura" recordó y puntualizó que la nueva norma debe ser acompañada con la decisión de los distintos actores sociales de hacerla cumplir.
En tanto, desde la perspectiva gubernamental se asocian ambos elementos y afirman que un nuevo ordenamiento en el espectro radioeléctrico permitirá lograr el equilibrio necesario mediante su diversificación.
El presidente del Sistema Nacional de Medios Públicos, Tristán Bauer, lo afirmó durante su exposición en el encuentro, al señalar que el país necesita y "los argentinos merecemos", dijo, una nueva ley de Radiodifusión que supere las limitaciones que impone el régimen actual porque "el espacio radioeléctrico es del pueblo y se debe abrir a la diversidad".
Bauer señaló la aprobación de la nueva ley de Radiodifusión como un paso importante y necesario en la democratización de la sociedad argentina, y acusó a los grupos monopólicos que manejan el espacio radioeléctrico de impedir que la ley avance para mantener el status quo que los favorece.
El funcionario adelantó, en diálogo con Télam, que esas ventajas serán aprovechadas desde el Estado mediante la creación de un sistema de televisión directo gratuito satelital para que, inicialmente, lleguen las señales de Canal 7, Encuentro, un canal de niños y, posteriormente, uno de noticias.
Fuente: Agencia TelAm