Magnetto mandó a Cablevisión a decir que el gobierno es arbitrario porque trabó la fusión con Multicanal. En 2007, cuando Kirchner la habilitó no opinaba igual. Antes elogiaba, ahora ataca en nombre de la caja
Por: Luis Desi
El Grupo Clarín dejó en evidencia su desesperación. Una vez más y para que no queden dudas, puso al desnudo el verdadero motivo de sus destemplados ataques al gobierno de Cristina Kirchner. Héctor Magnetto quiere seguir adelante con la fusión de Cablevisión y Multicanal, verdadero monopolio de la TV cable en el país. Pretende ahora que la Justicia preserve la fusión de ambas compañías y tildó de arbitraria la decisión del gobierno de deshacer una determinación que ya había tomado en 2007.
El negocio de la TV cable, concentrado en una sola compañía, le garantiza al grupo preservar la solidez de su caja y el sometimiento a sus abonados. En términos económicos el cable es la nave insignia del monopolio y si para preservarlo es necesario ayudar a provocar una crisis institucional utilizando el poder de fuego de los medios que controla, Magnetto no dudará un instante. Los antecedentes hablan por sí mismos.
En 2001, junto a Eduardo Duhalde, fue promotor de la devaluación y la pesificación asimétrica que le permitió licuar gran parte de su deuda. Posteriormente, el Congreso, por pedido de Duhalde, fabricó a medida del Grupo Clarín la ley de bienes culturales para evitar que los acreedores externos tomaran el control del monopolio. La devaluación que Clarín promovió con Ignacio De Mendiguren como ariete y Duhalde como ejecutor le permitió al grupo superar una delicada situación financiera. A Clarín no le importó entonces que el costo de la devaluación lo pagaran los salarios de sus lectores y abonados.
Pasado el ciclo de Duhalde, Magnetto comenzó su luna de miel con Néstor Kirchner. Pero un día el amor se terminó y ahora el país paga los costos del fracaso de ese matrimonio. Hay que ser sinceros. A Clarín le importa poco si el gobierno de los Kirchner maltrata o no las instituciones. Magnetto utiliza ahora a la oposición política a favor de sus propios intereses. Está siempre presente la amenaza de ignorarlos en los medios que controla o castigarlos si no responden a los intereses del grupo. Así funciona Clarín y no de otro modo.
Mientras los Kirchner se allanaron a las presiones del grupo, al gobierno no se le notaron los defectos. Cuando en 2007 la Secretaría de Defensa de la Competencia autorizó la fusión de Cablevisión y Multicanal, Kirchner era una gran presidente al servicio de la democracia. Para comprobarlo basta recorrer las tapas de Clarín de entonces. Magnetto creyó que tras esa fusión vendría la autorización para el servicio de triple play (telefonía, Internet y TV cable). Paralelamente Clarín presionó para que se prohibiera a las empresas de telefonía brindar servicio de TV cable. Magnetto pretendió así quedarse con el monopolio del triple play.
Ahora el gobierno está corrigiendo lo que nunca debió habilitar. Defensa de la Competencia trabó la fusión de Cablevisión y Multicanal y Clarín pretende que los jueces le ayuden a preservar la principal caja del monopolio. Magnetto hizo ahora decir a sus empresas de cable que estamos frente a un gobierno arbitrario. El argumento utilizado es la principal debilidad de la estrategia de Clarín. La supuesta arbitrariedad oficial que hoy impide la fusión antes era considerada virtud republicana. Seamos serios. A Clarín y Magnetto, bajo el hipócrita barniz de la objetividad periodística, lo único que le importa es su caja y no la seguridad jurídica y las instituciones. Si hoy no hay seguridad jurídica tampoco la hubo cuando Clarín aplaudió la decisión de Kirchner de autorizar la fusión creando un monopolio inadmisible aquí o en cualquier otro país del mundo. Pero como la medida favorecía los intereses del grupo, Néstor era un mandatario sin manchas y la Argentina un país serio.
Fuente: La Mañana de Córdoba