lunes, 17 de noviembre de 2014

El otro relato: "En Santa Rosa no se han entregado las licencias de radio que se licitaron ya hace más de dos años"

Esta afirmación se desprende de la nota editorial "La inauguración de Radio Municipal y otra mirada sesgada en la justicia de La Pampa", publicada por El Diario de La Pampa
Aunque se trata de una transmisión a prueba, que por el momento no cuenta con programación específica, la salida al aire de la Radio Municipal constituye una suerte de bisagra y otro hecho de impacto en la capital provincial respecto de la puesta en marcha -lenta y parcial- de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Aunque parezca una obviedad, el episodio constituye la aplicación de una normativa legítima por parte de los organismos correspondientes, aunque no sin esfuerzo: correr del dial que le pertenecía al Estado Municipal (el 94.7) al Grupo Matzkin no fue precisamente fácil, puesto que la resistencia que pueden ejercer esos sectores poderosos, que cuentan con recursos económicos, muchas veces es más grande que la propia autoridad estatal.
La noticia sería menor si no fuera porque durante larguísimo tiempo hubo quienes hicieron lo que se les antojó con los espacios mediáticos, al punto tal de que -bien mirado- resulta inconcebible que una ciudad como Santa Rosa, capital de provincia, no contara hasta hoy con alguna de las 80 radios -entre legales, ilegales y “grises”- que pueblan el dial.
Se abre para la comuna un desafío para el que hay que ver si está preparada: las explicaciones públicas que han dado las autoridades del área se componen, por ahora, más de promesas que de realizaciones concretas; más de buenas intenciones que de líneas definidas respecto de lo que vendrá; más de voluntad que de información precisa acerca de cómo sigue la historia.
El secretario de Cultura y Derechos Sociales, Miguel García, trazó un panorama optimista, en el que apuesta fundamentalmente a que la comunidad se vuelque sobre los micrófonos a plantear públicamente sus deseos e inquietudes: sería interesante canalizar toda esa energía, si es que realmente aparece, de alguna manera sistemática, que permita una organización para que los genuinos intereses de la ciudadanía no caigan en saco roto.
Uno de los aspectos que tiene que resolver la comuna -que anunció que una primera parte de la programación aparecerá dentro de un mes- es la incorporación de recursos -humanos, materiales- a una herramienta que tiene una importancia que quizá ni los propios funcionarios tengan aún en mente, pero que bien hacen en aclarar que no se usará para el autobombo de la gestión o la política partidaria, aunque a la luz de la experiencia de otros medios estatales bien vale estar atentos.
La Radio Municipal, todavía dando sus primeros pasos, constituye el segundo gran hito -el primero fue la licencia televisiva de la Cooperativa- de la aplicación en Santa Rosa de la Ley de Medios, una normativa que quizá todavía no encontró en su aplicación concreta el nivel de expectativas que generó tan intenso debate, puesto que algunos pasos se dieron con notable retardo y otros no llegaron a ser lo que soñaban los primeros impulsores de esa normativa que -menos mal- vino a reemplazar a la que el país heredó de la dictadura.
En Santa Rosa, por ejemplo, no se han entregado las licencias que se licitaron ya hace más de dos años, tanto para emisoras comerciales como para sin fines de lucro, aun cuando la promesa de la ley y sus argumentos era darle un lugar central a la diligencia y a la transparencia de esas adjudicaciones y a promocionar al llamado “tercer sector” que componen organizaciones no gubernamentales.

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