martes, 23 de diciembre de 2025

Censura, poder y castigo: el caso 60 Minutos, Donald Trump y la cárcel de Bukele

Apenas un día y medio antes de su emisión, la nueva editora en jefe de CBS News, Bari Weiss, canceló un segmento de investigación de 60 Minutes, centrado en las denuncias de abusos en un centro de detención de El Salvador, donde la administración Trump envió a cientos de migrantes venezolanos en marzo pasado. Weiss informó a sus colegas este fin de semana que el artículo, previsto para el programa del domingo por la noche, no podía emitirse sin un comentario oficial de un funcionario de la administración
La jefa de CBS News, Bari Weiss, quien aparece aquí entrevistando a Erika Kirk, se ha convertido en un foco de atención desde que asumió el cargo en octubre

La retirada de un segmento del programa 60 Minutos sobre el Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) de El Salvador expuso con crudeza un fenómeno que atraviesa hoy a Estados Unidos: la censura política ejercida no por el Estado de forma directa, sino a través de conglomerados mediáticos alineados con el poder. El episodio, producido, revisado y aprobado por todas las instancias editoriales y legales de CBS News, fue levantado del aire a último momento por decisión de su nueva jefa editorial, Bari Weiss. La justificación oficial fue que el material "necesitaba más contexto". La lectura interna fue otra: una decisión política.

Un informe que no debía verse
El segmento —de casi 14 minutos— investiga el funcionamiento del CECOT, la megaprisión construida por el gobierno de Nayib Bukele y utilizada por la administración Trump como destino para deportaciones masivas, en su mayoría de ciudadanos venezolanos que se encontraban en proceso de solicitar asilo en Estados Unidos.

Las imágenes y testimonios son contundentes: hombres encadenados, rapados, semidesnudos, alineados frente a literas sin colchones ni mantas; luces encendidas las 24 horas; falta de agua potable; castigos físicos sistemáticos. Ex detenidos relatan golpizas, humillaciones y encierros prolongados en celdas de castigo conocidas como "la isla", espacios sin luz ni ventilación donde los guardias ingresaban periódicamente para golpear a los prisioneros.

Uno de ellos, Luis Muñoz Pinto, estudiante universitario venezolano sin antecedentes penales, fue detenido en California durante una cita migratoria. "Simplemente me dijeron que yo era un peligro para la sociedad", contó. Otro ex detenido describió el mensaje de bienvenida al llegar al CECOT: "Nunca volverán a ver la luz del día ni de la noche. Bienvenidos al infierno".

Hechos verificados, censura confirmada
El informe no se basaba únicamente en testimonios. Incluía referencias a un reporte del Departamento de Estado de 2023 que documentaba torturas y condiciones carcelarias que ponían en riesgo la vida, así como una investigación de 81 páginas de Human Rights Watch que concluye que casi la mitad de los hombres encarcelados no tenía antecedentes penales. Según el propio programa, estas afirmaciones fueron corroboradas de forma independiente.

El segmento había sido revisado cinco veces y aprobado tanto por abogados como por el área de Estándares y Prácticas de CBS. Aun así, fue retirado apenas tres horas antes de su emisión. Para Sharyn Alfonsi, la corresponsal responsable del informe, no hubo dudas: "No es una decisión editorial, es una decisión política".

El papel de Bari Weiss y la nueva CBS
La figura central de esta decisión es Bari Weiss, recientemente nombrada jefa editorial de CBS News tras la compra de su medio The Free Press por parte de Skydance Media, la empresa de David Ellison, nuevo propietario de Paramount Global. Weiss exigió cambios de último momento, incluyendo —según revelaron fuentes internas— la incorporación de una entrevista con Stephen Miller, arquitecto de la política migratoria de Trump, o con otro alto funcionario de la Casa Blanca.

La administración Trump había sido contactada y declinó participar. Para Alfonsi, aceptar que la negativa del gobierno bloquee una investigación equivale a entregar a la Casa Blanca un "interruptor de apagado" sobre el periodismo de investigación.

El cuestionamiento de Weiss al uso del término "migrantes" y su insistencia en subrayar la ilegalidad del estatus de los detenidos revelan una línea editorial alineada con el discurso oficial: deshumanizar primero, justificar después.

Trump, Bukele y la admiración por el castigo
El informe también mostraba imágenes del presidente Donald Trump elogiando el sistema penitenciario salvadoreño tras reunirse con Bukele en la Casa Blanca: "Hacen instalaciones excelentes. No juegan". La admiración no es anecdótica. La administración Trump deportó al menos a 288 personas al CECOT, muchas de ellas sin condenas, a un país del que no son ciudadanos y con antecedentes documentados de tortura.

Según el propio segmento, Estados Unidos evalúa acuerdos similares con otros países, incluidos algunos con historiales aún más graves de violaciones a los derechos humanos. La externalización del castigo —pagar para que otros encarcelen y castiguen— aparece como una nueva frontera de la política migratoria estadounidense.

Censura corporativa en tiempos de fusiones
El contexto empresarial es clave. Paramount pagó 16 millones de dólares para cerrar una demanda presentada por Trump contra 60 Minutos. Skydance busca ahora concretar adquisiciones multimillonarias, incluida una ofensiva hostil sobre Warner Bros. Discovery, y necesita del visto bueno político para avanzar. En ese marco, el conflicto con 60 Minutos deja de ser un problema periodístico y pasa a ser una variable de negociación.

Trump, por su parte, utiliza su red Truth Social para presionar públicamente a CBS, quejándose del trato recibido incluso después del cambio de dueños. El mensaje es claro: la independencia editorial se paga caro.

El efecto Streisand y el samizdat digital
La censura no logró su objetivo. El segmento se emitió en Canadá, circuló vía VPN, fue grabado y se difundió por redes y almacenamiento en la nube. Senadores como Elizabeth Warren lo compartieron públicamente: "Tómense unos minutos para ver lo que no querían que vieran".

El intento de silenciar la investigación la convirtió en una de las piezas más vistas y comentadas del año. Como en otros momentos de la historia, la censura transformó al contenido prohibido en documento político.

Más que una nota retirada
Lo ocurrido con 60 Minutos no es un episodio aislado. Es una señal de alarma sobre el estado del periodismo en un ecosistema donde los grandes medios dependen de intereses corporativos profundamente imbricados con el poder político. También es una advertencia sobre la normalización de prácticas que violan derechos humanos, siempre que se apliquen a los "otros": migrantes, pobres, extranjeros.

El CECOT no es solo una prisión en El Salvador. Es el espejo de una política que castiga sin juicio y calla sin pudor. Y la censura de este informe demuestra que, hoy, el problema no es la falta de información, sino quién decide qué puede ser visto y qué debe desaparecer.

Demandas, acuerdos y alineamientos: el trasfondo político de la censura
Como ciudadano particular, Donald Trump demandó a CBS el año pasado por la edición de una entrevista de 60 Minutes con su rival en las elecciones presidenciales, la entonces candidata demócrata Kamala Harris. La acción judicial fue interpretada por especialistas como débil desde el punto de vista legal, pero resultó eficaz como herramienta de presión política y corporativa.

A comienzos de este año, el director de noticias y principal ejecutivo de 60 Minutes presentó su renuncia, en momentos en que la cadena analizaba la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el equipo legal de Trump. Poco después, los anteriores propietarios de Paramount aceptaron pagar 16 millones de dólares para cerrar el litigio, sin admitir irregularidades ni emitir disculpas. Observadores legales coincidieron casi de manera unánime en que la demanda tenía escasas probabilidades de prosperar en los tribunales.

El acuerdo, sin embargo, cumplió una función estratégica: facilitó a la accionista mayoritaria, Shari Redstone, la aprobación regulatoria necesaria para avanzar en la venta de la compañía a la familia Ellison, en el marco de una revisión federal antimonopolio.

Weiss, Ellison y el giro editorial
La llegada de Bari Weiss a CBS News, bajo la nueva conducción de David Ellison al frente de Paramount, intensificó el escrutinio interno y externo sobre la línea editorial de la cadena. Weiss fundó The Free Press con la premisa de que los grandes medios estadounidenses tienden, por reflejo, a una mirada excesivamente liberal. Aunque el sitio publica críticas ocasionales a Trump, también sostiene que gran parte de la cobertura informativa sobre el expresidente está distorsionada en su contra.

David Ellison es hijo de Larry Ellison, fundador de Oracle, una de las personas más ricas del mundo, aliado político y asesor informal de Trump. Durante el proceso de aprobación federal para la adquisición de Paramount Global, David Ellison se comprometió ante el principal regulador de radiodifusión del país a que CBS sería más receptiva a las voces conservadoras.

Weiss ha defendido públicamente la idea de que las organizaciones periodísticas pueden recuperar la confianza del público fomentando el debate entre la centroderecha y la centroizquierda, en lugar de amplificar los extremos polarizados. Sin embargo, Trump ha mantenido a los Ellison bajo presión constante, ya que Skydance también busca la aprobación federal —y el visto bueno político— para adquirir Warner Bros. Discovery, la empresa matriz de CNN.

En ese contexto, Trump volvió a cargar contra CBS por un episodio reciente de 60 Minutes que otorgó espacio a la congresista Marjorie Taylor Greene, exaliada suya devenida crítica. "¡No son mejores que los dueños anteriores, que acaban de pagarme millones de dólares por informes falsos sobre su presidente favorito, yo!", escribió este mes en Truth Social. "¡Desde que lo compraron, 60 Minutes ha empeorado!".

Decisiones de último momento
Weiss comunicó la decisión de retirar el informe sobre el CECOT durante la madrugada del sábado, apenas un día y medio antes de la emisión prevista del programa dominical. El gesto resultó especialmente llamativo por tratarse de 60 Minutes, la franquicia más emblemática del periodismo televisivo estadounidense, cuyos informes suelen requerir semanas o meses de producción y atravesar múltiples instancias de revisión.

En una evaluación previa del segmento, Weiss objetó que se describiera a los detenidos como "migrantes venezolanos" en lugar de "inmigrantes ilegales", un término promovido por la administración Trump. Sin embargo, muchos de los hombres enviados al CECOT no se encontraban en situación irregular y estaban a la espera de una resolución sobre sus solicitudes de asilo.

Quién es Bari Weiss
Weiss asumió como editora en jefe de CBS News en octubre, luego de que Skydance Media adquiriera The Free Press, cuya cobertura pasó a integrarse al sitio web de CBS. El cargo representa su primera experiencia en televisión y al frente de una redacción del tamaño y peso histórico de CBS News, aunque continúa dirigiendo Free Press en paralelo.

En las últimas semanas, Weiss presentó una entrevista ampliamente promocionada en CBS con la activista conservadora Erika Kirk, viuda de Charlie Kirk, cofundador de Turning Point USA asesinado. También anunció planes para replicar ese formato con más figuras políticas de alto perfil, entre ellas el vicepresidente J.D. Vance y el gobernador demócrata de Maryland, Wes Moore.

La combinación de demandas judiciales, acuerdos millonarios, fusiones empresariales y redefiniciones editoriales ayuda a explicar por qué un informe ya aprobado sobre violaciones sistemáticas de derechos humanos terminó fuera del aire. Más que una disputa puntual, el caso revela cómo el poder político puede moldear el periodismo sin necesidad de prohibiciones formales, simplemente alterando los incentivos y los costos de decir la verdad.
Fotos: Michele Crowe/CBS News, John Moore vía  Getty Images
Fuentes: The Guardian, The Verge, NPR, The New York Times

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