Hasta el momento, la empresa de Sergio Szpolski y Matías Garfunkel no nos pagó el aguinaldo de diciembre, adeuda varios meses de colaboraciones (a los trabajadores que facturan) y comisiones para el área comercial. Hoy venció el plazo legal para el depósito del salario de diciembre.
Aunque se había comprometido a mantener una reunión ayer, miércoles, la empresa suspendió dicho encuentro. Después de diversos esfuerzos de la comisión interna para no romper los canales de comunicación, se produjeron dos diálogos telefónicos en los que se acordó una reunión para hoy –jueves- y otra para mañana, en la cual la empresa se comprometió a precisar la fecha en que pagará lo que nos corresponde por ley.
En la asamblea de ayer los trabajadores del diario dijimos, con claridad, que no toleraremos una nueva evasiva de la empresa al cumplimiento de su palabra (como ya ha sucedido en anteriores oportunidades), para no hablar de sus responsabilidades legales. Estamos dispuestos a ir a fondo en la lucha por la defensa de nuestros derechos e intereses.
Además, esta tarde a las 16 en Amenábar 23, tendremos una asamblea general del Grupo 23. Nuestros compañeros de El Argentino Mar del Plata, Rosario, Córdoba, Zona Sur y las revistas Siete Días y Cielos Argentinos siguen sin cobrar los sueldos de noviembre. El vaciamiento que denunciamos incluye la no impresión de esas publicaciones. En Siete Días ya ni queda conducción periodística. El director, Federico Águila, huyó hacia el canal CN23 dejando a la deriva a sus periodistas. Reclamamos una solución urgente para estos trabajadores.
El martes los trabajadores del Grupo 23 protagonizamos junto al Sindicato de Prensa de Buenos Aires una marcha histórica, de las más impactantes que se recuerden durante el último tiempo en nuestro gremio. Más de quinientas personas nos acompañaron hasta las puertas de las oficinas patronales, ubicadas en Puerto Madero. Ni una lluvia amenazante frenó la movilización.
Queremos agradecer a todos los que estuvieron presentes, los diputados nacionales, legisladores porteños, compañeros de prensa, dirigentes sindicales de diversos gremios, lectores, trabajadores en lucha y militantes políticos. Nos dio un gran empuje y una enorme fuerza para continuar. Sabemos que no estamos solos.
Mientras tanto, trabajamos en la redacción para entregarle a los lectores de Tiempo Argentino el mejor diario posible. Agradecemos a todos ellos las muestras de afecto y alegría que nos hicieron llegar por tener de vuelta el diario en los kioscos después del impasse impuesto por la empresa el 2 de enero.
Comisión Interna Tiempo Argentino