Los medios de difusión de Rosario, en especial la radiofonía, están de duelo. Ha muerto un grande. A los 95 años se apagó la vida de Miguel Domingo Aguiló, ciudadano ilustre de Rosario, con una extensa trayectoria que comenzó en el periodismo escrito pero que trascendió fundamentalmente por su labor en la radio.
"Me inicié en el periodismo infantil, en el barrio, con un periódico quincenal que se llamaba El Criticón, que lo hacía con el hijo del dueño de una imprenta. En la linotipo. Tenía alrededor de 14 años y las faltas de ortografía, de redacción y de sintáxis propias de la adolescencia", recordó Aguiló demostrando una memoria sanamente envidiable, cuando fue entrevistado en 2001 por el diario La Capital.
"A los 16 años, Lisandro de la Torre, quien era muy amigo de mi padre porque habían compartido en Buenos Aires luchas por Leandro N. Alem en la época de la revolución del 90, me llevó a trabajar a Tribuna, el diario de la democracia progresista. Y entré como colaborador en deportes. El me presentó a Enzo Bordabehere, quien era el director", agregó. En la ocasión recordó a los hombres de prensa con los que compartió sus inicios en la profesión, como Cipriano Roldán, Juan Pascual y Justo Palacios.
Aguiló fue creciendo en el periodismo como autodidacta (en esos tiempos no había estudios terciarios de esta profesión). Pero no se conformó con ser un periodista más. Fue maestro. Creador. "Formé la Corporación Aguiló, transmití las primeras carreras de automovilismo desde todo el país a Rosario.
Hice las primeras conexiones radiales en los estadios", recordó.
Así estableció proyectos y logró llevarlos a cabo. "Me ayudó mucho haber alcanzado la categoría de jefe de deportes en LT1 Radio del Litoral (era privada), ahí los directores apoyaban siempre.
Entonces salíamos a vender el programa en forma publicitaria y como la emisora tenía muy buena onda de alcance nos fue bien. Hasta que el 28 de febrero de 1953 se cerró LT1 y nació LRA 5 Radio Nacional.
Al otro día teníamos el compromiso de transmitir la carrera de mecánica nacional en San Francisco.
Le pedimos el espacio a LT2 y aceptaron. Entonces, el 1º de marzo de 1953 nació la Corporación Aguiló. Nos dedicábamos a todos los deportes, pero en especial al automovilismo".
Dedicación, esfuerzo, capacidad y pasión por el periodismo fueron algunas de sus características. Y su mayor acierto fue apostar al futuro, pensando siempre en conseguir lo mejor. Así buscó especialistas en cada deporte y los apoyó al máximo. Y así consolidó "una fuerza periodística juvenil de gran significación y expectativas. Llegué a tener 19 periodistas, mucho de ellos de gran trascendencia."
Trabajaron con Aguiló figuras como Evaristo Monti, Juan Gerardo Mármora, Héctor Vidaña, Edel Lovera, Carlos Fechenbach, Héctor Hugo Cardozo, Raúl Granados, Norberto Chiabrando, Domingo Marqués, Julio César Orselli y muchos otros profesionales que escapan a nuestra memoria. De esta forma, durante muchos años, la Corporación Aguiló lideró las transmisiones radiales de los partidos de fútbol que jugaban canallas y leprosos.
De plumas, tecnología e imágenes
Desde aquel 13 de noviembre de 1930 en el que ingresó como periodista deportivo al diario Tribuna hasta hoy cambiaron muchas cosas y Aguiló las analizó junto al periodista Javier Parenti:
"Se enriqueció en muchos aspectos técnicos, notablemente. Nosotros para transmitir desde Europa usábamos las líneas subterráneas debajo del mar. Para las carreras de los pueblos debíamos pasar por varios de ellos hasta encontrar línea libre. La electrónica se desarrolló tanto que hoy una carrera desde Japón sólo tiene 16 segundos de demora en llegar la imagen. El periodista de hoy va a la máquina de recepción de información y sabe lo que sucedió a miles de kilómetros cinco minutos antes. En cambio, en aquella época los informes se imprimían en un tubo para leerlo mucho después".
¿Le agrada cómo se escribe hoy?
Hoy hay pocos que enseñan, no por egoismo sino por falta de tiempo. En cambio, yo enseñé siempre a todos y cada uno en su especialidad era mejor que yo. Era un buen organizador. No sabía de tenis, pero tenía a una campeona santafesina como periodista; igual que en artes marciales (lo tuve al juez Atilio Pangia).
¿Y el vocabulario en la radio?
Considero que antes había más respeto hacia el oyente. Hoy todo el mundo quiere ser periodista, y sobre todo deportivo. Pero para ello hay que capacitarse. No se puede tomar partido por nada. El periodista no debe ser más importante que la noticia. Y el que está en uso del micrófono es el más importante de la transmisión.
¿Cómo analiza entonces al periodista de hoy?
Uno de los grandes problemas es que muchos no aprendieron sintáxis y el periodismo escrito es la base fundamental. Es clave para saber ubicar los términos de la gramática, para no decir la parte de la información que debe decirse al final en el medio de la noticia, ni empezar adjetivando excesivamente en la parte que todavía no se ha trasuntado emoción en lo que se escribe. Como cuando dicen «ese pibe debutó siendo un suceso, cuando en realidad el suceso se produce después».
¿Volvería a intentar realizar la misma carrera periodística?
Sí, claro que no lo haría en la magnitud de aquello. Era muy sacrificado. Pero logramos algo muy importante, que fue descentralizar el país. Hablando de todo, no sólo de Newell's y Central, pero sí poniéndole énfasis a lo nuestro.
También incursionó con su equipo en la televisión, comenzando con la presentación del Mundial 66 disputado en Inglaterra, cuyos partidos llegaban uno o días después por vía aérea, ya que por esos tiempos no había satélites para transportar las imágenes.
Fuera del deporte, fue creador de “La Matiné del Tango”, espacio que supo orientar hasta no hace mucho tiempo en una FM de la ciudad, con casi medio siglo de presencia en las ondas radiales.
Formó matrimonio con la señora Matilde Rey, quien fue muchos años locutora radial y actriz de teatro y radioteatro con el seudónimo de Nora Peña y falleció años atrás.
Los restos de Miguel Domingo Aguiló son velados desde las 8 en Corrientes 1824.
Foto: Gustavo de los Ríos
Fuente: La Capital