Las incompatibilidades con Claro y Telmex limitan su papel al de consorte. Se conforma mientras tanto con luz verde para la tv por cable
Por: Ana Zarzuela
Se asoma a un baile que la Casa Rosada acaba de inaugurar oficialmente con la obligatoriedad -exigida por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia- de que Telecom Italia y Telefónica abandonen Telecom Argentina. Los Kirchner tienen desde hace mucho a flor de piel una consigna que ahora le han dejado claro de nuevo al magnate mexicano: quieren fuera de Telecom Argentina (TA) a Telecom Italia (y a sus accionistas, como Telefónica). Algo que, traducido a la jerga peronista, quiere decir luz verde para que los Werthein -los accionistas mayoritarios- puedan no sólo asegurar su 48% de TA y neutralizar el derecho de tanteo de TI sobre sus acciones, sino darle la vuelta al mapa de la operadora austral y ejercer su derecho preferente, con o sin nuevos socios. Buenos Aires bombardea por todos los flancos para encontrar nuevas fichas. Por si las dudas, las dos ‘puñaladas’ a Clarín, con el fútbol gratuito y la tdt de pago, dejan claro que bailan de la mano de los Werthein. Si Carlos Slim y Ernesto Gutiérrez quieren entrada al ‘baile’ por TA tendrán que pagar más por ella.
El magnate azteca, además, busca apellidos argentinos que le permitan salvar las limitaciones de la CNDC, ahora que la nueva Ley del Mercado Audiovisual y las líneas rojas de la competencia buscan ponerle coto a las multinacionales en el sector. Claro y Telmex pesan demasiado y la argentinidad no le permite a los Kirchner repetir la jugada de TI, no al menos a la cara de la CNC. Tendrá que conformarse con un papel de consorte, si acaso; con vía libre al negocio del fútbol recién reformado entre el Estado y la AFA y con la puerta abierta -aunque sea ya en desventaja con Telefónica- de la televisión de pago por cable argentina.
Carlos Slim se empeña en subirse -por la puerta de la sintonía con la Casa Rosada- al baile de pretendientes de Telecom Argentina, aunque aún Telecom Italia no haya abierto formalmente el escaparate de su 50% de Sofora. Se arrima a un escaparate en el que hasta ahora tenía solo papeles secundarios. No es la primera vez. Tiene neutralidad técnica, distancia con Clarín y sintonía con el gobierno. Pero ni el derecho preferente del Grupo Werthein, ni la competencia con los locales Eduardo Eurnekian y Ernesto Gutiérrez (éstos con el aval de la Casa Rosada) y el brasileño Andrade Gutiérrez le abren ninguna puerta, poco más que la de socio secundario potencial, que aporte tecnología y experiencia en el sector. Una posible oferta de América Móvil concentraría las operaciones de Claro y Personal (el operador celular de Telecom), lo que prácticamente obligaría a la empresa a desprenderse de ese negocio; si la propuesta es realizada por Telmex Internacional, que en ninguna de sus filiales latinoamericanas posee operaciones móviles, otro contratiempo. Lo sabe hace meses el magnate azteca: desde principios de año busca un ‘introductor de embajadores’ con la bandera blanqui-zul que le permita poner alguna de sus picas en Telecom Argentina. Alfredo Román -allegado al ex presidente y gobernador Eduardo Duhalde y presidente de International Trade Logistics (ITL)- despejó su perfil y sus cuentas con la venta el año pasado del grueso de su participación en la terminal de contenedores de Dock Sud Eslogan a cambio de 400 millones. Justo antes de que en marzo, cuando se reunieron en la cumbre empresarial de millonarios de Cartagena de Indias, comenzaran a tejer su sintonía con la vista tan puesta en los pasos de Credit Suisse First Boston -encargada de pulsar el mercado por parte de Franco Bernabé- como de que la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC).
Intentó alcanzar por el camino de las adquisiciones y las participaciones lo que la operación de Telmex Internacional y América Móvil no le ha dejado a mano. Ha buscado la sintonía y más de una foto con los Kirchner. Aún los medios locales recuerdan la visita oficial a la Casa Rosada de Carlos Slim hace ahora un año, los ‘ciber-regalos’ -una MacBook Air- a Cristina Fernández y las promesas de inversión. Pero los 200 millones de dólares de inversión en Claro en 2009 -la cifra más baja en tres años, menos de la vigésima parte del total- recuerdan que la tierra del tango no es ni la prioridad de sus inversiones, ni el oasis de sus resultados. Cuenta sólo con 16,04 millones de usuarios en la Argentina, Paraguay y Uruguay, de un total de 172,57 millones que tiene en toda la región, Estados Unidos y el Caribe y los 15,4 millones de Movistar en la tierra del tango. Y la división argentina- de las cinco de Telmex internacional- es la que menos ha contribuido al incremento del 14,8% de los ingresos en el primer semestre, muy lejos de Brasil, Colombia y Perú.
Los Werthein sacan ventaja
Hasta ahora la Casa Rosada no buscaba la salida accionarial de los italianos -no había reemplazo claro y a buen precio para el 50% de TI. Se conformaba con la retención y un peaje en inversiones. Telecom Italia iba a ser el rehén perfecto en tanto Cristina Fernández despejaba las leyes pendientes del sector y barajaba el tablero accionarial de la operadora de bandera argentina. Ahora ya los tiene a mano y no dejará correr más tiempo. El fallo de la CNDC no es inmediato, ni ejecutivo. Pero suma presión ahora que Néstor Kirchner intenta afirmar su autoridad licuada por los comicios locales. La Casa Rosada no duda en animar el tiempo muerto para que los ‘amigos’ echen cuentas y paguen la entrada al ‘baile’, con o sin la operadora alpina. Con o sin aliados patrios. La Corporación América, de Eduardo Eurnekian, junto con el presidente de una de sus compañías, Aeropuertos Argentina 2000, Ernesto Gutiérrez, tiene desde hace meses la luz verde de la Casa Rosada.
Los Werthein cuentan con el manto protector de la Casa Rosada, con el 50% de las acciones y con la sintonía con el dictamen público de la Comisión Nacional de Competencia. Y con las barreras de la ‘argentindad’ a favor, algo que la nueva Ley de Radiodifusión acentúa y que Carlos Slim no ha podido hasta ahora saltarse, al menos no con pértigas propias. No es casualidad que el repóker de Cristina Fernández -el modelo de la tv digital de pago, el anteproyecto de la ley de servicios de comunicación audiovisual- que incorporará a las empresas de servicios públicos en la televisión por cable y achicará la cantidad de licencias que puedan quedar en manos de una empresa- , el futuro de TA y la gratuidad del fútbol televisado- enseñen sus cartas al mismo tiempo, como ofrenda a su galería con la que espantar las debilidades del peronismo. En TV digital el Gobierno optó por el sistema japonés, se subió a la elección de Brasil, país que se aseguraría el mercado argentino para exportar los televisores que ya produce en Manaos. Otro dolor de cabeza para el Grupo Clarín, que alentaba el estadounidense, y Telefe, que propiciaba el europeo. El ultimátum a TI no es la primera de las buenas noticias que reciben los W de manos de los Kirchner: la “revolución” del fútbol gratis ha puesto eufóricos a los directivos de América TV, Canal 9, Telefe y el Grupo Hadad, uno de cuyos mayores aliados y acaso coaccionista, el empresario Gerardo Werthein, salió muy beneficiado: aparte de ser dueño de la mitad de Telecom, Werthein preside el Comité Olímpico Argentino, adonde irá a parar el 50% de los dividendos del “fútbol libre”.
La aparente defensa a ultranza de la competencia en el mercado de las telecomunicaciones argentinas que abandera la familia Werthein no más que el cascarón de un ‘casus belli’ con el que esperan alterar la estructura accionarial de Telecom Argentina y la opción de compra de TI, o al menos, si no consiguieran, como pretenden, hacerse con la participación de TI –con o sin aliados- no irse sólo con los 499 millones de dólares de su parte y hacer caer el acuerdo para que no sólo un 18% sino el 48% de sus acciones se vendan también a precio de mercado, con lo que sumarían otros 500 millones de dólares a su fortuna, o el control absoluto de una operadora de gran implantación, que controla la mitad del negocio de la telefonía fija, un tercio del ascendente mercado de las comunicaciones móviles y la mitad del explosivo y redituable comercio de Internet.
Telefónica se blinda
Telefónica respira por el ‘efecto Clarín’ tras el proyecto de Ley de Medios Audiovisuales, que abre el negocio del triple play a las telefónicas, prohíbe que un mismo dueño tener canales de televisión abierta y cable y exige el 70% de capital nacional a las telefónicas para ingresar al triple play. Nada que no hubieran previsto los de Alierta. Su plan de negocios alternativo, si la ley entra en vigor, incluye ya el desprendimiento de Telefé, la inversión de 1.700 millones de dólares para enfrentar al oligopolio Multicanal- Cablevisión-Fibertel y la alianza ya en marcha con Direct TV.
En Argentina, la operadora mira desde la barrera los esfuerzos de los Kirchner por presionar a Telecom Italia con Telefónica como rehén. Soltar sus aspiraciones en Telecom Argentina sería un bocado amargo, pero menor para los planes de la operadora, que por sí misma, a través de su filial, sostiene el cetro del liderazgo desde 2004 y un tercio de la banda ancha y que supera, trimestre a trimestre el horizonte de la segunda operadora, Telecom Argentina. La operadora estatal TA está en franca desventaja ante Telefónica y quiere carta blanca de su rival española y promesas de inversiones, al menos, por parte de Telecom Italia. Para Telefónica, las inversiones no se cuestionan -obran a favor de los propios planes de la primera operadora en el país austral- y aunque la operadora minimice su entusiasmo argentino, acelera en banda ancha y telefonía móvil. Telefónica de Argentina en el primer semestre de 2009 ha mantenido su tendencia: la cifra de negocios neta de Telefónica Argentina alcanzó los 1.332 millones de euros, un 17,5% más, mientras que las líneas aumentaron el 4,9%, hasta los 21 millones.
Telefónica se sube al ariete de las inversiones en móvil y banda ancha -las que le permitieron facturar un 21% más en el último año- y ya aprovechó la demora de la nueva Ley audiovisual para diseñar su desembarco en el triple play con Directv, un mercado de los más jugosos del continente en el que los analistas descuentan que las tres grandes telecos en liza podrían agregar a su negocio un mercado de más de 6.200 millones de dólares al año, al menos un tercio para la española. Para dolor del grupo Clarín -ahora que la Casa Rosada alimenta el desencuentro- la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual pergeñada por el gobierno argentino levanta la prohibición para que las telefónicas se puedan incorporar al negocio de la radiodifusión, brindar teléfono, internet y TV en un mismo soporte. Esto significa el ingreso de Telefónica y Telecom a un mercado dominado en un 50% por Clarín.
Fuente: CapitalNews