Por: Gonzalo Perera*
El día domingo pasado el portal espectador.com publicaba la siguiente noticia, declaraciones atribuidas al presidente Mujica, en el transcurso de la reciente XX Cumbre Iberoamericana de Mar del Plata, sobre una Ley de Medios en el Uruguay.
"Al presidente de la República no le llegó absolutamente nada y el día que le llegue la va a tirar a la papelera... Si en Uruguay los manejadores de la noticia internacional tienen ilusión de que van a venir a manejar nuestro espacio mientras que yo esté de presidente, les va a costar un poco. Eso no quiere decir que no tengamos problemas de comunicación, problemas de comunicación podemos tener, pero con todos los defectos que tienen nuestros criollos trataremos de entendernos entre nosotros y de no hacernos pedazos entre nosotros para que nos coman de afuera".
Hablemos por un momento del Pepe, el compañero Pepe. Que construyó una imagen entrañable, díscola, contestataria y querible durante muchos años. Con puntos de inflexión, por ejemplo hacia 1999, cuando la "Pepemanía" hizo del MPP una fuerza política de imparable crecimiento, tejiendo cada vez más amplias alianzas hacia afuera de la izquierda. Descuidando a veces la solidez ideológica y el rigor tan caros a los partidos de la izquierda uruguaya, pero logrando llegada en dos sectores bastante adversos a la izquierda hasta entonces: las zonas más pobres de la periferia metropolitana y el interior del país. Con hitos marcados, como su muy buena biografía que escribiera Miguel Ángel Campodónico, o sus especulaciones ante cámaras de Canal 10 sobre si "los chanchos votarían a Cativelli" o su inolvidable "no sea nabo, Néber", que fuera la muletilla murguera por antonomasia por bastante tiempo.
Hoy Presidente de la República, el Pepe no deja de ser el Pepe. Habla y mucho, sin mandar a nadie de vocero, expone su propia cara emitiendo opinión sobre temas polémicos y a veces de forma irritante. Por ejemplo, calentó a más de siete docentes con una simple frase ("los cuatro libritos"). No parece ser lo más aconsejable para un presidente, pero el Pepe es el Pepe. Y como es el Pepe, "como te digo una cosa te digo la otra" y muchas veces hay que mencionar en condicional sus palabras. Así esta nota empieza hablando de "declaraciones atribuidas" al Pepe, pues puede haberlas dicho y haber sido mal interpretadas (dijo algo parecido a la revista "Veja", pero luego aclaró que no había sido bien interpretado), puede haberlas dicho, haber sido bien interpretadas, pero corregirlas mañana, o puede ni siquiera haberlas dicho y ser todo una versión infundada de clarín.com, uno de los sitios de referencia de muchos medios en Uruguay y que sobre el tema Ley de Medios suele publicar falsedades funcionales a la guerra (ya casi perdida) que sostiene el Grupo Clarín en Argentina al respecto.
En el caso de que Pepe haya hecho estas afirmaciones, es preocupante. Me dirán que fueron en Argentina y que es intención es distanciarse de la "ley K" o frenar las apetencias en Uruguay de Clarín. Sean en Argentina o en Tanganika, lo que dice el Presidente de Uruguay, seguro que a Uruguay llega. ¿Quién no se acuerda de Tabaré en Caracas golpeando la mesa y afirmando que un TLC con EEUU no estaba en la agenda? Por otra parte, no se ha analizado aún, ni expuesto motivo alguno dentro del FA, no dentro de la prensa de derecha de por qué hay que distanciarse de la mal llamada "ley K", la mejor en su especie a juicio de muchos (me incluyo). Y las apetencias de Clarín no tiene que frenarlas en Mar del Plata, sino aquí, en Montevideo.
Pero además su propio gobierno está elaborando una Ley de Medios, encomendando a una Comisión Técnico Consultiva en la que participaron múltiples actores de la sociedad, llegando a ciertos consensos muy primarios pero cuya sola existencia, de ser cierta la voluntad presidencial de tirar a la papelera cualquier proyecto, sería casi una ofensa a sus integrantes. Sorprenden sus eventuales dichos además porque ya hay instalados en Uruguay grupos internacionales (Cisneros, Clarín, para nombrar dos nenes de pecho). Además porque desconocerían que la mayor parte de los canales de TV, radios y diarios "criollos" basan su información en las mismas fuentes: CNN, Fox, Clarín, AFP, un poquito de la BBC, etc. Por ejemplo: ¿En cuántos medios puede encontrarse información que en Argentina haya sido publicada en "Página 12", que brinda una visión de la realidad diametralmente opuesta a Clarín? Sobran los dedos de una mano. ¿Y de Prensa Latina? Casi que sobra la mano.
Por ende, cuando se habla de los "medios criollos" debería tenerse fielmente en cuenta la acepción del término "criollo": autóctono pero hijo del colonizador. Pues efectivamente la gran mayoría de los medios criollos son autóctonos, pero repican hasta el hartazgo un discurso único, completamente foráneo él, y originado siempre en el mismo círculo de intereses políticos y empresariales. Los que defendieron a capa y espada la dictadura militar o a la derecha cuando acechaba la "amenaza comunista", los intereses del imperio, que hasta nuevo aviso, sigue vivito y coleando.
El mayor problema del FA no es que hasta 2005 no había nunca conquistado el poder. El mayor problema es que aún hoy, nunca lo perdió. Y no ha experimentado, como sí lo han hecho blancos y colorados, qué frágiles son algunas fidelidades, qué volátiles algunas sonrisas y cuán de fierro la voluntad y adhesión del militante de base, del núcleo mismo de cada sector político. El FA algún día no será tan agasajado y mimado en algunos ámbitos empresariales y volverá a ser ninguneado y mirado de reojo. Y allí estará la militancia de siempre, la que no afloja llueva o truene. Y allí estarán los militantes sindicales, que ahora son culpables hasta de la calvicie precoz.
El Pepe se ha quejado de que "no lo dejan gobernar". Insólito quejido en alguien que fundó un Movimiento de Participación Popular. Cualquiera diría que si la participación es popular, la consigna no debería ser "déjenme gobernar en paz" sino "participen y ayuden a encarrilar el proyecto".
No hay un fratricidio en camino en el FA, no lo comparto. Ni tiros por elevación para 2014 que lo estropeen todo. No hay ningún candidato para 2014 y para eso falta una eternidad. Lo que hay es demasiados olvidos respecto a postulados fundamentales de su programa. Basta con recordar uno o dos para encolumnar a tanta base que critica no porque quiera oponerse a Pepe, a Tabaré o nadie, sino porque quiere ver gobernar al FA.
Si Pepe anuncia que va a tirar a la papelera un tema tan decisivo para la democracia real como una ley que regule efectivamente los derechos y deberes de quien recibe el usufructo de parte del espectro radioeléctrico que es un bien común, no concibo cómo puede pasar por su brillante cabeza la menor expectativa de que los frentistas lo "dejemos gobernar".
Entendemos y no somos palos en la rueda que Pepe debe afrontar miles de problemas a la vez. Algunos ajenos a los intereses populares, de las clases trabajadoras, de las reivindicaciones históricas del FA. Apreciamos que en el arranque de su gobierno, con la convocatoria a la CTC para estudiar un anteproyecto, haya avanzado más en este difícil tema que toda la administración anterior. Pero si tira a la papelera ese avance, volvemos a fojas cero. Y genera un ambiente erróneo, equivocado, divorciado de sus propias conductas pasadas y de su construcción política de toda una vida, convocante a participar y tomar el destino en las propias manos.
Por eso, ojalá se aclare que no fue Pepe quien dijo lo extractado al principio. O que no quiso decir eso. Pero en cualquier caso, creo que somos muchos los ciudadanos que bien gustosos estamos dispuesto a acercarle la papelera si alguna cosa fundamental y programática se le cae aunque sea por inadvertencia allí, sea la Ley de Medios o el Frigorífico Nacional, o el control estatal de las telecomunicaciones, tanto da.
Al Pepe, ante todo, la masa frenteamplista lo quiere. Por eso se enoja con él cuando se desboca. Nadie se enoja con quien no aprecia, es obvio. Y toda la masa frenteamplista quiere que sea el mejor presidente de la historia.
Para eso, no es cuestión de dejarlo gobernar, sino desde el lugar de militancia de cada uno, ayudarlo a gobernar. Un excelente primer paso en esa dirección es que el propio Pepe se deje ayudar. Porque tiene medio pueblo queriéndolo ayudar. Y un montón de gente, que jamás será reconocida ni aplaudida por los sacrosantos medios criollos, dispuesta a acercarle la papelera en caso de virazón.
*Analista y matemático
Fuente: Diario La República
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