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Los Senadores Eduardo Torres (FPV), María Eugenia Estenssoro (CC) y Norma Morandini (FCC) distinguen al Periodista Robert Cox. |
La senadora María Eugenia Estenssoro encabezó el homenaje, y su par Eduardo Torres presentó el proyecto de resolución con la distinción al "coraje periodístico por denunciar las acciones del último gobierno de facto".
Al evento en el Salón Latinoamericano de la Cámara Alta asistieron el director de "Río Negro" Julio Rajneri, el diputado Fernando Iglesias, la periodista Sylvina Walger, el director de cine Enrique Piñeiro, Norma Morandini, Jorge Lanata y Hugo Alconada Mon, los tres últimos oradores como periodistas de tres generaciones.
Estenssoro destacó las vidas que salvó Cox a fines de los 70: como las de Adolfo Pérez Esquivel, Jacobo Timerman, Jorge Fontevecchia y muchos desconocidos al publicar las denuncias en el periódico argentino en inglés.
Emocionado Cox –quien asistió junto a su esposa que siempre lo acompañó– recordó que al principio del Proceso militar lo habían tildado de imperialista y luego lo calificaron de comunista subversivo. "Yo no había cambiado, simplemente cumplí con mi trabajo. Me di cuenta en esos años de la importancia del periodismo una tarea que consiste en ser honesto para contar las cosas", dijo y recordó un momento de esa argentina violenta. "Fui a hablar con un capitán de nombre Carpintero y le sugerí que si era cierto que algunos militares querían una salida democrática saquen la esvástica que por ejemplo estaba sobre una ventana de la Superintendencia de Seguridad, pero no lo hizo, se quedaron como los nazis y esto se volvió un holocausto".
Cox reconoció la tarea en aquellos años de Uki Goñi (quien se animó a escribir sobre Astiz) y del periodista James Neilson.
¿Le duele la ausencia de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en este homenaje?– lo consultó este cronista al final del acto.
Con ellas tengo una muy buena relación, salvo con Hebe Bonafini quien me viene agrediendo, creo que por su bronca contra Estados Unidos (donde se radicó Cox obligado a abandonar la Argentina desde 1979 hasta el año pasado), pese a que las Madres fueron muy ayudadas por funcionarios de ese país como Tex Harris.
Una mujer se acercó para darle un beso. "Le debo mi vida: cuando estaba detenida y publicó mis fotos en el Herald. Fui la última, porque enseguida él se tuvo que ir del país".
Lanata recordó aquel cuento de Ionesco en que todos se volvían rinocerontes, menos uno. "Ése fue el caso de Cox, resaltó por sobre los demás porque hizo lo que tenía que hacer".
Mon definió a Cox como una "leyenda viviente" en una profesión que se mueve en límites imprecisos, y el legislador porteño Sergio Abrevaya deslizó. "Alguna vez las cosas que uno hace con el alma son reconocidas". Abrevaya, amigo personal de la familia Cox, hizo un racconto de la vida de Robert Cox en los años difíciles y recordó cuando él le dijo que “debí publicar más de lo que publiqué. Se hubieran salvado más vidas”.
Estenssoro mencionó una reciente definición del jefe de TelAm, Martín García, sobre los periodistas como "prostitutas al servicio de quienes le pagan" y a su rol como "militante de la verdad al servicio del pueblo"... "Es de Goebbels (jefe de propaganda nazi) porque periodismo independiente es una tautología, lo otro es propaganda", concluyó Lanata.
Fuente: Diario Río Negro
