El voto positivo del socialismo a las ley de medios ha sido muy comentado por la prensa, generando alguna inquietud entre allegados y votantes del PS. Sin embargo poca difusión ha tenido la razón fundamental de tal posición, que es simplemente una: la ley votada es mejor que la anterior.
La ley anterior
Es un bando militar firmado por Videla y Harguindeguy, modificada luego varias veces. La mayoría de estas modificaciones fueron beneficios que las empresas dueñas de los medios lograron obtener, sin gran debate precisamente, de los gobiernos de turno. El resultado fue una mezcla de dictadura y neoliberalismo que se ve en la concentración de medios de información en pocas manos: Hoy alrededor de 80% de los medios pertenecen a solo 4 empresas, este es punto medular de toda la discusión. A no engañarse con cuestiones menores que solo confunden lo principal.
La postura histórica del socialismo
Ha sido crítica respecto a los medios con orientación comercial y por ser dependientes solo de la publicidad y por eso tienden a incentivar el consumo anulando el pensamiento crítico y el análisis personal de la realidad.
Lo planteaba en 1989 Estévez Boero en el Congreso, “creemos que en un mismo distrito territorial no debe concentrarse en las mismas manos toda la información de los medios escritos, orales y televisivos, porque eso atenta contra la libertad de información y pluralismo cultural al que tiene derecho nuestro pueblo”.
Ya en la era Kirchnerista, el socialismo se opuso a las siguientes modificaciones impulsadas desde el gobierno:
-ley 25750(2005): beneficiando al grupo Clarin acosado en ese momento por deudas con acreedores externos.
-decretos 1.293/2003 y 540/2005: suspendiendo la aplicación de partes fundamentales de la ley de sociedades comerciales, beneficiando al mismo grupo.
-decreto de necesidad y urgencia 527/2005: extendiendo las licencias de los servicios de radiodifusión, medida que consolidó claramente muchos de los privilegios a favor de grupos concentrados.
La nueva ley
El Kirchnerismo, tan progresista ahora, en realidad cambió su historia a favor de los grupos económicos dueños de medios a partir del enfrentamiento con Clarín.
El proyecto que se basa en el trabajo del grupo Coalición por una Radiodifusión Democrática conocido como los 21 puntos. Este documento se presento en agosto del 2004 (hace 5 años ya) y cuenta con el amplio respaldo de la CGT, CTA, Universidades Nacionales, las carreras de periodismo, asociaciones internacionales de periodistas, el delegado de la ONU sobre este tema, radios comunitarias y movimientos cooperativos, entre otros.
El punto medular, la propiedad de las licencias, queda resuelto así:
-33% en organizaciones con fines de lucro (empresas)
-33% en medios estatales (nacional, provincial y municipal)
-33% en organizaciones sin fines de lucro (ONG, Cooperativas, Universidades, organizaciones de pueblos originarios)
Claro que el gobierno no se privó de modificar parcialmente el espíritu de dicho trabajo para tener más poder sobre este tema. Debido a esto el proyecto original fue rechazado por la mayoría de la oposición y debió ser mejorado, en verdad que a los apurones, con más de 250 cambios. En particular, los siguientes decidieron el voto positivo del PS:
-menor cantidad de representantes del Poder Ejecutivo en la autoridad de aplicación,
-regulación de la publicidad oficial para limitar la “captación” de opiniones.
-designación del Defensor del Publico por parte del Congreso Nacional (antes, a cargo del Ejecutivo)
-exclusión de la Telefónicas,
-posibilidad para los cables del interior de prestar el servicio de Triple Play.
Como se dijo, al poner en la balanza la nueva y la vieja ley, la misma se inclina hacia la nueva legislación, este es el motivo del voto del socialismo.
En la votación particular, el voto fue negativo para varios artículos. Entre ellos el tiempo exigido para la venta de medios para adecuarse a la nueva ley, un año (la propuesta fue 3 años)
Por último, es interesante leer un párrafo aparecido en RosarioI12 sobre este tema:
Las consideraciones que rodearon al tratamiento de la Ley de Servicios Audiovisuales tanto en Diputados como en Senadores tuvieron en la provincia de Santa Fe un impacto similar al que ocurrió a nivel nacional. Pero con la particularidad que le dio la posición del Partido Socialista gobernante aquí, que eligió sostener su coherencia y convicción hasta el momento de la votación en ambas cámaras. Por cierto, una postura coherente pero poco conveniente desde el punto de vista político, y encima, en medio de un comicio municipal como fue el del 27 de setiembre pasado.
Es lo que la sociedad puede esperar del socialismo: una oposición constructiva y coherente más allá de especulaciones del momento.
*Enviado por el Centro Alfredo Palacios de Esperanza