sábado, 3 de octubre de 2009

Guillermo Jenefes: "Espero que mi voto no sea el decisivo en esta ley"

El senador que permitió el tratamiento del proyecto sobre los medios justifica su postura
Por: Gustavo Ybarra
El presidente de la Comisión de Sistemas, Medios de Comunicación y Libertad de Expresión, Guillermo Jenefes (PJJujuy), apeló a una alta carga de dramatismo para justificar su decisión de apoyar el dictamen de mayoría que le permitirá al Poder Ejecutivo llevar al recinto del Senado el controvertido proyecto de ley de radiodifusión.
"Era lo que hice o mi renuncia como senador", sentenció en un reportaje con La Nación, en el que, además, negó haber recibido presiones de la Casa Rosada para cambiar su postura.
Aunque parezca contradictorio, el senador insistió en pedirle al Gobierno y a su bloque que aceptaran cambios en el proyecto que permitan respetar derechos adquiridos. Sin embargo, esquivó responder acerca de qué actitud tomaría si su voto se torna clave para cambiar la iniciativa. "Espero que no lleguemos a esa situación", dijo.

¿Por qué firmó el dictamen?
Firmé porque entendía que no podía tener de rehén al Partido Justicialista y que ocupaba la presidencia de la comisión en representación de un bloque en el que existen compromisos políticos. No podía especular con impedir el debate.

¿Qué artículos votará en contra?
Una gran deuda que tiene la ley es no haber entrado a discutir el tema de la publicidad de los medios públicos. Si reciben aportes del Estado y del gravamen que pagan quienes tienen licencias, no deberían hacer publicidad o, si la hacen, deberían hacerla en condiciones que no afecten la libre competencia.

¿Cómo votará el artículo 161, que fija un plazo de un año para desarmar los multimedios?
Es un artículo que debería ser modificado para disponer que quien tenga un derecho adquirido dentro de la ley 22.285 debe ser respetado. Sin duda alguna, se debe ampliar el plazo por el cual quien no se ajuste a la normativa lo pueda hacer de tal manera que no sufra grandes pérdidas en el camino.

¿Qué haría si su voto en el artículo 161 fuera clave para cambiar el proyecto?
Espero que no lleguemos a esa situación.

Pero en el caso hipotético...

[Interrumpe.] No quiero pensar en hipótesis. Pero espero que el Gobierno tenga los votos necesarios para defender el artículo 161 o que quienes sean críticos tengan los votos para que el artículo sea modificado.

¿Cuál ha sido el momento más complicado para usted en la última semana?
Quiero expresar que el Gobierno de ninguna manera efectuó ningún tipo de presión en cuanto a mis convicciones. El momento más difícil fue tener que firmar este dictamen.

¿Cómo piensa que tomaron los empresarios de medios esa decisión?
Algunos comprenderán las circunstancias. Mis convicciones no fueron dejadas de lado. Jamás dije que, si no se hacía lo que yo quería, no iba a haber dictamen. Esa no es mi forma de actuar en la vida. Creo que los empresarios de medios deben entender que todo cambio, como en la vida, genera expectativas, dudas y miedos. Yo no tengo miedo; tengo confianza en las buenas intenciones que tiene el Gobierno y aspiro a que se revise la ley para dar seguridad jurídica, para que ésta sea una ley de la democracia que dure mucho tiempo y no una ley que se encuentre amenazada con que el próximo gobierno la modifique.

¿Por qué se llegó a esta situación, con un proyecto que, según su óptica, no respeta derechos adquiridos?
Gran parte de la responsabilidad de que esta ley haya venido con serios problemas con los derechos adquiridos se debe a la actitud de la oposición de no sentarse en Diputados a discutir cada uno de los artículos. Apostaron a la fácil y ahora quieren decir que por culpa de Jenefes se habilitó en el Senado el tratamiento de la ley.

¿Qué les diría a los que se ilusionaron con que usted tenía la llave para cambiar el proyecto?
Creo que es un concepto equivocado. Yo no tenía la llave, por cuanto el Poder Ejecutivo manifestó claramente su oposición a revisar el proyecto. Casi treinta y pico de senadores del bloque manifestaron su decisión de no realizar cambios. Por lo tanto, un solo senador no podía cambiar esta historia y tampoco tenía la posibilidad de decir vamos a esperar hasta el 10 de diciembre. Eso no era democracia; era extorsión.

¿Tuvo que optar entre lealtad política y amistad?
Espero no haber perdido amigos de la política y espero no haber perdido amigos de la actividad privada. Sobre los intereses personales existe la responsabilidad pública.

¿Siente que hizo lo correcto?
Tengo la conciencia limpia. Era lo que hice o mi renuncia como senador.

Fuente: Diario La Nación

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