El kirchnerismo intentará que el Senado respalde el decreto por el que Néstor Kirchner prorrogó por diez años las licencias de los medios de comunicación. El decreto de necesidad y urgencia (DNU) en cuestión, el 527/05, fue firmado en mayo de 2005. A diferencia de los senadores, que nunca lo trataron, los diputados lo revalidaron en julio de 2007. El tema había ocupado un es
pacio destacado cuando se debatió la ley de medios. En esa ocasión el jujeño Guillermo Jenefes argumentó que sin esa iniciativa hubiera desaparecido cerca del 80 por ciento de los radiodifusores. Ayer, en diálogo con este diario, Jenefes señaló que el objetivo de la movida apuntaba a “dar mayor seguridad jurídica”.En la reunión de Labor Parlamentaria el jefe de la bancada K, Miguel Ángel Pichetto, pidió a los otros bloques que el tema se debata sobre tablas en la sesión de hoy. Para eso necesitará el respaldo del radicalismo, algo que al cierre de esta edición los senadores de la UCR no tenían definido. De hecho, adelantaron que votarán en contra de ese DNU.
La movida del oficialismo no dejó de tomar por sorpresa a la mayoría de los bloques legislativos. No sólo porque transcurrieron cuatro años desde aquella prórroga sino porque el decreto está vigente. Los más desconfiados interpretaron que la movida sería un gesto destinado a tranquilizar a los afectados por la ley de medios. ¿Por qué razón? Es la pregunta que ningún senador se animaba a responder.
Lo real es que el respaldo de los senadores daría mayor fuerza institucional a la norma. El decreto 527/05 aparece como el principal argumento en el que se refugiarán las empresas a las que la nueva ley de medios obliga a desinvertir en el plazo de un año. Dirán que se endeudaron e invirtieron a partir de la prórroga de las licencias firmada por Kirchner.
Aunque Jenefes dice que ese DNU salvó al 80 por ciento de los radiodifusores, lo real es que fue un traje a medida de unos pocos grupos. Solamente unas pocas licencias estaban próximas a su vencimiento. Entre ellas la del multimedios América. En sus fundamentos y también en las audiencias públicas que se realizaron durante el debate de la ley de medios, el interventor del ComFeR, Gabriel Mariotto, admitió que se firmó a pedido de las empresas y debido a la situación económica de las mismas. Lo real es que los balances de muchos de esos grupos periodísticos no eran lo dramático que dicen los funcionarios.
De hecho, el titular del Foro Argentino de Radios Comunitarias, FARCo, Néstor Busso, uno de los entusiastas defensores de la ley de medios, había criticado con dureza a Néstor Kirchner por firmar el decreto 570/05. Había dicho que con ese DNU había claudicado frente a las corporaciones y que avalaba la concentración mediática. Mucha agua pasó debajo del puente y muchos guiños lo llevaron ahora a mirar a Kirchner con otros ojos.
En caso de que el radicalismo no habilite el tratamiento del tema, el kirchnerismo pedirá el respaldo parlamentario del decreto para la semana que viene. La insistencia del bloque K llevó a que un destacado legislador que habló con este diario pidiendo reserva de su nombre aventurara que “uno de los objetivos que está detrás de esta movida es facilitar la pronta implementación de la ley de medios”. Los plazos y los topes de licencia que se contemplaban en ese decreto se entrecruzan con la nueva norma y le permitirían al oficialismo pedir prontamente que los grupos se ajusten al máximo de licencias votado recientemente. Tan complejo como los vericuetos de la ley y los decretos que regulan la actividad es la innumerable lista de ventanillas que intervendrán en cada una de las gestiones.
En la imagen: Captura de pantalla del sitio gubernamental "Hablemos Todos" donde también publican la noticia.
Fuente: Crítica de la Argentina
