sábado, 20 de diciembre de 2025

La memoria no se rinde. A 24 años, la salida sigue siendo colectiva

A 24 años del 19 y 20 de diciembre de 2001, la memoria volvió a escribirse en el pavimento y en los cuerpos. Frente a los Tribunales provinciales, en Balcarce al 1600, organizaciones sociales, barriales, sindicales, culturales, políticas y de derechos humanos se reunieron para homenajear a las nueve víctimas de la provincia de Santa Fe, abrazar a sus familias y volver a exigir justicia. Entre nombres que retumbaron como presentes y ahora y siempre, el reclamo por el fin de la impunidad y el tratamiento de la Ley de Reparación Histórica se hizo una vez más colectivo, acompañado por imágenes, palabras y gestos que sostienen la memoria y la lucha que no se rinde.

24 Años del 2001
"𝘗𝘢𝘳𝘦𝘤𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘮𝘦𝘮𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘯𝘰 𝘢𝘯𝘥𝘢 𝘴𝘰𝘭𝘢, 𝘦𝘴 𝘢𝘮𝘪𝘨𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘳𝘦𝘴𝘪𝘴𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢 𝘺 𝘫𝘶𝘯𝘵𝘢𝘴 𝘢𝘤𝘰𝘮𝘱𝘢ñ𝘢𝘯 𝘢 𝘭𝘰𝘴 𝘱𝘶𝘦𝘣𝘭𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘶𝘤𝘩𝘢𝘯 𝘱𝘰𝘳 𝘶𝘯 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰 𝘥𝘪𝘨𝘯𝘰", nos decía Celeste Lepratti, hermana de Pocho.

"El tiempo no pasó para nosotres, parece que fue ayer que asesinaron a nuestros seres queridos", menciona Mary Martínez, esposa de Rubén Pereyra.

"No hay un día que no pensemos en Ellas, Ellos", suma Lila García, mamá de Yanina.

"Nosotros quedamos con una herida que no cierra, nos marcó para siempre", sentencia José Acosta, hijo de Graciela Acosta.
24 años pasaron. Son hijes, madres, padres, hermanas, hermanos, esposas… sus familiares, que cada 19 y 20 cuentan la otra historia: la de sus vidas, que en esos días cambiaron para siempre. Y cada 19 y 20 la herida sangra y desgarra, pero no paraliza, porque como siempre exclaman, la salida es colectiva y la Justicia la hacemos entre Todes.

Así entonces relata Natacha, integrante de Arte x Libertad: con un mate, con muchas bicicleteadas sembrando linos rojos, en los colores de cada mural, con charlas largas y sentidas, en cumpleaños, con la risa en desparpajo, entre lágrimas, bailando un chamamé, con antorchas ardiendo corazones en la estación, en carnavales embrujados, buscando la luna en la cara de Lila, pateando el barrio, en la cocina, en las marchas vestida de mareas en verde y violeta, a la sombra de los ceibos, bajo las innumerables estrellas que tiene el campo, en ciudades alucinadas, con el viento, la rebeldía y las hormigas. Caracterizando a Cele, la Asamblea también construye desde hace 24 años la Memoria, el homenaje y el NO olvido, remarcando la huella que nos dejaron para que las sigamos pisando hacia el camino de la construcción popular: "confiar en el camino que trae de vuelta lo que amamos. Vemos que hay horizonte claro, un sendero señalado y mucha tarea por continuar".
Y aquí estamos, en el andar espiral que nos supo reunir y nos vuelve a reunir cada vez, como es hoy, como será.

En estas jornadas nos movilizamos en Rosario a 24 años: contra el hambre que sigue siendo un crimen, contra la entrega del país nuevamente al FMI, a las multinacionales, contra el saqueo y la represión, con la bronca y el dolor de tanta crueldad implementada por el gobierno de Javier Milei.

En 2001, las calles fueron los cauces naturales de un río de pueblo que desbordó las estructuras y enfrentó y tumbó a un gobierno sordo y su plan económico de miseria, crisis hija del modelo neoliberal de los años 90. Hoy decimos que Milei nos enfrenta a un endeudamiento voraz que nos impacta directamente al pueblo trabajador, a les pibas y pibes en los barrios, a las compañeras en los comedores, a la precarización aún mayor de nuestras vidas. "El invierno eterno no existe, si despertamos se va!", andaba predicando el Pocho con su bicicleta.
Por ello, esta tarde convocamos a marchar en Rosario porque significa reivindicar la memoria rebelde que no calla; salir por la rebelión del 19 y 20 y por la masacre de 2001, por el asesinato de 33 víctimas, nueve en nuestra provincia, a manos de la policía de Reutemann en Santa Fe. Este 19 y 20 unimos la lucha contra la impunidad junto a los Familiares de las víctimas de gatillo fácil: hubo más de 9000 casos desde 1983. También marchamos por el cierre de las causas a los trabajadores detenidos por luchar contra la reforma jubilatoria de Pullaro.

"No hay hojas, no hay flores, no hay frutos, entonces sostengamos las raíces", escribió Pocho Lepratti en una de sus agendas. Por eso volvemos al 2001 cada año, cada día y cada vez que buscamos justicia, hacemos memoria, soñamos y trabajamos en la construcción de los proyectos colectivos que son la base del trabajo de hormiga.
¡La Lucha Sigue!, ¡La Salida es Colectiva!
Yanina García, Marcelo Pacini, Graciela Machado, Rubén Pereyra, Walter Campos, Ricardo Villalba, Juan Delgado, Graciela Acosta, Claudio "Pocho" Lepratti, ¡presentes!
No olvidamos, no perdonamos. 39 Presentes ahora y siempre!

Asamblea 19y20 Rosario - #LaJusticiaLaHacemosEntreTodxs

24 años de los hechos de 2001: el testimonio de María Martínez, viuda de Rubén Pereyra 
Cada 19 y 20 de diciembre, el país recuerda la rebelión popular y la masacre de 2001: 39 vidas arrebatadas, cientos de heridas que aún duelen. Como cada año, familiares de las víctimas se reúnen, acompañados por gremios y organizaciones, para exigir justicia y reparación. Frente a los Tribunales Provinciales, sus voces se alzan, firmes y conmovedoras.
Frente a Tribunales estaba Mari Martínez, compañera de Rubén Pereyra, que habló desde el corazón: "Gracias a todos por estar hoy acá. Yo era familiar de Rubén Pereyra. Rubén fue asesinado en Barrio Las Flores, a través de la escuela 1257. A 24 años seguimos pidiendo justicia porque no se hizo nada en la causa. Hoy mi hija tiene 26 años, tengo un nieto de 3 años, y seguimos exigiendo justicia que nunca la vimos".

Sus palabras atravesaron el aire con la memoria de quienes no tuvieron voz: "También por todos los asesinados que hoy no tuvieron justicia. Los chicos de Graciela Acosta, que cada año se han quitado la vida. Ya creo que van tres chicos que se han quitado la vida en el aniversario de su mamá. Que es muy triste eso".

El tiempo no borra el dolor, y la conversación con su hija lo recuerda con crudeza: "Hoy anoche hablando con mi hija me decía: mamá, ya pasaron 24 años, tenés que soltar, tenés que dejar de escribir cosas de papi. Y yo le explicaba a mi hija que no se puede. Yo tenía 17 años cuando Rubén se me murió en mis brazos y no pude hacer nada para salvarlo. Hace 3 años intenté suicidarme. No pensé ni en mis hijos".

Mari narra la vida que siguió, marcada por la ausencia y la lucha constante: "Yo seguí mi vida, yo tengo mis hijos y ahora tiene 26, tengo una nena de 14, tengo un nene de 11. Pero la vida es muy dura para nosotros. A veces yo veo toda esta gente acá y todos los políticos que todos los años vienen y nos abrazan y nos dicen ‘estamos con vos’. Y después todo el año se olvidan de los familiares de diciembre del 2001".

"Yo creo que lo único que siempre estuvieron fueron los chicos que hoy están acá pintando, que siempre nos ayudan. Las vacaciones que tenía mi hija cuando salía de vacaciones de la escuela en enero era ir a la casa de Herminia Severini, fundadora de la agrupación Madres de la Plaza 25 de Mayo de Rosario. Hoy estábamos recordando justamente eso. Mi hija usaba lentes desde los 7 años, y la que le cubría los gastos siempre fue Alicia Gutiérrez, que fue una diputada acá de Rosario, junto con la Cele Lepratti. Nosotros nos sentimos abandonados a 24 años porque la mamá de Yanina García hoy no pudo estar acá porque también tiene problemas de salud".
No habló solo de su familia, sino de todos los sobrevivientes marcados por la violencia: "También pido por los chicos que están heridos que hoy ya son todos unos hombres, pero tienen sus balas alojadas en su cuerpo y no pueden seguir trabajando con un trabajo estable. Hay un chico que perdió los ojos que siempre lo nombro, porque hoy está sin su lente, que sale carísimo, y el seguro del trabajo no se lo cubre la obra social. Y todos los años que ha venido acá, todos le han prometido, y hoy está ese chico sin su lente porque no tiene los medios para comprarse".

La solidaridad surge entre el dolor y la memoria: "Después los otros heridos están en Las Flores ayudando a la gente. Se armó un grupo de chicos heridos de Las Flores que están ayudando a la Plaza Itatí, que están dando comida a todos los necesitados y contando la historia de ellos, ¿no? Cómo pasó lo del 2001. Me gustaría que se recuerde el 2001 con todos los 39 fallecidos y miles de heridos, no con un helicóptero saliendo de la Casa Rosada, como siempre escribo".

Y cerró con un pedido que retumba con fuerza: "Nada más. Justicia y que se haga algo por la reparación histórica".
Fotos: Paula Sarkissian

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