El mismo día que en 2013 se imprimió la última tapa de la redacción de Bolívar al 2900, fue elegido por “Arenas del Atlántico SA” para echar a dos de los tres periodistas con los que sostenían la publicación. Detrás de todo, una vez más, Don Florencio Aldrey Iglesias
A dos años de que los hermanos Olmos le entregaran el gerenciamiento del diario a “Arenas del Atlántico SA” e iniciaran un proceso de vaciamiento que terminó con el retiro inducido de 40 trabajadores de prensa, el mítico diario El Atlántico despidió este lunes a otros dos periodistas.
Según pudo saber 0223, María José Garufi y Germán Ronchi –en la redacción de Belgrano casi Córdoba sólo queda en pie Beto Miraglia- fueron desvinculados de la empresa que en los papeles figura a nombre de tres personas que, como reveló un informe de Revista Ajo, no conducen a Roma pero sí a Don Florencio Aldrey Iglesias.
Tanto Fabián Andrés Fernández (contador, dirigente de la Ucip y comensal de los agasajos aniversario de La Capital), como Julia Cazón Fervienza (una de las dos beneficiarias de las acciones que Florencio Aldrey Iglesias transfirió para adecuarse a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual en 2013) y Néstor Otero (concesionario de la nueva Terminal, procesado por soborno en el juicio a Ricardo Jaime y socio, según él mismo dijo, del director de La Capital en la concesión del Gran Hotel Provincial y el mega emprendimiento comercial de Alberti y Sarmiento) están vinculados al hombre con acento español que, asegura la mayoría, “sólo armó la jugada y vació El Atlántico para hacer desaparecer a la única competencia que su diario tenía en Mar del Plata”.
La fecha elegida para despedir a Garufi y Ronchi no pudo ser más inoportuna e irónica: un 30 de noviembre como hoy pero de 2013 la joven redacción del viejo El Atlántico armaba y publicaba su última tapa. Lo que vino después, se conoce: periodistas, reporteros, administrativos y diseñadores gráficos tirados a la calle en poquísimos meses, no sin previa resistencia y sentada de los trabajadores de un diario con más de 75 años de historia en Mar del Plata.
El proceso que logró el vaciamiento y también el nuevo gerenciamiento del periódico tuvo un grupo ideólogo: La Máquina de Ideas. Dos meses antes de que los trabajadores supieran su (mala) suerte, un equipo de “expertos” sugirió al Grupo Crónica –por entonces propietaria de El Atlántico- “ajustar números”. Para eso, además de dividir la redacción, crearon un medio digital: Crónica de la Costa. Ese sitio ofició de tablero de desgaste para el personal, que de a poco empezó a aceptar –producto del desgaste, deterioro y falta de perspectivas- los acuerdos conciliatorios que la empresa ofrecía a cambio de que se fueran “sin chistar”, al menos administrativa y judicialmente.
Fuente: 0223.com.ar