El fracaso de una política kirchnerista
El gremio de prensa está rechazando en estas horas la horripilante paritaria de Prensa Escrita firmada por la burocracia de la UTPBA con las cámaras patronales bajo el amparo del Ministerio de Trabajo.
No hay asamblea que no repudie el miserable acuerdo.
En cada redacción, el 99 % de los compañeros se ha pronunciado exigiendo la reapertura de las paritarias y la presencia en las mismas de los paritarios electos en asamblea.
En medio de la crisis de la deuda con los fondos buitres —que amenaza con nuevas devaluaciones y el avance de la inflación— la burocracia podrida de la UTPBA ha resuelto una paritaria que destruye el salario.
Frente a una inflación proyectada del 40%, qué otra cosa puede decirse del 28% en tres cuotas (26% para salarios mayores a $15.ooo) pactado a espaldas del gremio. Encima, la última cuota se cobrará con el salario de enero del año próximo. Las dos cuotas de $ 500 de agosto y octubre son simplemente una burla.
En concreto, la UTPBA firmó un aumento del 21% para este año, que encima se termina de cobrar durante septiembre.
Con este aumento a la baja, la burocracia busca desmoralizar al gremio real, organizado en torno al Plenario Autoconvocado que nuclea a la totalidad de los delegados de las empresas. En este cometido, la burocracia no está sola. El Ministerio de Trabajo le ha dado aire a las Fagale y los Camaño, incorporándolos a la negociación paritaria y dejando afuera a los delegados de base. Para el ministro Tomada, la presencia de los paritarios electos en asamblea y la agenda reivindicativa era incompatible con la intención del gobierno de imponer un techo salarial, para que sean los trabajadores quienes paguen la crisis y generar así los recursos para pagarle la deuda ilegitima a los buitres.
Desde el momento en que la cartera laboral excluyó al Plenario Autoconvocado de la negociación quedó claro que nada bueno podía salir de esta paritaria. Frente a este atropello, la estrategia de la mayoría de las agrupaciones del gremio de prensa comandadas por el CTP fue la de sacarle el cuerpo al plan de lucha, realizando un festival anodino en el Día del Periodista, para finalmente negarse a participar de un Plenario de Delegados ante la inminencia de la firma del acuerdo bochornoso.
Frente al complot de la burocracia y Tomada, la negativa a profundizar las medidas tiene su raíz en las expectativas del CTP y del resto de las agrupaciones en una intervención del ministerio contra el sindicato. Esta política ha terminado en fracaso, y ha sido funcional a la burocracia de la UTPBA en su intento de destruir la organización de base de los trabajadores de prensa. En este contexto, debe entenderse la decisión ministerial de otorgar la personería gremial a un nuevo sindicato de empresa en TelAm, en la línea de enajenar a los trabajadores de la agencia del proceso de lucha de todo el gremio.
Para reabrir las paritarias se impone un plan de lucha con paro de 24 horas, movilización a las cámaras, al ministerio y a la sede de la burocracia.
La política de coexistencia con la UTPBA ha terminado en un fiasco. Es necesario convocar a una asamblea abierta de todo el gremio que ponga en pie un sindicato de prensa en defensa del salario y las condiciones laborales de los trabajadores.
La Naranja de Prensa