El antes y después del cambio |
El 15 de noviembre próximo, La Capital cumplirá un siglo y medio de vida. En esta época signada por la inmediatez y gobernada por la velocidad, la cifra puede producir vértigo: el rito de la lectura del diario se ha renovado en Rosario y la región nada menos que durante 150 años.
El Decano de la Prensa Argentina surgió cuando la ciudad aún era niña, en el lejano 1867: gracias al impulso creador de don Ovidio Lagos, se convirtió en el vocero de las historias, necesidades e inquietudes de una población que luchaba por crecer y también por construir un sueño que la sostuviera. Tal como en el día de hoy, Buenos Aires era entonces demasiado poderosa: de allí el proyecto, fogoneado por Urquiza, de convertir a Rosario en la capital nacional. La ilusión no se concretó, pero el nombre de nuestro diario evoca la grandeza de quienes la alentaron.
Lejos de gozar del favor de los poderes establecidos, la ciudad igualmente creció, y de manera impensada. Gracias a su imponente puerto, que conectaba a la llanura pampeana con el mundo entero, y favorecida por el aluvión inmigratorio, Rosario dejó de ser una pequeña villa para tornarse pujante conglomerado multilingüe: en sus calles -donde la actividad comercial bullía- se hablaban las lenguas de la madre Europa.
La Capital ya era parte de la identidad de la urbe en desarrollo. Cada mañana, junto con el desayuno, el periódico estaba sobre la mesa de los rosarinos. Los "canillas" voceaban su nombre en las esquinas. Y así, imperceptiblemente, los años transcurrieron. Rosario se tornó industrial, populosa, potente. Después, se transformó en próspero polo de servicios. Y su diario, como siempre, reflejaba la riqueza de su vida cotidiana, además de los acontecimientos que daban forma a un país turbulento y un mundo cambiante. Una tras otra, llegaron las modificaciones técnicas: del caliente se pasó a la composición en frío, del formato sábana al actual tabloide. Y así hasta el vertiginoso presente, cuando la Redacción de La Capital despliega su actividad durante las veinticuatro horas para producir tanto la renovada edición en papel como su pujante hermana virtual, lacapital.com.ar
No nos dimos cuenta, y ya son casi 150 años. El aniversario es trascendente, y La Capital quiere celebrarlo junto a todos los rosarinos. A partir de hoy, faltan exactamente 150 días para ese tan especial 15 de noviembre. Comienza, entonces, la cuenta regresiva.
Para el gran cumpleaños, habrá una fiesta especial y muchas sorpresas. De a poco, las iremos revelando.
En principio, y como señal, desde esta edición dominical el diario renueva su logo. La flamante imagen de marca de La Capital acompañará la celebración de su 150º aniversario. Las premisas básicas del nuevo diseño, desarrollado por el equipo de Marketing de Grupo América, fueron las de producir una imagen más amigable y cercana, con un refresh en la simbólica bandera que la presenta de manera moderna, acorde con la tendencia del periodismo actual tanto en medios impresos como digitales. La bandera está allí desde 1998, en homenaje a la ciudad cuna de la enseña patria.
Más joven que nunca en sus casi 150 años de existencia, La Capital encara con decisión el presente y se proyecta hacia un futuro apasionante. Nuestro irrevocable compromiso con los lectores está a punto de cumplir un siglo y medio de vida.