jueves, 3 de octubre de 2013

WSJ: Medios argentinos denuncian presión del gobierno sobre anunciantes

Publica The Wall Street Journal:
Los principales diarios argentinos, como muchos periódicos en otros países, luchan por sobrevivir en medio de ventas publicitarias en descenso. Los problemas de La Nación y el Clarín, sin embargo, no radican solamente en los declives de circulación y la competencia en línea, sino también en un ataque encabezado por el gobierno, indican los periódicos.
Por: Taos Turner
Foto de Associated Press, con la que WSJ eligió ilustrar la nota
En años recientes, el gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha reducido la publicidad del Estado en ambos periódicos, a la vez que ha distribuido el gasto entre rivales más pequeños y estaciones de radio y televisión que apoyan sus políticas, según fallos judiciales y datos del gobierno sobre gastos de publicidad.
Este año, el gobierno, que enfrenta una economía débil y bajos índices de popularidad, convenció a los minoristas a sumarse al esfuerzo, indican los periódicos y otras fuentes al tanto de la situación. En febrero, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, —cuyos amplios poderes incluyen la regulación de precios e importaciones— le dijo a los supermercados y minoristas de electrónicos, fuente de la mayor parte del gasto publicitario en los periódicos, que se abstengan de anunciar en La Nación, el Clarín y un periódico más pequeño, Perfil.
Los minoristas temen que si no acatan el pedido, el gobierno podría revocar sus permisos para importar bienes o presentar cargos potencialmente falsos de actividades ilegales, como evasión de impuestos, indicaron las fuentes al tanto.
Fernando Blanco Muiño, presidente del la Unión de Consumidores de Argentina, indicó que algunos minoristas reconocieron que dejaron de anunciarse ante la solicitud de Moreno. Blanco agregó que le alarma la docilidad de los minoristas, tanto locales como internacionales, que ceden a este tipo de presión.
En otro caso, un juez acusó en septiembre a Moreno de "abuso de autoridad" por presuntamente multar a economistas que publicaban datos de inflación. Algunos abogados dicen que podría encarar cargos similares en el caso de los periódicos.
Susana Alonso, una vocera de Moreno, calificó de absurdos los señalamientos de que el funcionario ordenó a los minoristas dejar de anunciar. Por su parte, el mismo Moreno calificó los cargos de abuso de autoridad de "arbitrarios".
Aún así, los anuncios que solían llenar los periódicos desaparecieron de la noche a la mañana. En marzo, los minoristas publicaron siete páginas de anuncios en La Nación, comparado con 109 el año anterior, indica el diario. Clarín solo obtuvo cinco páginas de publicidad, frente a 243 el año previo, según la empresa.
La Nación recientemente publicó una advertencia de dos páginas enteras en la que indicaba que la publicidad es la principal fuente de ingresos del periódico y que si el gobierno sigue presionando a las empresas a dejar de anunciar complicará la existencia de los medios de comunicación independientes.
Los periódicos dicen que la restricción ha llevado a despidos y congelamientos de nóminas, después de que habían podido esquivar algunos de los problemas financieros que afligían a la industria a nivel internacional.
Esta es una política del gobierno que apunta a perjudicar las finanzas de los periódicos, señaló Eduardo Lomanto, ejecutivo de La Nación.
La presunta restricción podría costarle 1.200 páginas en avisos a La Nación este año, agregó Lomanto. Clarín estima que el esfuerzo causará una caída de 82% en sus ingresos publicitarios a 527 páginas este año.
El caso es el último capítulo en una fiera pelea entre Fernández de Kirchner y las empresas de medios de comunicación a las que acusa casi semanalmente de reportear con parcialidad para socavar su gobierno y defender sus propios intereses. La cobertura de los periódicos de una economía en desaceleración ha elevado incluso más las tensiones con el gobierno.
Alfredo Scoccimarro, un vocero de la presidenta, no respondió a solicitudes de comentarios. Fernández de Kirchner dice que no se opone a los medios en sí, sino a la concentración de la influencia mediática en las manos de unos cuantos propietarios. Grupo Clarín afirma, es un monopolio que abusa su poder y ahoga las demás voces. Clarín niega esto, y argumenta que Argentina tiene más periódicos y canales de TV de noticias que la mayoría de los países.
La mandataria ha defendido su apoyo a la libertad de expresión indicando que ayudó a cambiar la ley para que los periodistas ya no puedan ser encarcelados por calumnia o difamación. "Nunca hubo tanta libertad de expresión en Argentina", expresó el año pasado en una conferencia de prensa en la Universidad de Harvard.
La empresa matriz de Clarín, Grupo Clarín SA, podría verse obligado a desprenderse de sus operaciones de cable e Internet si la Corte Suprema ratifica en las próximas semanas una ley sobre medios que Fernández de Kirchner patrocinó en el Congreso en 2009. Entre tanto, La Nación enfrenta una demanda de varios millones de dólares en torno a una disputa tributaria.
Ricardo Kirschbaum, el editor general de Clarín, apuntó que el objetivo del gobierno era reducir el tamaño del diario y limitar su alcance. Kirschbaum agregó que Fernández de Kirchner estaba usando una restricción de anuncios para disciplinar a aquellas empresas que no respaldan al gobierno.
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), una organización sin fines de lucro con sede en Miami, dijo: "La creatividad del régimen que lidera la presidenta Cristina (Fernández de) Kirchner para atacar de todas las formas posibles al periodismo libre parece ilimitada y, desgraciadamente, irrefrenable".
David Roman contribuyó a este artículo.
Fuente: online.wsj.com

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