La vedette y Pablo Granados, imputados por un informe televisivo, fueron sobreseídos con un fallo histórico que prioriza el derecho a informar. Un caso de “infotainment” que sienta precedente y abre debates. Lo que Verbitsky no pudo, lo logró David.
Por Bruno Lazzaro
Periodismo y teatro de revistas se retroalimentan. Al mismo tiempo que Jorge Lanata cuela a la política en el Maipo, Pamela David, la morocha que este año se pondrá las plumas para el espectáculo Danza con Cobos, será recordada como quien facilitó el trabajo futuro del periodismo de investigación. ¿Cómo? Sí, Pamela, la misma modelo que comenzó como participante de un reality pobre -El bar- se probó como actriz y luego como vedette, hasta que terminó por co-conducir un programa que mezcla humor y denuncia, Fuera de foco (América) marcó un antes y un después. La semana pasada, un fallo en primera instancia de la jueza en lo correccional Graciela Angulo de Quinn sentó un precedente histórico en lo que se refiere al periodismo de investigación y ubicó los nombre de Pamela David y Pablo Granados como los ocasionales responsables de este suceso.
Todo comenzó hace unas semanas cuando David y Granados, dos de los conductores del programa Fuera de foco –el tercero es Martín Ciccioli–, se pusieron sus trajes de periodistas de turno y se acercaron hasta la calle Warnes para demostrar lo fácil que era adquirir patentes mellizas en la zona y, luego, la naturalidad con la que podían circular por las calles porteñas en dos autos idénticos con chapas clonadas sin que la policía los detectara. Y lo que en un principio se pensó como una nota para mostrar la pasividad de los controles se convirtió en un problema: los autos infractores fueron interceptados por un patrullero y quienes manejaban terminaron detenidos. Vedette y humorista quedaron imputados en una causa penal. Pero un giro inédito permitió que fueran sobreseídos. Según el fallo, “se advierte que el objeto del programa Fuera de foco era una ‘investigación periodística’. (...) En definitiva, la conducta de los imputados, invocando implícitamente el derecho a la información, en modo alguno pretendió afectar el bien jurídico”.
Que la jueza haya interpretado que no hubo delito y tuviera en cuenta que todo ocurrió en el marco de la búsqueda de información abre nuevos caminos. “El fallo sienta un saludable y preciso precedente. Hace prevalecer el derecho a la información por sobre la supuesta vulneración de la fe pública que la policía esgrimió para detener a Pablo Granados y a Pamela David”, asegura Guillermo Brady, abogado de los conductores del programa.
Pese al logro, Pamela David se muestra reticente a opinar sobre el tema: “No lo viví como algo que me pueda llamar la atención. No lo tomé como algo personal. Fue algo que me pasó haciendo mi trabajo en un programa humorístico y periodístico. No fue un gran suceso”.
–Pero gracias a este trabajo se sentó un precedente que contribuye a la tarea del periodismo de investigación...
–Lo único que me alegra es haber quedado sobreseída. Pero con respecto al fallo, para ser simple y directa: me llama más la atención que algún día mis nietos me vean en la película de los Bañeros 3.
–¿Sintió desprotección cuando la detuvieron?
–No, pero me asusté porque la policía, en el afán de mostrarle a la gente que realmente hace su trabajo y por miedo a que la gente los juzgue por no hacerlo, nos detuvo por hacer una tontera que tiene que ver con un programa de humor.
–Quisieron exhibir cómo la policía no hace su trabajo, sin embargo, en un principio, les salió el tiro por la culata...
–Pero no me avergüenza. Vergüenza le tendría que dar a la policía que no hace nada en Warnes, donde cosas así pasan todos los días.
La sentencia fue bien recibida por los periodistas, pero abrió el debate sobre cierta liviandad con la que a veces se toma la tarea de la prensa. “Desde el punto de vista ético no apruebo lo que hizo el equipo de Fuera de foco. Eso no es periodismo de investigación de ninguna manera. Estoy en contra de que se utilice a un actor cómico y una vedette para poner en evidencia una situación irregular de la que es responsable la policía. Esto tiene que ver con este nuevo género infotainment: información más entretenimiento”, asegura la periodista Miriam Lewin. Pero en cuanto al fallo, la periodista resalta la actitud de la jueza: “Me parece que reconocer que la labor periodística en el género de investigación puede llevar a cometer contravenciones o hasta delitos con el solo objeto de demostrar delitos mayores es muy positivo. Este fallo le hace bien a la libertad de prensa”.
Facundo Pastor, conductor de Documentos América, coincide en que “todo hecho que agilice la investigación es bienvenido”. Aunque pone límites: “A veces, cuando investigamos estamos al borde del delito con tal de llegar al fondo de la cuestión. No estoy de acuerdo con que esto pase. El tema es que son tareas que debería realizar la policía y muchas veces no hace”.
Pablo Granados, el actor cómico en cuestión, resalta su función como humorista, y asegura estar aprendiendo “cada día más de la profesión”. Y agrega: “Creo que la jueza tuvo sentido común. Lo que estábamos haciendo era una investigación y al otro día se hicieron allanamientos y cerraron las fábricas en Warnes. Creo que el saldo es positivo más allá de haber estado detenido”.
Pero que no tema el gremio, Pamela no piensa transformarse en el nuevo adalid del periodismo de investigación. Ya aclaró que lo suyo pasa por “la frivolidad” y que no le gustaría hacer entrevistas sesudas: “Soy muy respetuosa y quizá no me animaría a entrevistar políticos. De todos modos, si fuera algo relacionado con su parte personal quizá, quién dice. Esta profesión demanda y hay que mostrar todo lo que la gente quiere ver”. Ya se sabe: la chica maneja más la pluma que la palabra.
Fuente: Revista Veintitrés